Tiempo atrás, los partidos constitucionalistas y entidades como Societat Civil Catalana (SCC) mostraban unidad en el Día de la Constitución, reivindicando los valores de la Carta Magna sin hacerse la guerra los unos a los otros. Es más, era común que algunos dirigentes coincidieran en las calles de Barcelona y no dudaran en saludarse ante las cámaras. Pero nada queda ya de estas complicidades de antaño.
Las formaciones constitucionalistas han celebrado el 6D por separado, sin grandes performance y con escaso poder de convocatoria. Seguramente, agotados tras numerosas manifestaciones contra la amnistía a lo largo de los últimos meses.
Actos descafeinados
SCC se ha limitado a convocar una carpa en la Ciudad Condal. PP y Vox han participado en un acto homenaje a la Constitución en Tarragona, junto a otras entidades como S'ha Acabat!. Allí, han atendido a los medios de comunicación, mientras que Ciudadanos hizo su propia acción el día anterior al aniversario.
En el caso del PSC, ha difundido un vídeo en el que Salvador Illa defiende el marco de la Constitución para “resolver nuestras diferencias y conflictos”, luego de haber sido el único partido que acudió al acto institucional del día 4 de diciembre organizado por la Delegación del Gobierno en el Museu Marítim. Cabe destacar que PP, Vox y Ciudadanos no asistieron al encuentro a diferencia de otros años.
Dardos por la amnistía
La polarización política en Cataluña y en el conjunto de España es total y se ha dejado notar en una fecha tan señalada en la que ha habido ataques cruzados entre los partidos en las redes sociales. Unos dardos que han ido dirigidos, especialmente, hacia los socialistas con motivo de la ley de amnistía, que sigue levantando ampollas a nivel político y social.
Además, a este clima de polarización hay que sumarle el hecho de que Cataluña está a las puertas de la precampaña electoral autonómica y que los partidos del constitucionalismo catalán compiten en dureza contra el independentismo para seducir a un electorado muy disputado. Esta competencia in crescendo ha quedado patente en los últimos meses, con PP, Vox y Ciudadanos elevando el tono contra Pedro Sánchez y sus negociaciones para alcanzar la investidura.
Ahora, consumada la formación de un nuevo gobierno progresista, estas formaciones han convertido el 6D en la ocasión perfecta para arrancar la precampaña autonómica e ir adoptando posiciones en el tablero político catalán, y es que, si bien las elecciones catalanas están previstas para febrero de 2025, la debilidad del govern de Pere Aragonès puede provocar un adelanto electoral en cualquier momento.
Los retos de los partidos
En este sentido, todos los partidos de la órbita constitucionalista tienen retos por delante. Ciudadanos busca un revulsivo con el ascenso del histórico dirigente Jordi Cañas a portavoz nacional del partido, mientras que Alejandro Fernández busca asegurar la continuidad de su liderazgo en el próximo congreso aprovechando la debilidad de la dirección nacional de Alberto Núñez Feijóo en Cataluña. Por su lado, Vox mantiene el mismo perfil que les dio 11 diputados en las anteriores elecciones y aspira a rascar algún representante más con motivo de la amnistía.
Finalmente, el PSC mantendrá la línea de su discurso en las últimas semanas y su rumbo a la Generalitat, disparado en las encuestas ante la división de los partidos independentistas y el final de un procés que ha postergado los desafíos socioeconómicos pendientes de Cataluña.