ERC se incorpora junto al PSC y los Comunes en el gobierno de la Diputación de Barcelona

ERC se incorpora al gobierno de la Diputación de Barcelona (DIBA). A un día de que se presente el detalle del equipo de gobierno de la institución supramunicipal, los republicanos han aceptado la oferta que el PSC le puso sobre la mesa antes de las elecciones generales y se unen al ejecutivo de una institución que mueve más de 1.200 millones de euros de presupuesto anual.

Ambos partidos intentan desvincular este acuerdo de la negociación para facilitar la investidura de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados. Explican que las conversaciones para que prosperase el pacto anunciado este martes se iniciaron poco después de las elecciones municipales y lo enmarcan en los acuerdos locales que mantienen ambas formaciones. 

Peso de las elecciones generales

Las elecciones generales sí han tenido peso en el desenlace del gobierno de la DIBA, pero tanto desde PSC como desde ERC aseguran que sólo para el calendario de presentación del pacto. Se ha esperado hasta después de los comicios para presentar otro gobierno sin la unidad independentista que los líderes de todos los partidos secesionistas han proclamado durante la campaña y que se perdió en el momento en el que ERC y Junts rompieron en la Generalitat. 

La imagen que se da en la DIBA también es significativa de la realidad de la política catalana. Los socialistas retienen la presidencia con Lluïsa Moret y la vicepresidencia primera y gobiernan la organización supramunicipal junto a los Comunes y dos alcaldes de PDeCAT que estaban en el grupo de Junts y que se desmarcaron de la estrategia de los neoconvergentes de no negociar con el PSC. Los de Torrelles de Foix e Igualada, Sergi Vallès y Marc Castells, respectivamente. 

Junts, junto a PP y Vox en la oposición

Junts es el principal partido de la oposición en la DIBA. Sus 10 representantes comparten posición con los 4 diputados provinciales de PP, un grupo que lidera el alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, y el único representante de Vox en la institución, el ultra Jordi de la Fuente. 

También ha declinado entrar en el gobierno de la DIBA el alcalde de Terrassa, Jordi Ballart de la plataforma Tot per Terrassa, aunque facilitó la votación de Moret como presidenta de la DIBA junto a sus antiguos compañeros de partido (salió del PSC por el voto a favor de los socialistas a la aplicación del artículo 155 en 2017). 

Estrategia de radicalidad de Junts

De nuevo, la estrategia radical de Junts les apea del poder. En la DIBA es especialmente sangrante, ya que formaban gobierno con el PSC en la pasada legislatura y las voces más centralistas de la formación pedían que el pacto continuara para no perder la poca fuerza local que obtuvieron en las urnas.

Con todo, el llamado sector duro se impuso en la dirección de Junts y el secretario general, Jordi Turull, mandó negociar solo pactos en clave independentista en todas las diputaciones. Esta directriz también hizo saltar por los aires el acuerdo que se había cerrado en Tarragona con el PSC. Con todo, la estrategia ha distado mucho de ser exitosa. PSC y ERC sellaron una alianza en Tarragona y Lleida y los neoconvergentes sólo han podido mantener la presidencia de Girona y tras un duro correctivo, el de perder la alcaldía de la capital provincial en favor de la CUP. 

Desde el sector más moderado de Junts se reclama virar la estrategia con la vista puesta en lo que puede pasar en Madrid. Incluso Xavier Trias, que sí había cerrado un pacto con ERC para gobernar Barcelona, ha pedido a la dirección de su partido pragmatismo para abordar la negociación de la investidura. Con todo, por el momento triunfan las posiciones más escoradas de la formación que aproximan España a la repetición electoral.