Luis Rubiales no dimite. Y, en un discurso sorprendente que cogió a casi todos con el paso cambiado, proclamó que su beso a Jenni Hermoso fue consentido. No solo eso. El presidente de la Federación Española de Fútbol se autoproclamó víctima de dicha acción y negó la versión de la futbolista.
Tras pedir disculpas a la Reina y la Infanta por llevarse las manos a sus genitales, Rubiales destapó su discurso más enérgico al acusar a los partidos políticos de intentar forzar su dimisión. Y recalcó que su beso a Jennifer fue totalmente consentido.
La justificación
"El falso feminismo es una lacra de este país. Fue un gesto espontáneo, mútuo y consentido", ha dicho Rubiales.
El todavía presidente de la Federación ha explicado su teórica breve conversación con Hermoso en la entrega de las medallas y la copa. Según Rubiales, Jenni "me subió en brazos y me acercó a su cuerpo". El dirigente también ha comentado que le preguntó a la futbolista si podía darle un "piquito" y que ella le dijo: "Vale".
Versiones diferentes
"Aquí se está ejecutando un asesinato social. Tenemos que hacer una reflexión de hacia dónde vamos", ha insistido, mientras era aplaudido por una gran parte de los asistentes a la asamblea extraordinaria.
Las palabras de Rubiales chocan con el comunicado de la agencia de Jenni Hermoso, del miércoles. "FUTPRO rechaza cualquier actitud o conducta que vulnere los derechos de las futbolistas y desde el sindicato estamos trabajando para que actos como los que hemos visto nunca queden impunes, sean sancionados y se adopten las medidas pertinentes que protejan a las futbolistas de acciones que creemos son inaceptables”.