Luis Rubiales es el nombre del momento, y su comportamiento poco decoroso tras la final del Mundial de fútbol femenino ganado por España (beso incluido a la jugadora Jenni Hermoso) es el tema de este inusual agosto poselectoral, con permiso del caso Sancho. La mecha se encendió el pasado domingo poco después de las dos de la tarde, y la explosión de la bomba ha salpicado a todos los sectores de la sociedad. Tampoco se libra del estruendo la política catalana, que entre negociación y negociación con el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez no duda en señalar con todos los dedos al todavía presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), quien se niega a dimitir por sus actos, aunque será inhabilitado con toda probabilidad, así lo ha deslizado el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Víctor Francos.
La renuncia de Rubiales se daba por hecha en la asamblea extraordinaria celebrada este viernes en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas (Madrid), sede de la RFEF, pues hasta la FIFA le ha abierto expediente por ese beso que ha dado la vuelta al mundo. Pero, lejos de dejar el cargo, se ha aferrado a él y ha contado su versión, que difiere de la de Hermoso. Sea como sea, la decisión y el discurso de Rubiales no han hecho más que avivar las llamas, pues ha defendido que tenía permiso de la jugadora para darle ese “piquito”, y ha dicho que fue ella la que, primero, acercó el cuerpo del presidente al suyo.
Críticas y renuncias
Así, el enroque de Rubiales –y los aplausos de varios de los presentes– ha provocado, por ejemplo, la renuncia de Borja Iglesias a la selección a la espera de un “fútbol más decente”, o la oleada de apoyo de numerosas futbolistas a Jenni Hermoso, incluidas las integrantes de la selección campeona del mundo. También muchos clubes han emitido comunicados más o menos contundentes contra el presidente de la RFEF. Y los políticos de todos los colores se han subido al carro condenando el discurso de Rubiales. También los independentistas, a pesar de que ninguno de ellos se acordó de felicitar a las jugadoras por haber ganado el Mundial; solo se refieren a España cuando les conviene.
Es el caso de la consellera de Igualdad y Feminismos de la Generalitat catalana, Tània Verge (ERC), que no dijo nada acerca del impecable y exitoso triunfo de la selección femenina en Sídney, pero que no ha dudado ahora en afirmar que “queda retratado el machismo recalcitrante de un buen grueso de la asamblea general de la RFEF que le ríe las gracias [a Rubiales] cuando ataca al feminismo y condona unos comportamientos que están siendo rechazados por doquier”, ha escrito en su cuenta de X (antes Twitter). “¡Patriarcado en estado puro!”, ha sentenciado. Unas palabras que ha suscrito, también en esa red social, la consellera de Presidencia, Laura Vilagrà (ERC), calificando de “inaceptable” la “actitud” del presidente federativo e instando a su despido si él no dimitía. Vilagrà, por cierto, tampoco felicitó al combinado nacional por el triunfo, aunque ha estado promocionando este verano una exposición sobre el deporte femenino.
Xenófobos feministas
De modo parecido se ha pronunciado la líder de los comuns en el Parlament, Jéssica Albiach, quien ha pedido el cese de Rubiales después de que se haya negado a dimitir: “Si Rubiales no dimite, se le deberá cesar. Su machismo no quedará impune. Hoy y siempre, desde el feminismo continuaremos construyendo un país mejor”, ha defendido en X. Desde Ciudadanos, su líder en Cataluña, Carlos Carrizosa, ha declarado que es un “error aferrarse al cargo en estos momentos”, bien que considera “intolerable que el Gobierno de España se arrogue competencias [como tomar medidas para echar a Rubiales] que no tiene para señalar a una persona por muy reprochable que haya sido la acción de este señor”. Para él, el Ejecutivo “no tiene nada que decir ni tiene que politizar el asunto”.
Desde el entorno de Junts, la presidenta del Parlament, Anna Erra, ha tildado de “machistas y prepotentes” las actitudes del presidente de la RFEF, pues considera que “los hechos fueron graves”, pero las “explicaciones son todavía más hirientes”. Cabe recordar que Erra, exalcaldesa de Vic, en 2020 instó a “poner fin a la costumbre muy presente en determinadas zonas del país de hablar en castellano a cualquier persona que por su aspecto físico o su nombre no parezca catalana”. Asimismo, la presidenta de su partido, Laura Borràs, recientemente inhabilitada y condenada por corrupción, ha llamado a Rubiales “machista orgulloso de ser machista” y, además, ha sido “ovacionado mientras justifica lo injustificable”. “España 2023”, ha escrito en X. Mientras, el expresidente del Govern Quim Torra ha tuiteado que “parecía imposible caer más bajo que Luis Rubiales; pero sí, quienes le han aplaudido hoy”, ha manifestado quien un día escribió que “España ha sido un país exportador de miseria, material y espiritualmente hablando”, se refirió a los españoles como “carroñeros, víboras, hienas, bestias con forma humana” y manifestó que tenían “un pequeño bache en su cadena de ADN” aquellos a quienes les “repugna cualquier expresión de catalanidad”.
Aragonès pide contundencia al Barça y la FCF
La secretaria general adjunta de ERC, Marta Vilalta, ha llamado a “acabar con la apología de los discursos machistas, de la justificación, de hacerse la víctima y de echar la culpa al feminismo”. Y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha exigido la “dimisión inmediata” de Rubiales, pues “hace falta ejemplaridad”. “Es abominable el hecho y lo es el discurso prepotente y machista de hoy. Los derechos y las libertades se tienen que defender siempre. No vale callar, ni aplaudir ni proteger el machismo”, ha afirmado en X, antes de reclamar “una posición mucho más contundente de los representantes del fútbol catalán”, en referencia a las reacciones del FC Barcelona y de la Federación Catalana de Fútbol al respecto. Ninguno de ellos felicitó a la selección española por el Mundial que ganó el pasado domingo.
Por último, la secretaria general del Deporte de la Generalitat, Anna Caula, ha tachado de “esperpénticas” para un representante institucional las declaraciones de Rubiales, en palabras a TV3. “Hemos visto de primera mano lo que es capaz de expresar este personaje”, ha dicho.