La Generalitat facilita que los agricultores colapsen Barcelona para intentar aplacar la protesta del campo
El ‘conseller’ Mascort asegura, tras reunirse con el sector, que necesita tiempo para estudiar unas demandas que el mismo Ejecutivo decía que le eran ajenas apenas horas antes
8 febrero, 2024 00:00Noticias relacionadas
La tractorada de miles de agricultores en Barcelona, en la segunda jornada de movilizaciones por toda la comunidad autónoma, concluyó con un “volved en 15 días” por parte del conseller de Acción Climática de la Generalitat, David Mascort. Es el tiempo que, dice, necesita para estudiar unas reivindicaciones que, apenas un día antes, le eran ajenas al Govern, pues señalaba que era Madrid quien tenía la solución a estas quejas. Eso sí, puso todas las facilidades a los manifestantes para que entrasen a la ciudad y se plantasen en la Generalitat para tratar de desencallar el asunto.
Y es que el campo entra en campaña (aunque falta un año para las elecciones) y da muchos votos al nacionalismo, como se apreció el miércoles por la mañana en el Parlament, cuando ERC y Junts entraron en el cuerpo a cuerpo a cuenta de las protestas de los agricultores, y también de la gestión de la sequía.
En este sentido, Mascort, tras reunirse con representantes del sector agrario, defendió que “el mundo de la payesía y la ganadería pasa por momentos muy complicados” y aseguró que todos pueden “hacer mejor las cosas para que se puedan ganar la vida”.
Siete meses en el cargo
“Su reivindicación es la nuestra”, apostilló ante los medios, horas después de que el presidente catalán, Pere Aragonès –también presente en el encuentro con el sector–, anunciase en el Parlament un “portal único” de relación entre los agricultores y la Administración para acelerar los trámites, pues el exceso de burocracia es una de las quejas del campo, así como el incremento de los costes de fertilizantes, semillas y combustible.
Sin embargo, de la reunión, que comenzó con retraso y duró hora y media, no salió nada. De hecho, para Mascort ni siquiera fue “un encuentro de trabajo”, sino una primera toma de contacto para conocer las peticiones del campo y estudiarlas a fondo. Eso sí, ofreció a los payeses la posibilidad de dormir en Barcelona, para que no tuvieran que volver de noche a casa. Cabe recordar que el conseller lleva siete meses en el cargo y, si bien es cierto que asumió una cartera que pasa desapercibida, le han estallado este conflicto y la sequía.
Los partidos, atentos a los votos
La respuesta del Govern no gustó a los agricultores, pues el conseller les ha emplazado a una nueva reunión “en 10 o 15 días”. Ellos le dan dos o tres. Así, tras el encuentro se escucharon gritos como “¡No nos iremos!” y pidieron la dimisión del titular de Acción Climática. Todo ello, después de explicarle que, aparte de la reducción de la burocracia, también esperan el aplazamiento y la revisión de la Agenda 2030, que se replantee el decreto de sequía (que perjudica en especial al campo) y que las normativas que les exigen a sus productos se apliquen también a las importaciones. Nada nuevo, pero han pillado a Mascort a contrapié.
Y por si la politización del asunto fuera insuficiente, también aparecieron el presidente de ERC, Oriol Junqueras, para dar apoyo a los manifestantes en El Bruc, así como miembros del sector duro de Junts, el de Laura Borràs, que quisieron aparecer en las fotografías, bajo la atenta mirada de Sílvia Orriols (Aliança Catalana) y de Vox. Todos confían en pescar en río revuelto, aunque estos últimos lo tienen más complicado, pues su idiosincrasia se aleja bastante de la del campo catalán.
La ANC también entra en campaña
Además, la Assemblea Nacional Catalana (ANC) de Dolors Feliu –entidad dividida por el planteamiento de la dirección de una lista cívica para concurrir a los comicios–, sugirió a los barceloneses que recibieran a los agricultores con esteladas. “Compartimos las demandas de la agricultura catalana, abandonada por el Govern, más preocupado por pactar en Madrid que de gobernar Cataluña”, escribió la entidad secesionista en X.
Sea como sea, la tractorada dejó imágenes para la historia, con diversas columnas entrando en Barcelona por la Meridiana y la Diagonal hasta concentrarse ante el Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Urbana. Posteriormente, los payeses se acercaron a la plaza Sant Jaume, sede del Govern.
"¡No nos iremos!"
En este sentido, los primeros tractores pisaron la ciudad sobre las 14.10 desde la C-58 y la C-33, una columna procedente de Girona y Barcelona y que entró por la Meridiana. Poco después, los agricultores de Lleida y Tarragona lo hicieron por la Diagonal. En total, según Unió de Pagesos, unos 2.000 participantes que, si bien llamaron la atención de los ciudadanos, no llegaron a colapsar la capital catalana, bien guiados por la policía.
A última hora del miércoles, y tras el infructuoso encuentro, la portavoz de los agricultores, Imma Puigcarbó, de la plataforma 6F, declaró que “esto no acaba aquí” y que el Govern se había comprometido a continuar con el diálogo. “Si no se cumplen los objetivos en cada asamblea volveremos aquí”, pronunció ante los gritos de “¡No nos iremos!”. Entre los manifestantes había quienes eran partidarios de permanecer en Barcelona, mientras otros, vista la respuesta del Govern, preferían volver a casa, que fue la opción elegida por la mayoría.