“Si usted es un matón, una prostituta, un delincuente en un programa de TV3 en catalán, es probable que hable en español”. Ese es el sesgo nacionalista que, según The Wall Street Journal (TWSJ) existía en la televisión pública de Cataluña. Corría 2014 y el procés llevaba dos años en marcha. Poco o nada ha cambiado desde entonces.
Porque ni el Govern ni los directivos de TV3 se han quejado nunca de esa cuota de castellano representada por personajes marginales --el programa de humor Polònia lo convirtió en su seña de identidad--. Hasta ayer, cuando la consejera de Cultura, Mariàngela Vilallonga, abroncó a la cadena. Pero no por ese sesgo que denunciaba el diario americano, sino porque, a su juicio, el castellano se utiliza demasiado.
El toque de atención de la consejera
El “toque de atención” de la consejera a TV3 a raíz de la emisión de la serie bilingüe Drama demuestra hasta qué punto el Gobierno catalán considera la televisión pública como su feudo. Y cómo la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) se ha saltado las sentencias judiciales que prohíben la exclusión del castellano. “No se excluye el uso de la lengua castellana en los medios de la CCMA”, aseguraba la presidenta en funciones del ente que gestiona TV3 y Catalunya Ràdio, Núria Llorach, cuando se le preguntaba al respecto. ¿Miente Llorach o exagera Vilallonga?
Cantinflas doblado en catalán / YOUTUBE
Las declaraciones de la consejera provocaron ayer una tormenta mediática y política, aunque el debate sobre si TV3 debe ser monolingüe o no se remonta a sus orígenes, cuando fue creada por Jordi Pujol en 2003 para convertirla en uno de los pilares fundamentales del proyecto nacionalista. Una de las primeras medidas fue doblar las películas del mexicano Cantinflas al catalán.
“Todos nos hemos reído con Polònia, pero su mensaje subliminal es el desprecio a lo español. Y eso pasa en la mayoría de programas de TV3. Se reproduce la idea de que España sigue gobernada por Franco. Y en las series de televisión solo hablan castellano prostitutas, delincuentes o marginados”, explica el diputado de Ciudadanos, Ignacio Martín Blanco, abundando en aquel artículo de TWSJ. Así lo ha denunciado en varias comparecencias en la comisión de control de la CCMA en el Parlament. Así como en preguntas dirigidas a Llorach.
En una de ellas, el diputado de Cs se refería al cumplimiento de la sentencia dictada por el Tribunal Constitucional en 2017, en la que se cuestionaban algunos artículos de la ley catalana de de la comunicación audiovisual de Cataluña.
En la misma, el Alto Tribunal indicaba que “si se considerase que los citados preceptos, al especificar que solo excepcionalmente se tendrán en cuenta las características de la audiencia y que la lengua normalmente utilizada será el catalán (o la aranesa) implican la exclusión del castellano, transcenderían del concepto de normalidad al que aludió la STC 31/2010, (sobre el Estatut) en cuanto a la relación entre las dos lenguas, el catalán y el castellano en los medios públicos de comunicación en Cataluña”.
"No se excluye el uso de la lengua castellana"
Añadía que “la previsión de uso normal de una lengua --que, además, puede tener en cuenta las características de la audiencia a la que se dirige, en atención al grado de conocimiento de las lenguas oficiales en núcleos de población específicos-- no puede presuponer la exclusión del castellano en esos medios”.
Martín Blanco pidió a Llorach “copia de las medidas adoptadas por el Consejo de Gobierno de la CCMA para remediar la sistemática e intencionada exclusión del uso del castellano en los medios públicos gestionados por la CCMA”. La presidenta en funciones le respondió en septiembre de 2019 con la escueta frase: “El Consejo de Gobierno no ha adoptado ninguna medida de estas características, ya que no se excluye el uso de la lengua castellana en los medios de la CCMA”.
Lo que dice el libro de estilo de TV3 y Catalunya Ràdio
Sin embargo, el libro de estilo de TV3 y Catalunya Ràdio dice lo contrario, pues se deja un margen muy escaso al uso del castellano. “El catalán es la lengua de uso de nuestros medios. Los profesionales, colaboradores fijos y, en general, todas las personas contratadas hacen servir la lengua catalana en las intervenciones por antena y en esta lengua se difunden los contenidos, sean de producción propia o no”. “En igualdad de condiciones con respecto al valor de los contenidos que nos ofrecen, damos prioridad a la presencia de invitados, especialistas o testigos que se expresen en catalán”. En este sentido, si el entrevistado habla en castellano “no cambiamos de lengua. Si entiende el catalán y no habla ni catalán ni castellano, traducimos sus respuestas al catalán.
Si el entrevistado no entiende el catalán y habla castellano, le hacemos la entrevista en esta lengua, pero nos dirigimos a la audiencia en catalán. En caso de que el castellano no sea su lengua habitual, valoramos con el entrevistado si, en función del contexto y de la eficacia comunicativa, le hacemos la entrevista en esta lengua o en la suya”.
¿Pero qué ocurre con las obras de ficción de producción ajena, como es el caso de Drama, una serie producida por Radio Televisión Española (RTVE) en colaboración con El Terrat (The Mediapro Studio)? “Las producciones externas que originalmente, por voluntad expresa de sus creadores, presentan alternanza de catalán y castellano, las emitimos sin doblaje ni subtitulación”, indican las normas de la CCMA. Tal como se hizo con Drama.
“Nadie pone en duda que una de las misiones de TV3 es contribuir a la normalización lingüística. Lo que no se entiende es que, porque una serie en concreto tenga presencia del castellano, reflejando el bilingüismo de la sociedad, se hagan unas declaraciones tan desafortunadas por parte de la consejera”, explica Beatriz Silva, diputada de PSC-Units, que también forma parte de la Comisión de Control de la CCMA. “Esta no es la mejor manera de animar a los y las ciudadanas castellanohablantes a ver TV3 y sentirla suya. No contribuye a que cumpla su misión de promover el uso del catalán y representar una sociedad diversa”, concluye.
Los comunes también critican a Vilallonga
La portavoz del grupo de Catalunya En Comú-Podem en el Parlament, Susana Segovia, también ha criticado que la la consejera Vilallonga opine que en TV3 se escucha demasiado castellano. Segovia ha recordado la cadena "debe ser la televisión pública de todos", una televisión que "refleje la diversidad de la población catalana". En ese sentido ha señalado que no "comparte" esas declaraciones. "Debería hacer más trabajo por reactivar el sector de la cultura tras la Covid" en vez de hacer comentarios así, dijo.
Pero el independentismo más radical no perdona el uso del castellano en pantalla. A ese colectivo perteneve la propia consejera de Cultura. Vilallonga, catedrática en Filología latina, es firmante del excluyente manifiesto Koiné, que pide que el catalán sea la única lengua oficial de Cataluña, y en septiembre de 2019 aludió en un encuentro sardanista a la existencia de una "raza catalana". También es el caso de la exconsejera fugada Clara Ponsatí, quien arremetió contra la cadena por la entrevista en castellano que se le hizo al presidente del Parlamento Europeo. O el de la periodista Mònica Terribas, quien calificó de error que TV3 entrevistara a José Bono en ese idioma. Corría 2009.