Un indulto parcial dejaría libres a los presos del 'procés' para Semana Santa
La medida de gracia, que restaría cuatro años de condena, se sumaría al tiempo que ya han pasado en prisión
7 enero, 2021 00:00Un informe elaborado por técnicos penitenciarios estima que los líderes políticos condenados por el referéndum del 1-O podrían quedar en libertad en abril tras la concesión de un posible indulto parcial y la reforma de la sedición. Se trata de un análisis procesal, pero también político, pues aborda las consecuencias de esa medida de gracia para el Gobierno de Pedro Sánchez.
El documento, al que ha tenido acceso Crónica Global, es fruto del trabajo de un grupo de técnicos de prisiones sobre el futuro de los presos independentistas, basado en las informaciones que ya obran en poder de las autoridades penitenciarias.
Indulto parcial de cuatro años
Así, las previsiones apuntan a la concesión de un indulto parcial de cuatro años, que se sumaría a los tres años que los dirigentes del procés ya llevan en la cárcel. Todos ellos fueron condenados a penas que oscilan entre los 13 años y los 9 años de prisión, además de la inhabilitación por el mismo período de tiempo.
De esta forma, la mayoría quedaría a expensas de la obtención de la libertad condicional, que "podría materializarse en poco tiempo, de hecho antes de Semana Santa podrían estarlo casi todos aplicándola en la modalidad cualificada de las 2/3 partes”.
No obstante, la libertad condicional es “una simple suspensión de la condena con el riesgo de reingresar perdiendo ese tiempo en caso de recaer una nueva condena”, por lo que “la opción más favorable para ellos es el tercer grado con régimen del artículo 86.4" del reglamento penitenciario, según el cual, "el interno queda eximido de pernoctar en el establecimiento, aceptando los controles mediante dispositivos telemáticos o de otro tipo que establezca la Junta de Tratamiento”.
Sanchez opina sobre los indultos a los presos independentistas / MONCLOA
Rebajar la tensión en Cataluña
Esta vía tiene como inconveniente el hecho de que puede ser impugnada por la Fiscalía o el Tribunal Supremo. Pero “políticamente, un indulto parcial, como ejercicio de gracia es poco cuestionable”, además de “rebajar la tensión en Cataluña, asegurarse la gobernabilidad asimétrica, distraer la opinión pública ante la crisis y descolocar a las derechas” que, según prevén de los autores del análisis, utilizarán ese asunto para arremeter contra el Gobierno de Pedro Sánchez.
No obstante, otras fuentes apuntan a que la concesión de los indultos sería más personalizada, en función del arrepentimiento demostrado, dado que la actitud de Jordi Cuixart, por ejemplo, no es equiparable al de Dolors Bassa.
Respecto a la reforma del delito de sedición, los técnicos prevén que las condenas quedarían en los tramos inferiores, es decir, entre ocho y 10 años. Ponen como ejemplo el caso de Oriol Junqueras (ERC), condenado a 13 años de cárcel. “Pasaría a 10 años, menos cuatro de indulto y tres cumplidos, le quedarían tres años y podría acceder a la libertad condicional".
Calendario
"Pero, ¿qué pasaría si se bajara un solo año más en todos los tramos?”. Pues que prácticamente todos los presos estarían en libertad, salvo los condenados a 12-13 años que estarían a dos años de la libertad definitiva, pero podrían acceder al tercer grado o libertad condicional casi inmediatamente.
Los técnicos penitenciarios también incorporan a su estudio un calendario previsible, que pasa por la concesión del indulto en las proximidades de las elecciones del 14F, que un juez debería validar, de forma que en abril de este año ya estaría todo resuelto.
La jugada de Sánchez y ERC
“La situación en Cataluña vendría a coincidir con la constitución del nuevo gobierno, ahí ya se verían las posibilidades aritméticas que ofrecieran los resultados. Los desencuentros se seguirían escenificando, pero la gobernabilidad en Madrid estaría garantizada para toda la legislatura y algo más”, afirman.
Aseguran que “la ingeniería penitenciaria está en marcha en Madrid. Cataluña, con todas las competencias transferidas, no ha sabido ni dar cartas en este juego, ni enhebrar la aguja por más que digan que están trabajando en ello. Hay que reconocer que Pedro Sánchez ha sabido capear el problema con arte de prestidigitador y ERC ha sabido jugar sus cartas en las Cortes, aquí no, pero allí sí”.