El manido discurso de culpar a España de todos los males le sale muy rentable a los políticos secesionistas. No sólo por el uso recurrente de este argumento -más que discutible- para difuminar la responsabilidad de su propia gestión en Cataluña y el País Vasco, dos autonomías en las cuales gobiernan, sino también por el rédito económico que les da. No en vano, sus salarios en el Congreso, el Senado, la Generalitat o la Lehendekaritza son muy superiores a los de la media de la ciudadanía, acercándose o incluso superando los 100.000 euros brutos anuales.
Los ejemplos son muy numerosos -tan sólo en Cataluña, cientos de altos cargos autonómicos rondan estas cantidades-, y algunos, especialmente ilustrativos. Entre ellos, que el presidente del Govern catalán y sus 14 consellers sean los dirigentes autonómicos mejor pagados de toda España.
Rufián y su promesa incumplida
Un buen ejemplo de ello es Gabriel Rufián (ERC), uno de los diputados más vehementes del Parlamento español, por cuyo cargo ingresó casi 100.000 euros en 2022. Concretamente, 99.148 euros en concepto de "salario del Congreso de los Diputados", según se aprecia en la declaración que presentó el pasado agosto al empezar la actual legislatura, desvelada por El Mundo. Esa cantidad incluye su acta como diputado y su participación en diversas comisiones, pues está adscrito a tres de ellas. A lo cual se le tienen que sumar, además, las dietas, que están exentas de tributación.
Rufián acaba de iniciar su quinta legislatura a pesar de que, en diciembre de 2015, aseguró que sólo iba a estar "18 meses" en el cargo, ya que según él en 2017 Cataluña iba a ser independiente. Han pasado ya más de siete años desde entonces y, a tenor de lo visto, el incumplimiento de tal promesa le está saliendo muy rentable.
Los casos de Nogueras, Cleries y Bassa
Los emolumentos de Rufián fueron similares percibió en la pasada legislatura la también diputada de ERC Monserrat Bassa -a su vez, hermana de la exconsellera Dolors Bassa, indultada por el procés-, que declaró casi 95.000 euros.
En Junts per Catalunya, y siempre según dicho medio, destacaron los 158.000 euros que su portavoz Míriam Nogueras -célebre por sus recientes andanadas contra los jueces en el Congreso- tiene en sus cuentas bancarias. Aunque eso sí: en su caso, al igual que en el de otros muchos diputados, no revela cuál es su sueldo, a pesar de que deben hacerlo.
En las filas posconvergentes también destaca otro político posconvergente con más de una década de trayectoria parlamentaria: Josep Lluís Cleries, que pese a no aportar información sobre sus ingresos como senador acumula, según El Mundo, 427.000 euros en "libretas de ahorro y fondo a largo plazo".
De EH Bildu a lehendakari vasco
Por lo que respecta a los secesionistas vascos, la transparencia no parece ser su punto fuerte. En el caso de Bildu, ninguno de sus diputados informa de los ingresos por su labor, entre ellos sus dos caras más conocidas: Oskar Matute y Mertxe Aizpurua.
Por otra parte, cabe recordar que el lehendakari vasco, Íñigo Urkullu (PNV), es el segundo presidente autonómico con salario más alto, con alrededor de 105.000 euros brutos anuales.
Aragonès, el presidente mejor pagado
Por lo que respecta a la Generalitat, su presidente, Pere Aragonès, es el que más cobra entre todos los máximos mandatarios autonómicos, con unos ingresos totales de 136.117,50 euros en 2023, según se refleja en el portal de transparencia del Ejecutivo autonómico. Una cantidad que supera con creces a la que percibe el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.
Y eso, a pesar de haberse rebajado el sueldo a raíz de la crisis del Covid, pues su antecesor en el cargo, Quim Torra, llegó a ingresar 153.235,50 euros anuales.
Este fenómeno también se da en el Parlament, donde la dirigente de Junts Laura Borràs -una de las más vehementes defensoras de la secesión de Cataluña- llegó a tener en plena crisis del Covid una retribución anual de 155.570 euros como presidenta de la Cámara autonómica gracias al mismo Estado del cual abomina.
Cada 'conseller', más de 120.000 euros
Y otro tanto ocurre con los 14 consellers de la Generalitat, que en 2023 tuvieron unos emolumentos cada uno de ellos de 120.773,72 euros anuales -casi 3.000 más que los 117.827 que ingresaron en 2021-.
Esas cantidades son muy similares a las que cobran los secretarios de Presidencia: 120.389,42 euros. Por debajo de esas cifras se sitúan los secretarios generales (96.253,24 euros al año cada uno); y los directores generales (92.259,48 euros).
Otros altos cargos del Govern
Por otra parte, entre los numerosos altos cargos del Govern secesionista que también rondan o superan el cienmileurismo se encuentran, por ejemplo, el director de estudios del autogobierno, Joan Ridao (120.389,42 euros); o el polémico Josep Lluís Alay (Junts), responsable de la Oficina del expresidente de la Generalitat fugado Carles Puigdemont, que se embolsó 113.118, 28 euros en 2023.
Algo menos que ellos ingresaron otras decenas de miembros del gobierno autonómico, como cada uno de sus delegados territoriales o embajadores en el extranjero, o la portavoz Patrícia Plaja, con sueldos que superan los 92.000 euros al año.
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