Junts sigue alimentando la posibilidad de que Carles Puigdemont vuelva a presentarse a unas elecciones catalanas. Su portavoz Josep Rius ha sido el último en hablar de ello, asegurando que si el expresidente de la Generalitat finalmente no lo hace por motivos ajenos a ellos como un retraso en la tramitación de la ley de amnistía o un adelanto electoral, la siempre compleja formación neoconvergente podrá elaborar un plan B.
A medida que se agota la débil legislatura de Pere Aragonès --a la que no se descarta que ponga fin antes de tiempo y avance las elecciones de febrero del año que viene-- aumenta el ruido sobre la vuelta por la puerta grande del president del 1-O próximamente amnistiado. No obstante, no habrá duelo directo entre Puigdemont y Oriol Junqueras: el republicano ya ha oficializado su paso al lado.
Hay otros nombres
Junts aún no ha elegido ni formalizado ningún candidato a la presidencia de la Generalitat. En una entrevista en Radio 4, Rius ha reconocido lo previsible de que la militancia pida al actual eurodiputado que se postulara a volver a dirigir el Govern catalán: "No sorprendería a nadie". Y más en un contexto en el que Cataluña determina la política española tras los resultados de las elecciones generales del 23 de julio, algo de lo que los independentistas están sacando rédito como el traspaso integral de Rodalies o de competencias en materia de inmigración.
Preguntado por la posibilidad de que los tempos de la aprobación del olvido penal o el calendario electoral no permitan la vuelta de Puigdemont a suelo español y a su política, el portavoz neoconvergente asegura que nada de ello cogerá a su formación "a contrapié", y ha dicho contar con suficientes dirigentes para liderar una candidatura fuerte. En este sentido, destacan nombres como los exconsellers Jaume Giró, Josep Rull o Jordi Turull, aunque desde Junts no reniegan del "valor político" que conllevaría la vuelta del "president de la Generalitat en el exilio".
Puigdemont, menos radical y más pragmático
Junts es un partido de una naturaleza muy compleja y, en los últimos meses, está evolucionando hacia escenarios más posibilistas. Y, en medio del camino, se halla Puigdemont. Un político que en el pasado estaba más cerca de los radicales y, ahora, se arrima al sol que más le calienta. Es decir, a los pragmáticos, para repetir sin problemas como candidato a las elecciones europeas y seguir pilotando las negociaciones con el gobierno de Pedro Sánchez.
Aragonès y no Junqueras
A pesar de hablar de ello, los neoconvergentes han criticado a ERC por ponerse "en modo electoral". Lo ha hecho Rius y también Míriam Nogueras, portavoz en el Congreso, que este domingo también ha asegurado que "no haría falta ninguna amnistía si no hubiera sido por la actuación injusta y de abuso absoluto del estado español", ha señalado.
Precisamente, Esquerra Republicana (ERC) ha oficializado este sábado el paso al lado de Oriol Junqueras de cara a las próximas elecciones al Parlament, a las que no se presentará, cosa que deja vía libre a Pere Aragonès. El presidente de la formación republicana ha manifestado durante el Consejo Nacional celebrado este sábado su apoyo al president de la Generalitat, a pesar del liderazgo moral que el primero representa frente al perfil más débil del segundo.
De esta forma, se disipan las dudas que situaban a Junqueras como cabeza de cartel. El liderazgo moral que Oriol Junqueras sigue ejerciendo sobre ERC por haber guiado el camino en los años difíciles del procés y haberlo pagado con la cárcel no ha sido suficiente en el actual panorama, en el que el actual president ha sabido sobrellevar las tensiones internas sin que salten a la palestra y cuidar a los cargos orgánicos.
El calendario de la amnistía y la amenaza del PP
La próxima ponencia convocada por la comisión de Justicia debe negociar todas las enmiendas registradas a la ley de amnistía e integrar en el texto aquellas que reciban apoyo mayoritario; kas iniciativas que no se introduzcan deberán debatirse y votarse públicamente en otra sesión de comisión antes de pasar a debatirse en el pleno de la Cámara Baja.
El Ejecutivo tiene en mente que la ley de amnistía sea aprobada por el pleno del Congreso la semana del 6 de febrero, cuando está previsto que el hemiciclo de la Cámara Baja retome sus sesiones tras las obras. Sin embargo, el PP puede dilatar los plazos. "Tenemos nada más y nada menos que toda la Cámara", ha avisado el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, recordando que su partido tiene mayoría en el Senado y que intentará demorar la ley de amnistía.
De hecho, la Mesa del Senado puede decidir sobre la tramitación de urgencia de las proposiciones de ley que llegan del Congreso, por lo que los populares podrían rechazar esta vía para frenar la ley como máximo dos meses.