Aragonès plantea que Cataluña recaude el 100% de los impuestos y transferir un cupo al Estado

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, renueva su campaña del Espanya ens roba en el primer día del Govern en funciones con una exigencia a Moncloa de que Cataluña recaude el 100% de los impuestos y transfiera un cupo al Estado. Ha sido la consejera de Economía y Hacienda, Natàlia Mas, la que ha lanzado la petición tras la reunión del Consejo Ejecutivo en un discurso que implica que el independentismo catalán, como mínimo el que representa ERC, regrese a la pantalla del déficit fiscal. 

La republicana ha demandado una "financiación singular" parecida al cupo vasco. Ha propuesto que la Generalitat recaude todos los impuestos que se cobran en Cataluña y que transfiera una parte al Estado. La Agencia Tributaria autonómica administra ahora el 9% de los gravamenes vigentes en el territorio, básicamente los tributos propios, por lo que implicaría un cambio sustancial de la distribución de la fiscalidad. 

Premisa de 22.000 millones de déficit fiscal

Según la responsable de Economía de Aragonès, el cupo que se transferiría en este escenario a Hacienda sería una partida suficiente para "contribuir a la equidad entre territorios". No ha hablado de cifras de esta partida, pero sí que ha remarcado los cálculos propios que elevan a los 22.000 millones de euros el presunto déficit fiscal que el Gobierno central mantiene con Cataluña. 

"Lo que Cataluña necesita es un modelo justo, según el esfuerzo fiscal que hacen los catalanes", ha añadido la portavoz del Ejecutivo catalán en funciones, Patrícia Plaja. Sus declaraciones, y el debate sobre la fiscalidad catalana que se ha mantenido este martes, se enmarca más en la precampaña en la que ya están instaurado los partidos catalanes que de la responsabilidad real del Govern. Pero el 12 de mayo, la fecha de las próximas elecciones catalanas, pesa. 

"Soberanía fiscal plena"

La consejerra de Economía ha insistido en que "Cataluña ya ha tenido un modelo de Hacienda propia" en el pasado y ha advertido de que su propuesta es el primer paso para alcanzar la "soberanía fiscal plena". En otro mantra electoral ha señalado que este escenario es el único posible para "corregir la situación de infrafinanciación" que, según defiende, el territorio sufre durante "más de 40 años".

ERC pide en precamapaña que Cataluña salga del réfimen común autonómico. Sus portavoces, en nombre del Govern, aseguran que de esta forma los ciudadanos recibirán "unos servicios públicos al nivel de los impuestos que paga", en palabras de Plaja. Todo ello, en un momento en el que el debate preelectoral se ha centrado en las carencias de gestión de los republicanos y la falta de recursos para mantener la estructura social catalana a raíz de las protestas de los funcionarios de prisiones. 

En este contexto, los republicanos culpan al Estado de la situación actual de Cataluña por la presunta infrafinanciación que sufre la comunidad. La consejera de Economía ha repetido que en España existe un "creciente acaparamiento de los recursos por parte del Estado". Es decir, más Madrid ens roba. 

Legado para el próximo Ejecutivo

Sobre la situación de interinidad en la que se encuentra el Govern, la consellera ha dicho que les "dejarán" en marcha esta propuesta al Ejecutivo que les suceda "para que la luchen". Asimismo, han asegurado que mandarán de forma inmediata "al Estado" su demanda de que les aplique un sistema parecido al cupo vasco. 

Actualmente, sólo País Vasco y Navarra cuentan con una fiscalidad propia. Es decir, son territorios con recaudan sus impuestos y transfieren una parte al Gobierno central. Se rigen por un régimen foral que Cataluña rechazó en los primeros compases de la democracia y que Artur Mas ya reclamó en el inicio del proceso independentista.

La negativa del entonces Ejecutivo central, encabezado por Mariano Rajoy, les llevó a convocar las elecciones de 2012, los comicios que se celebraron en noviembre de ese año. Fueron los últimos en los que se presentó CiU y dieron lugar a una legislatura convulsa en la que los convergentes se apoyaron en ERC, que entonces no estaba en el Gobierno. Mas organizó entonces la primera consulta independentista en Cataluña, la que se celebró en noviembre de 2014.