Aragonès endosa a Junqueras los malos resultados de ERC en las urnas y allana el camino del pacto con el PSC

En los últimos años, el president ha venido ejerciendo el poder sin que las tensiones internas de la formación salten a la palestra, a diferencia de Junts. No obstante, cuanto más se acercaba el horizonte de las elecciones catalanas, más dudas existían sobre la posibilidad de que el mandatario pudiera repetir como cabeza de cartel debido al liderazgo moral que Oriol Junqueras sigue ejerciendo sobre ERC.

El líder de ERC, Oriol Junqueras, y el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont EUROPA PRESS

Principalmente, por haber guiado el camino en los años difíciles del procés y, además, por haber pagado con la cárcel su “coherencia política y personal” a la hora de defender la independencia.

Junqueras, ¿agua pasada?

Todo ello --sumado a “la falta de carisma” que algunos aprecian en Aragonès y a que se ha pasado toda la legislatura “absorbido por la gestión” y acusando las presiones del PSC y los comunes-- dificultaba su continuidad al frente de los republicanos. Pero Aragonès ha aprovechado las dudas de buena parte de los dirigentes de ERC en torno a Junqueras, que no desean su regreso como candidato por considerarlo “agua pasada” y una amenaza al statu quo actual.

La razón: a nadie se le escapa que la Generalitat, diputaciones y ayuntamientos han permitido que la mayoría de los cuadros del partido “vivan bien” bajo el liderazgo de Aragonès.

ERC quiere “alimentar a sus cargos”

El president ha puesto en marcha una hábil “maniobra”, según explican algunas fuentes a Crónica Global, para mantenerse como segundo pese a ser “un político gris y de segunda fila”. Parte de su éxito ha sido representar ante las filas republicanas la figura del candidato que permite “seguir en la Generalitat” y “alimentar a sus cargos”, algo que obsesiona al conjunto del partido.

Salvador Illa, jefe de la oposición en Cataluña por el PSC, en el Parlament Cedida

Aunque sea gobernando con el PSC y los comunes en una suerte de “nuevo tripartito” que muchos republicanos ya dan por hecho en privado. La negociación de los presupuestos de la Generalitat del 2023 y la inminente negociación de las cuentas del 2024 son el perfecto ensayo para allanar el terreno a ese Gobierno.

Cordón sanitario de Junqueras al PSC

Por el contrario, si Junqueras fuera el candidato “pondría muy difícil” la negociación de un Gobierno con el PSC. Ya ha torpedeado las relaciones con los socialistas catalanes en el pasado, como cuando les aplicó un “cordón sanitario” que mantuvo las manos atadas a Aragonès durante un tiempo, o cuando presionó al president para que prorrogara presupuestos limitando el protagonismo de Illa en el Parlament.

Además, a Junqueras se le atribuye parte de la estrategia del partido de los últimos años, con fracasos sonados como el de Gabriel Rufián en las elecciones municipales de Santa Coloma de Gramenet; lo cual no había tenido consecuencias políticas, hasta ahora. Según las mismas voces, apostar por Junqueras como candidato sería un “tiro en el pie” para seguir en la Generalitat y nutrir al partido de cargos y asesores para una nueva etapa en Cataluña en la que Junts estará “más fuerte” gracias al protagonismo de Carles Puigdemont.

Marta Rovira y Carles Puigdemont Efe

Además, hay que sumarle el hecho de que Junqueras está “muy mal visto en Madrid” y traslada una imagen mucho más radical que Aragonès, cuyo independentismo no va “más allá de la retórica”. Así, un tripartito con la ERC liderada por Aragonès “no sorprendería” a casi nadie.

De lo que no cabe duda es de que los partidos comienzan a activar el chip electoral y de que las elecciones catalanas cada vez están más cerca.