Laura Borràs, Jordi Turull, Carles Puigdemont y Míriam Nogueras

Laura Borràs, Jordi Turull, Carles Puigdemont y Míriam Nogueras EUROPA PRESS

Política

Radicales, pragmáticos y 'sector moqueta': la guía para no perderse en las familias de Junts

A medio camino se encuentra Carles Puigdemont, que en los últimos tiempos se arrima al sol que más calienta pensando en repetir como eurodiputado y seguir pilotando las negociaciones con el gobierno de Sánchez

21 enero, 2024 00:00

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Con el regreso de Junts a la primera línea de la política, marcando el tono y ritmo de la legislatura en el Congreso de los Diputados y preparándose para un rearme ideológico con el debate de la inmigración en Cataluña, todas las etiquetas que se han venido atribuyendo a la formación en los últimos años han quedado obsoletas.

Principalmente, las que despachan al partido como un grupo de "radicales y fanáticos" obsesionados con hacer “política simbólica”. Esto es, la política de gestos para hacer ver que desobedecen al Estado, pero sin volver a cruzar la línea como sí hicieron en 2017.

Laura Borràs, líder de los radicales

Actualmente, estos dirigentes permanecen en el partido y tienen como principal referente a Laura Borràs, la mujer que lo ha sido todo --consellera, líder del partido en el Congreso, candidata a la Generalitat, presidenta del Parlament y, actualmente, presidenta de Junts--, pero que va perdiendo posiciones frente a otras familias de la formación.

La presidenta de Junts, Laura Borràs, en el homenaje en el cementerio de Montjuïc a Francesc Macià en el 90 aniversario de su muerte, a 25 de diciembre del 2023

La presidenta de Junts, Laura Borràs, en el homenaje en el cementerio de Montjuïc a Francesc Macià en el 90 aniversario de su muerte, a 25 de diciembre del 2023 LORENA SOPENA EUROPA PRESS

La razón es clara: ha quedado muy debilitada por los escándalos de corrupción y su traumática salida de la Cámara autonómica. Entre sus acólitos se encuentran algunos como Francesc de Dalmases, que fue diana de duras acusaciones de abuso de poder frente a una periodista de TV3; y Aurora Madaula, que mantiene una guerra abierta con la cúpula del partido por haber acusado a compañeros de machismo y haberse cogido, después, la baja "por motivos personales".

No obstante, también hay otras figuras destacadas entre los radicales, como el expresident Quim Torra, que esta misma semana aseguraba que las mesas de diálogo que los partidos independentistas han iniciado con el Gobierno, "fracasarán".

Los pragmáticos

Esta familia, que desde los años álgidos del procés ha acumulado grandes cuotas de poder, está cediendo el paso a regañadientes a los pragmáticos. Dirigentes que añoran un Junts más reconocible para los electores, asumiendo como propio el mejor legado de Convergencia y abordando “sin complejos” --dicen las fuentes consultadas-- cuestiones como la inmigración.

En esta familia se ha de destacar el papel de los alcaldes, que tienen a su alcance influencia en la Administración pública y han logrado poner en la agenda la lucha contra los delincuentes multirreincidentes a raíz del caso Calella, por el cual un grupo de 11 jóvenes extutelados se dedican a aterrorizar a los vecinos, acumulando 260 detenciones en sólo seis meses.

El secretario general de Junts, Jordi Turull

El secretario general de Junts, Jordi Turull EUROPA PRESS

Ésta fue la semilla del discurso de la inmigración que el partido llevó al Congreso al negociar competencias con el PSOE: un movimiento que ha estado pilotado por "tres personas", entre las que se encuentra Jordi Turull.

Turull, el hombre bisagra

El secretario general es el “hombre bisagra” entre las familias del partido, pero está decidido a cuidar a los moderados. Primero, porque atesoran poder institucional y, segundo, porque es consciente de que Junts no puede seguir en la derivada de los últimos años, sin brújula ideológica y dando tumbos que “despistan al electorado”, aseguran las mismas voces.

Para este cometido, entre las caras más reconocibles para el electorado catalán, puede contar en el futuro con nombres como el de Josep Rull, persona de su máxima confianza tras haber sido compañero de prisión, y que podría sonar como candidato del partido a las elecciones autonómicas si el expresident fugado Carles Puigdemont lo permite.

El 'expresident' catalán fugado, Carles Puigdemont, en una comparecencia anterior

El 'expresident' catalán fugado, Carles Puigdemont, en una comparecencia anterior EP

¿Cuál es el sector moqueta?

También destacan figuras como la de Xavier Trias, que aún no abandona su posición en el Ayuntamiento de Barcelona hasta que Jaume Collboni no se decida por un socio de gobierno. No es ningún secreto que las tenencias de alcaldía de la Ciudad Condal son objeto de deseo para los neoconvergentes, y que al exalcalde le gustaría dejar al partido en la posición más digna posible, con poder y recursos a medio y largo plazo.

Este convencimiento de que el partido regrese a posiciones de poder, contando con más dinero, asesores e influencias en las instituciones, es aún más destacado entre los políticos del “sector moqueta”. Esta familia de neoconvergentes ansía volver a pisar la moqueta de las sedes de la Generalitat y recela de todos aquellos movimientos que puedan hacer peligrar el regreso del partido al Govern en el corto plazo.

El candidato de JxCat a la alcaldía de Barcelona, Xavier Trias, y el expresidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas

El candidato de JxCat a la alcaldía de Barcelona, Xavier Trias, y el expresidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas EUROPA PRESS

Son ex altos cargos de la Generalitat que huyen de los discursos estridentes y que consideran que Junts solo puede remontar "desde dentro" de las instituciones. Actualmente, tienen una ventana de oportunidad para volver a influir con el creciente protagonismo de los pragmáticos, pero se mantienen críticos con algunas decisiones que estos días se toman desde el partido, como la negociación de las competencias en inmigración. Un movimiento de alto voltaje decidido "entre pocos" y que podría costarle caro a Junts al cerrarle las puertas de un gobierno compartido con el PSC.

Junts, un partido de naturaleza compleja

El temor es claro: si Junts empieza a competir con Aliança Catalana en la cuestión migratoria, el PSC --que tiene números de acabar gobernando la Generalitat-- puede acabar prefiriendo como socios a los de ERC y a los comunes. Un tripartito estaría mejor visto ante el electorado progresista que un pacto con un Junts escorado a la derecha, consideran algunas voces del sector moqueta.

La alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols

La alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols Cedida

En definitiva, es evidente que Junts es un partido de una naturaleza muy compleja y que, en los últimos meses, está evolucionando hacia escenarios más posibilistas. Y, en medio del camino, se halla Puigdemont. Un político que en el pasado estaba más cerca de los radicales y, ahora, se arrima al sol que más le calienta. Es decir, a los pragmáticos, para repetir sin problemas como candidato a las elecciones europeas y seguir pilotando las negociaciones con el gobierno de Pedro Sánchez.