Aragonès acusa a Aznar de tener "alergia a la democracia" por pedir movilizarse contra la amnistía

Las críticas y las manifestaciones previstas contra la ley de amnistía -o de "alivio penal"- que el Gobierno en funciones de PSOE y Sumar prepara para exonerar a los condenados y encausados por el procés no son del agrado ni del propio Ejecutivo central ni de los dirigentes secesionistas de la Generalitat de Cataluña. En las últimas horas, mandatarios de ambas administraciones públicas han arremetido contra opiniones contrarias a esta medida, en concreto algunas procedentes de partidos políticos de la oposición. Es el caso de las del expresidente del Gobierno José María Aznar (PP), que ayer martes instó a la ciudadanía a movilizarse para expresar su rechazo.

El último en despreciar su posicionamiento ha sido el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès (ERC), quien este miércoles ha asegurado que sus declaraciones son de "alguien que tiene alergia a la democracia".

"Amenaza a Cataluña"

Aragonès ha acusado incluso a Aznar y a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (PP) -que ayer anunció que el 8 de octubre asistirá a la manifestación contra la amnistía convocada en Barcelona por Societat Civil Catalana- de "amenazar a Cataluña constantemente" sobre el bienestar, las libertades y la democracia, según él.

Curiosamente, el mandatario del partido que protagonizó el golpe secesionista al Estado de 2017 -presente en un sinfín de manifestaciones ultranacionalistas catalanas en los últimos años, entre ellas las contrarias al 25% de castellano en las aulas o la del pasado domingo en la Diada-, ha acusado a los dirigentes del PP de "intentar presionar desde las calles, antidemocráticamente, lo que en Cataluña nunca ganarán en las urnas".

A vueltas con la "España negra"

Aragonès ha recomendado a ambos dirigentes del PP "que salgan de la cueva del autoritarismo, que salgan de la cueva de esta España negra que no se reconoce ni siquiera a sí misma", añadiendo que eso mismo ha creado, a su modo de ver, muchos afines a la secesión de Cataluña.

El presidente de la Generalitat ha pronunciado su soflama política partidista después de visitar el Institut Guttmann en Badalona, una entidad dedicada al tratamiento de las personas con discapacidad de origen neurológico.

Lo que dijo Aznar

Aznar, en una intervención en un campus de la Fundación FAES, opinó ayer martes que una amnistía legitimaría la "intentona sediciosa", sería "una invitación a volver a hacerlo" y marcaría "el punto de no retorno hacia la destrucción de la Constitución".



Es por ello que el exlíder del PP llamó a oponerse y "plantar cara". "Creo que España acumula energía cívica, institucionalidad y masa crítica nacional para impedir este proyecto de disolución nacional", dijo, unas palabras que fueron respaldas por la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que compartió esta última declaración con la frase "¡Basta ya!".

El 'president', irritado

Sus posicionamientos han sido utilizados desde el nacionalismo catalán, recurriendo al victimismo habitual: "Aznar y Ayuso nos amenazan cada día, constantemente. La amnistía es inevitable, porque más allá de la coyuntura del Estado es una cuestión de democracia", ha llegado a decir Aragonès.

El dirigente de ERC también ha echado mano del mantra de confundir la parte con el todo: "Si quieren continuar en esa línea, encontrarán una Cataluña que planta cara para defender nuestras libertades, frente a una derecha extrema que se confunde cada vez de forma más clara con la extrema derecha. Y se encontrarán con que cada vez más personas abrazan no solo la causa de la amnistía y el referéndum, sino también la causa de la independencia", ha manifestado. En este sentido, cabe apuntar que ni PSOE ni Sumar incluían la amnistía, el referéndum de secesión ni la independencia en sus programas electorales.



Aragonès ha evitado responder si comparte la acusación de "golpismo" proferida desde el Gobierno e incluso por el líder de ERC, Oriol Junqueras, y se ha limitado a insistir en que las declaraciones de Aznar son "de alguien que tiene alergia a la democracia". "A partir de ahí que cada uno lo califique como vea", ha apuntado.