El Govern encomienda el problema de los temporeros a dos ‘segundones’
La Generalitat culpa al Estado de la situación de los trabajadores de la fruta, pero envía a cargos de segunda fila a la reunión con los ministerios de Agricultura y Sanidad, donde obviaron el asunto
22 abril, 2021 00:00El Govern, como ya ocurrió el año pasado, pretende enfocar la llegada de temporeros como un problema de orden público y de inmigración para culpar al Estado. Las declaraciones de la consejera de Agricultura, Teresa Jordà, y de responsables de Salud van en esa línea. Mientras la primera reclamó regularizaciones extraordinarias de los trabajadores de la fruta durante una visita a Alcarràs (Lleida), el jefe de la uci del Hospital Arnau de Vilanova vinculaba el aumento de los contagios por Covid en tres comarcas catalanas --entre ellas, el Segrià-- al sector agroalimentario. Unas declaraciones que suponen un añadido respecto a los problemas registrados el año pasado.
Aunque la campaña de recogida de la fruta no comienza hasta junio, los temporeros han comenzado a llegar a Lleida. La Generalitat culpa de ello a la falta de control al Gobierno, que, a su vez, plantea que quizá sea el cierre perimetral decretado en Cataluña el que no funciona si llegan personas de otros puntos de España.
Falta de diálogo
La falta de diálogo entre ambas Administraciones complica el debate y la búsqueda de soluciones a un problema que comienza a desbordar a los servicios de asistencia de los trabajadores. Sin embargo, el Govern desaprovecha los foros en los que se puede discutir la situación.
Ocurrió a principios de este mes, cuando tuvo lugar la primera reunión de coordinación de las campañas agrarias de los ministerios de Agricultura y Sanidad con las comunidades autónomas. El Govern envió a la directora general de Agricultura y Ganadería, Elisenda Guillaumes, y al subdirector general de Coordinación de Salud Pública, Xabier Llebaria. A diferencia de otras comunidades, no acudió ningún consejero o secretario general. Es más, los representantes de la Generalitat ni siquiera plantearon la situación existente en Lleida.
Cambio de modelo
Año tras año, entidades como Cáritas alertan de las condiciones infrahumanas en las que se encuentran los temporeros. Un problema cuyo origen se encuentra en el cambio de modelo de atención laboral y social a los trabajadores extranjeros.
Documento de colaboración entre el Govern, patronales y sindicatos para la temporada de recogida de fruta en 2005 / CG
En 2005, cuando la Generalitat no tenía competencias en inspección laboral --ahora sí las tiene--, se puso en marcha un sistema basado en oficinas móviles de empleo para facilitar la contratación de los temporeros de Lleida, se destinaban ayudas a los ayuntamientos y a las entidades agrícolas para facilitar su alojamiento y se establecían convenios con patronales y sindicatos. Aquel sistema de contratación in situ suponía un primer paso para la regularización, que sigue siendo competencia del Estado.
Oficinas móviles
Las oficinas móviles disponían de acceso a internet para acceder a todas las aplicaciones corporativas del Servei d'Ocupació de Catalunya (SOC), necesarias para realizar tanto la inscripción de trabajadores en busca de empleo, como el registro de ofertas de trabajo, la búsqueda y la presentación de candidatos y el registro de los contratos formalizados al amparo de la campaña.
Empresas y sindicatos participaban activamente en ese proceso. En este sentido, los empresarios se comprometían a buscar alojamiento, mientras que el Govern destinaba ayudas para garantizarlo. La crisis y los recortes del gobierno de Artur Mas desmantelaron ese modelo. Hasta el momento, no se ha recuperado.