La purga de Cuevillas agudiza el enfrentamiento entre Borràs y Puigdemont
El fugado había encomendado a su abogado controlar a la presidenta del Parlament en plena pugna precongresual por el liderazgo de JxCat
6 abril, 2021 00:00Dos sectores enfrentados y un congreso para visualizar liderazgos. Una combinación explosiva, sobre todo si hay en juego mantenerse en el gobierno o pasar a la oposición. El cese de Jaume Alonso Cuevillas como secretario segundo de la Mesa del Parlament añade más leña al fuego en Junts per Catalunya (JxCat), donde la rivalidad entre Laura Borràs y Carles Puigdemont aumenta por momentos.
La supuesta transversalidad esgrimida por los neoconvergentes saltó por los aires ayer con la purga del abogado, que se atrevió a cuestionar la estrategia de confrontación de JxCat: esto es, el perfil duro que Borràs quiere imprimir en su gestión como presidenta del Parlament. Cuevillas, que pasó de ser abogado de Puigdemont a formar parte de su núcleo de máxima confianza, se incorpora así al club de represaliados convergentes que se atrevieron a cuestionar la línea oficial del partido.
Chacón, Baiget...
El pasado septiembre, Àngels Chacón fue cesada como consejera de Empresa de la Generalitat porque no quiso incorporarse al nuevo partido de Puigdemont --y posteriormente se presentó como candidata del PDECat en las elecciones del 14F--. Del mismo modo, antes fue destituido Jordi Baiget, quien ocupó el mismo cargo que Chacón hasta que en julio de 2017 se atrevió a cuestionar el referéndum de independencia en una entrevista.
Unas declaraciones mediáticas le han costado también ahora el puesto a Cuevillas. Pero según explican a Crónica Global fuentes soberanistas, a Puigdemont no le ha gustado nada esa decisión, tomada a propuesta de Borràs y que, según informaba ayer el partido, se consensó con el secretario general de JxCat, Jordi Sànchez --con una capacidad decisoria cada vez mayor en esta formación-- y el propio fugado.
“Puigdemont confiaba en Cuevillas para controlar a Borràs, pero se ha dado cuenta de que el abogado no ha estado a la altura de ese cometido”, explican esas fuentes. Dicho de otra manera, el hasta ahora secretario segundo del órgano encargado de tramitar las iniciativas independentistas prometidas por Borràs, no ha podido o no ha sabido atar en corto a quien apunta a disputar el liderazgo a Puigdemont.
La nueva y la vieja CDC
Cuevillas, obviamente, es quien conoce las leyes y el derecho, mientras que Borràs es filóloga. Pero su dureza le está haciendo ganar muchos enteros dentro de un partido que el próximo 24 de abril celebrará un congreso extraordinario para constituir su Consell Nacional --donde está representada la militancia del partido--, y también para definir la estrategia del mismo: esto es, las negociaciones con ERC.
Tal como informó este medio, la vieja guardia convergente --Elsa Artadi, Damià Calvet, Jordi Puigneró…-- quiere que haya un nuevo gobierno cuanto antes, mientras que Borràs o Joan Canadell prefieren que se produzca una repetición electoral. Incluso hay una corriente en las bases de JxCat partidaria de investir a Pere Aragonès sin entrar en el Govern para dejar en evidencia a ERC y la CUP. Puigdemont, como en otras ocasiones, duda, mientras que Sànchez tampoco se moja demasiado, aunque preferiría una formación de gobierno sin el lastre de antiguos miembros de la old CDC.
"¿Inhabilitados por una tontería?"
En medio de esa pugna precongresual, Cuevillas ha planteado la pregunta que muchos independentistas se hacen, pero no se atreven a decir en voz alta. “¿Debemos dejar que nos inhabiliten sin pena ni gloria por una tontería?”, en referencia a las iniciativas relacionadas con la monarquía o la "autodeterminación". Puigdemont tenía escaso margen de maniobra para salvar a quien fue su letrado, y al que debe mucho. Incluso alguna que otra minuta por su asesoramiento legal, aseguran algunas fuentes.
Josep Costa, miembro de la war room de Borràs --integrada también por Quim Torra y Francesc de Dalmases--, le afeó esas declaraciones a Cuevillas, a quien invitó a abandonar la Mesa si no se atrevía a correr riesgos. El letrado puso su cargo a disposición de Borràs, quien ahora ha propuesto como sustituta a Aurora Madaula, una diputada fiel a Puigdemont --es dirigente del polémico Consejo para la República, con sede en Waterloo y que mantiene encalladas las negociaciones entre JxCat y ERC--.
Las aspiraciones de Cuevillas
El pleno del Parlament tiene la última palabra y Madaula deberá someterse a una votación en la que ERC deberá decidir de nuevo si se posiciona con Junts o si permite que esa secretaría segunda sea adjudicada a los comunes --que proponen a Lucas Ferro como candidato-- y opta por una alternativa de gobierno de izquierdas.
Cuevillas siempre ha aspirado a ser consejero de Justicia del futuro gobierno, pero los cambalaches partidistas en JxCat están complicando mucho las cosas. El letrado ya abandonó el escaño en el Congreso, que ocupó también por decisión de Puigdemont para neutralizar a Borràs, con la esperanza de dar el salto al Govern. Borràs también confiaba en formar parte del nuevo Consell Executiu --así lo admitió en su discurso de toma de posesión como presidenta del Parlament--, pero Puigdemont la vetó.