La presidenta de Junts, Laura Borràs y el secretario general de Junts, Jordi Turull,

La presidenta de Junts, Laura Borràs y el secretario general de Junts, Jordi Turull, EUROPA PRESS

Política

Junts cambiará sus estatutos para reforzar al núcleo de Jordi Turull y arrinconar al de Borràs y sus acólitos

El Consell Nacional debatirá una iniciativa para que los independientes que hayan formado parte de sus listas puedan votar “cualquier acción interna” tras hacerse militantes sin tener que esperar los seis meses que se piden en la actualidad

2 enero, 2024 00:00

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Junts celebrará su Consell Nacional el próximo 13 de enero. El Morell --un pequeño pueblo de Tarragona gobernado por los neoconvergentes-- acogerá este cónclave de alto voltaje donde se verán las caras los dirigentes de distintas familias que compiten por el poder tras meses turbulentos para el partido. Principalmente, por dar pasos agigantados hacia la política pragmática una vez se han consumado las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez.

La familia más influyente en estos momentos, liderada por Jordi Turull, es partidaria de recuperar visibilidad e influencia a través de la negociación y el pacto, siendo el objetivo recuperar la hegemonía independentista en las próximas elecciones catalanas ante una Esquerra Republicana en horas bajas. Pero no tendrá vía libre para desarrollar esta estrategia, y es que los dirigentes más cercanos a Laura Borràs seguirán defendiendo con uñas y dientes la vía unilateral y el todo vale para lograr la secesión. Una estrategia de máximos que no ha dado réditos electorales a la formación, pero que, consideran, es imprescindible para diferenciarse de la política botiflera de los republicanos.

La presidenta de Junts, Laura Borràs, se abraza con la secretaria segunda de la Mesa del Parlament, Aurora Madaula

La presidenta de Junts, Laura Borràs, se abraza con la secretaria segunda de la Mesa del Parlament, Aurora Madaula EUROPA PRESS

Partícipes de "cualquier acción interna"

Ambos sectores se enfrentarán en un duelo con olor a fin de ciclo en el Consell. Y lo harán votando un cambio de los estatutos que permitirá que cualquier persona que haya formado parte de las listas de Junts en las elecciones municipales del 28 de mayo pueda votar “cualquier acción interna” tras hacerse militante sin tener que esperar los seis meses que se piden en la actualidad.

Si bien el objetivo de esta medida es “engordar la militancia” para reforzar al partido de cara a los comicios autonómicos, a nadie se le escapa que existe la intención oculta de debilitar al núcleo de Borràs, que tantos quebraderos de cabeza ha generado al partido en los últimos meses. Entre ellos, Francesc de Dalmases o Aurora Madaula, que se encuentra todavía de baja después de que sus compañeros se le echasen encima por decir que en Junts se dan “violencias silenciosas”.

Enseñan la puerta de salida a Borràs

Esta iniciativa que votará el Consell Nacional enseñará, de nuevo, la puerta de salida a los más radicales, pues permitirá que entren a la toma de decisiones aquellas personas más afines a Jordi Turull. Entre ellas, se encuentran personas que provienen del PDECat y de la antigua Convergencia, partido que Junts pretende resucitar y cuyas figuras están ganando protagonismo. El ejemplo más palmario ha sido la reaparición de Artur Mas para avalar los últimos movimientos y pactos de Puigdemont, además de para dar por sentenciado el procés.

El candidato de JxCat a la alcaldía de Barcelona, Xavier Trias, y el expresidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas

El candidato de JxCat a la alcaldía de Barcelona, Xavier Trias, y el expresidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas EUROPA PRESS

La operación política de reformar los estatutos arrinconaría definitivamente al núcleo de Borràs, pero algunas fuentes aseguran a este medio que, independientemente de este cambio en las reglas internas del partido, los afines a la expresidenta del Parlament están en torno al “30% de la militancia”. Un porcentaje respetable, pero que de ninguna forma podría hacerle sombra a Turull, quien controla con mano de hierro la maquinaria y está imponiendo cambios de manera “gradual” y “sin cortar cabezas precipitadamente”. Este estilo de liderazgo, pese a que demora la derrota definitiva de los más radicales, no hace sino abrillantar la reputación de Turull ante una militancia cansada de escándalos y luchas cainitas.

“Los lauristas no ganan ni una votación. Volverán a perder”, expresan sus defensores a Crónica Global.