Sánchez intenta defender la reforma de la sedición más allá de Junqueras

La reforma del delito de sedición que ha empezado a tramitar el Gobierno y para la que ya cuenta con apoyos más que suficientes en el Congreso no supondrá que el líder de ERC, Oriol Junqueras, lo vaya a tener más sencillo para presentarse como candidato a unas próximas elecciones. Así lo manifiesta el principal impulsor de la polémica medida, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. 

“Los delitos no desaparecen”, señala el jefe del Ejecutivo en el transcurso de una entrevista concedida a La Vanguardia, en la que también niega que el cambio normativo, que supone la eliminación efectiva de este precepto penal, facilite las cosas a los responsables del procés que están fuera de España.

"Puigdemont rendirá cuentas"

En concreto, Sánchez se ha referido al expresidente Carles Puigdemont, prófugo de la Justicia, al asegurar que “tendrá que rendir cuentas de los delitos cometidos en 2017”, con independencia de las modificaciones en el Código Penal. 

Además, el inquilino de la Moncloa ha asegurado que Puigdemont terminará por presentarse ante los jueces. “Tendrá que comparecer ante la Justicia española, estoy convencido de ello”. 

Sin favor al independentismo

Sánchez ha reiterado que la supresión de la sedición y su reemplazo por el de desórdenes públicos agravados es un compromiso de legislatura y responde a la voluntad de “homologar este delito con las principales democracias europeas”. 

En este sentido, también niega en la entrevista que la maniobra sea una concesión a ERC a cambio de su apoyo para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado de 2023. “El independentismo ha pedido siempre la amnistía, que nada tiene que ver con lo que estamos proponiendo”.

El 155 debió llegar antes

Respecto a la situación en que quedan los jueces con esta reforma, Pedro Sánchez considera que, lejos de dejarles en situación de indefensión, la medida les libera de responsabilidades que, a su juicio, tuvieron que asumir en 2017 cuando le correspondían al Gobierno, entonces presidido por Mariano Rajoy.

Sánchez va aún más lejos y considera que una de las lecciones que dejó aquella sucesión de acontecimientos es que hubo de aplicarse el artículo 155 de la Constitución, tan denostado por el entorno independentista, antes de lo que se hizo, más concretamente en el momento en que se aprobaron las llamadas leyes de desconexión, a comienzos del mes de septiembre de aquel año.