Borràs se va, Junts ultima sus argumentos para aguantar en el Govern
Miembros de la formación posconvergente se escudan en el temor a un tripartito entre ERC, PSC y comunes y en su afán por lograr la independencia para continuar gobernando con los republicanos
29 julio, 2022 00:00La suspensión de Laura Borràs como presidenta del Parlament deja a Junts en una posición debilitada. Tras la marcha de la posconvergente de los órganos de la Cámara, el partido prepara su relato para justificar su permanencia en el Govern de coalición con ERC. Sobre todo, después de las duras declaraciones de Borràs cargando contra los diputados de ERC, PSC y CUP que, este jueves, votaron a favor de aplicar el artículo 25.4 del reglamento de la Cámara y, por ende, de apartarla de forma inmediata al haberse abierto contra ella un juicio oral por corrupción.
Uno de los primeros en excusar la continuidad del pacto con ERC ha sido el diputado Joan Canadell, que lo ha vendido como un favor a sus votantes. "Todos los que piensan que si saliésemos del Govern se convocarían elecciones inmediatas, tienen que saber que no es así", ha manifestado a través de las redes, donde ha apuntado que quien tiene potestad para convocar los comicios es el president de la Generalitat, Pere Aragonès.
El temor a un tripartito
En este sentido, el dirigente ultranacionalista ha lanzado un dardo a los republicanos: "Es obvio que si dejamos el gobierno seguirán dos años y medio más gobernando con el apoyo de PSC y comunes y alargando la autonomía".
Según él, la mejor reacción al "lawfare estatal reforzado por ERC es poner en marcha la ponencia política aprobada por el 99,8% de los afiliados de Junts". Eso es, el fin de la mesa de diálogo --con la que nunca han estado de acuerdo--, la preparación para activar la declaración unilateral de independencia (DUI), movilizaciones y avanzar en el reconocimiento internacional a su causa.
Objetivo: la independencia
Canadell, que es miembro del sector duro de JxCat y que ha destacado en varias ocasiones por sus salidas de tono, ha defendido que el objetivo del partido debe ser el de "cumplir el mandato del 52%". Según él, salir del gobierno es renunciar a ello: "Nos han votado para hacer la independencia y, por eso, hay que estar en el Govern".
En la misma línea se pronunció la propia Borràs minutos después de ser suspendida como presidenta del Parlament. Durante su tenso discurso que incluía críticas y reproches a sus socios independentistas, ha acogido el mismo relato de continuar "firme y determinada a seguir luchando" para defender sus principios: "Sigo afirmando que no hay objetivo más noble que la libertad plena de mi país".
Salir del Govern por "dignidad"
Sin embargo, otras fuentes de la formación no entienden que, tras las discrepancias existentes con los republicanos por "asumir la represión" del Estado, continúen tendiéndoles su mano. "Si no deshacéis el gobierno, admitís que es por la paga" --Junts ostenta siete consejerías, con todos los cargos y empleos añadidos, más allá del propio de conseller--, por lo que les exigen "dignidad". Más aún tras las pullas que Borràs, entre otros, ha lanzado a quienes deberían ser sus compañeros de viaje: "No tienen otra expectativa que la autonomía ni ninguna motivación que sus propios partidos", dijo ayer tras su relevo al frente de la Cámara.
Algunos ya han expresado públicamente su deseo de romper con ERC al ver una "humillación". Uno de ellos es el expresidente de la Generalitat Quim Torra, quien minutos antes de la suspensión de la expresidenta ya lanzaba un aviso a navegantes: "El independentismo ya estaba muy tocado, pero hoy queda todavía más. Estamos dejando de lado el derecho a la autodeterminación. Junts deberá hacer una reflexión y tomar una decisión clarísima".
Así pues, Torra sugiere que Junts debe abandonar el Ejecutivo autonómico. También otras voces apuestan por que la ejecutiva "tome una decisión a la altura" frente a lo que consideran una "agresión" entre el propio secesionismo.
El futuro de Junts
Por el contrario, dentro de la formación surgen voces pragmáticas que, alejadas de los focos, reconocen haber dejado caer a Borràs para "enterrar lo que ella significa". Pese al apoyo "sin fisuras" que miembros de Junts mostraron hacia la expresidenta, cabe recordar que en la votación de la nueva ejecutiva de Junts celebrada hace apenas un mes, Borràs no logró superar a otro de los fuertes, Jordi Turull, ni a Anna Erra, la alcaldesa de Vic.
Ello explica que ayer jueves la posconvergente y sus correligionarios más cercanos se sorprendiesen al ver el limitado poder de convocatoria que tuvo la movilización frente al Parlament media hora antes de su suspensión, donde la todavía presidenta pretendía darse un baño de masas muy por encima del que realmente fue. Durante el saludo que les dio Borràs, destacó la ausencia de Turull, que se mantuvo alejado de las cámaras.
Borràs, un "obstáculo"
Aun así, políticos como Turull cuentan con más apoyos y sus próximos ven la suspensión de Borràs como una oportunidad para reconducir el partido. Más si cabe tras la publicación del último CEO, en el que Junts retrocede de los 32 escaños actuales a 22-27.
La intención es imponer un giro a la moderación para reagrupar el voto neoconvergente que les colocó en una buena posición en las últimas elecciones. En ese fin, Borràs es un "obstáculo".