La campaña electoral para las elecciones catalanas del 12 de mayo ha arrancado con fuerza para todos los partidos. Especialmente para Junts, donde las siglas de la formación están siendo barridas en favor de una campaña personalista y Carles Puigdemont ha iniciado una purga de dirigentes para garantizarse una lista de acólitos, empezando por su Girona natal.
Dicha provincia es esencial para el espacio político que representa Junts, y que en los comicios autonómicos de 2021 le granjeó siete diputados frente a los cuatro de su inmediato competidor, ERC. Es decir, que se trata de un territorio donde los neoconvergentes aspiran a un gran resultado, además de un bastión simbólico que se ha de defender, ya que el fugado fue alcalde en la capital antes de ser president de la Generalitat.
Salvador Vergés, el candidato
Estas elecciones, el cabeza de lista de Junts por Girona será Salvador Vergés, el diputado neoconvergente que adquirió un gran protagonismo en el grupo parlamentario a raíz de la crisis de los payeses del pasado mes de febrero, cuando estos bloquearon las carreteras y acabaron haciéndose dueños de la escena en el Parlament.
Fuentes de Junts apuntan que Vergés, número tres por Girona en las elecciones catalanas de 2021, es de perfil "turullista, pero transformado". O lo que es lo mismo, muy cercano al secretario general Jordi Turull que controla la maquinaria interna de Junts en complicidad con Puigdemont. Pese a tener tras él a valedores de peso, su elección ha “cabreado” a algunos dirigentes relevantes en la provincia de Girona.
Es el caso de Gemma Geis, la excandidata de Puigdemont para Girona hace cuatro años y candidata a la alcaldía de la capital en las municipales de 2023. Unos comicios locales donde fue derrotada ante la socialista Sílvia Paneque y hubo de entregar la vara de alcalde a la CUP, que en estos momentos gobierna la ciudad con Geis como teniente de alcalde.
De afín a Borràs a 'turullista'
Geis, que llegó a ser consellera de Universidades (2021-22), “no esconde su enfado” con las altas esferas del partido. Personas conocedoras del conflicto aseguran que “habla muy mal de Vergés”, a quien acusa de “ir de payés, sin serlo” y de “dar un braguetazo”. La número dos del gobierno de Girona, según las mismas voces, se siente desplazada por “un pelota de Albert Batet”, el presidente del grupo parlamentario, y alguien que “se ha cambiado de chaqueta” porque “era borrasista hasta hace cuatro días”. Es decir, le acusan de ser afín a la presidenta Laura Borràs y a sus tesis más radicales.
No es la primera vez que Geis protagonizaría un rifirrafe de estas características, ya que algunas fuentes recuerdan su enfrentamiento con Marta Madrenas, que fue de dos por Girona en las anteriores elecciones catalanas y sucedió a Puigdemont como alcaldesa de la ciudad. Ambas habrían “competido” para ser la “favorita” del fugado, que acabó “cansado” de estas tensiones.
Cabreo por los fichajes
Ahora, Geis ha sido apeada del codiciado puesto de cabeza de lista por Girona, y si bien se desconoce si irá en un puesto más abajo de la lista, muchos en el partido advierten de que Puigdemont está “aprovechando” estas elecciones para “quitarse de encima” a los perfiles que le han dado “problemas” en los últimos tiempos.
Finalmente, algunos cuadros del partido ponen en cuestión la purga iniciada por Puigdemont en Girona, con perfiles más jóvenes que pasan por delante de dirigentes históricos, como ha sucedido en Lleida, donde pretende fichar a una periodista puigdemontista: Anna Gómez --subdirectora del diario Segre y tertuliana--. Una estrategia que, aseguran, podría llevar también a la provincia de Girona, donde Puigdemont estaría buscando a otro “periodista o comunicador” para defender la plaza.
El peligro de Orriols
Habrá que ver si la estrategia de desbordar las siglas de Junts con purgas y fichajes funciona. Pero no cabe duda de que los ojos de cuadros del partido están puestos sobre qué hará Puigdemont finalmente en Girona, donde la ultra Sílvia Orriols, alcaldesa de Ripoll, morderá el electorado de Junts de manera sustancial, obtenga o no representación parlamentaria.
Puigdemont, que empezó su carrera como alcalde en Girona, quiere asegurarse de una lista digna para competir con la batllesa de Ripoll y, sobre todo, defender una historia de éxitos del partido en dicho territorio.