Puigdemont y Torra, dos de los dirigentes del independentismo, durante su charla sobre lo que llaman república en un hotel belga. Imagen del artículo 'por el bien de los indepes' y 'Vais muy sobrados, merluzos'. Imagen del artículo 'Sin temor, sin traicio

Puigdemont y Torra, dos de los dirigentes del independentismo, durante su charla sobre lo que llaman república en un hotel belga. Imagen del artículo 'por el bien de los indepes' y 'Vais muy sobrados, merluzos'. Imagen del artículo 'Sin temor, sin traicio

Política

ERC queda atrapada en las redes de Puigdemont y Torra

Los republicanos han decidido su estrategia, que pasa por una abstención en la investidura de Sánchez, pero sólo el 'president' y el político huido tienen la llave para ir a elecciones

1 julio, 2019 00:00

La situación denota una cierta resignación. Se sabe lo que se quiere. Esta vez sí, aunque habrá algún momento de zozobra. Pero hay cosas que están fuera de control. Esquerra Republicana (ERC) se sabe atrapada en las redes de Carles Puigdemont y Quim Torra, porque sólo ellos disponen de la llave a la que aspiran los republicanos: firmar el decreto de convocatoria de elecciones. Y eso puede que no sea inmediato.

La dirección de Esquerra, que capitanea Pere Aragonès --aunque siempre en contacto con Oriol Junqueras--, tiene decidido el voto en la investidura de Pedro Sánchez. Se abstendrá. No quiere protagonizar ningún bloqueo. Son ya varios los dirigentes que se ha expresado de forma pública: Alfred Bosch y Joan Tardà. Se desea también comenzar a gestionar, porque se es consciente de “las limitaciones del actual Govern”, que ya lleva dos presupuestos prorrogados, y las demandas de los distintos colectivos no las recibe Torra, sino Aragonès, el titular de la consejería de Economía.

Govern y Parlament, dos ámbitos

Las broncas con los miembros de Junts per Catalunya son constantes y se busca diferenciar en dos ámbitos: “En el Govern se intenta un criterio único, se busca un punto que permita una cierta eficacia de la administración, pero el problema es mayúsculo en el Parlament”, señala una fuente republicana. El reproche es el de siempre, desde los últimos meses, y eso tampoco se esconde desde Junts per Catalunya. Hay una orden de Puigdemont para que sus hombres le hagan “la vida imposible” al presidente de la cámara parlamentaria, Roger Torrent.

Pere Aragonès (ERC) y Quim Torra (Junts per Catalunya) cara a cara / FOTOMONTAJE DE CG

Pere Aragonès (ERC) y Quim Torra (Junts per Catalunya) cara a cara / FOTOMONTAJE DE CG

A Torrent, Puigdemont le responsabiliza por no haber habilitado un sistema para poder ser elegido presidente a través de la vía telemática. Y el alfil de Puigdemont es Josep Costa, vicepresidente del Parlament, cuya misión es erosionar a Torrent.

La batalla en las Diputaciones

Es un ambiente ya irrespirable. A eso se añade las maniobras de Junts per Catalunya, con el dedo de Puigdemont, para llegar a acuerdos con el PSC y dejar en fuera de juego a Esquerra en las diputaciones de Barcelona y de Tarragona. Las negociaciones se mantienen, pero ERC es consciente del peligro que corre. Los socialistas se dejan querer, en busca del mayor poder posible en estos momentos.

En el Govern, aunque las cosas se ven de otro modo, como indican las fuentes consultadas, no se puede pasar por alto las trifulcas sobre la gestión. Este mismo domingo, el presidente de la sectorial de Seguridad, Emergencias y Protección Civil de ERC, Ricard Ruiz, arremetía contra el consejero de Interior, Miquel Buch, de Junts per Catalunya, al entender que ha habido un problema de previsión en el incendio de Tarragona. “El sistema de seguridad y emergencias de la Generalitat postconvergente ha entrado definitivamente en crisis”, señaló, en un artículo que después, en la web del partido, se silenció para mantener una cierta cohesión interna en el Govern.

El vicepresidente primero de la Mesa, Josep Costa (i); el presidente del Parlament, Roger Torrent (c); y el vicepresidente segundo de la Mesa, José María Espejo-Saavedra (d) / EFE

El vicepresidente primero de la Mesa, Josep Costa (i); el presidente del Parlament, Roger Torrent (c); y el vicepresidente segundo de la Mesa, José María Espejo-Saavedra (d) / EFE

De cara a las elecciones

Eso implica que las relaciones entre las dos fuerzas políticas son pésimas, porque están ya luchando por sus respectivos espacios electorales. Ante una nueva etapa, que pueda abrir el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y con la sentencia sobre los políticos independentistas a punto, por parte del Tribunal Supremo, Esquerra necesita que se convoquen elecciones en Cataluña.

Pero esa posibilidad sólo la tiene el presidente Quim Torra, que está en contacto permanente con Carles Puigdemont, aunque, desde las últimas semanas, intenta mediar Artur Mas, con dos ideas: facilitar la investidura de Pedro Sánchez pese al rechazo de Puigdemont y buscar un espacio común para que él pueda organizar como partido la marca de JxCAT. Todo eso exige tiempo, y, por tanto, la convocatoria electoral se podría demorar hasta los primeros meses o primavera de 2020. O, incluso, más allá de esa fecha, pase lo que pase con la sentencia del Supremo.

Gestionar el tiempo

Esquerra aguanta de forma estoica. Está atrapada en esa red. Otra cosa será su propio problema interno. La decisión es que Junqueras encabezará todos los carteles electorales pero, con la sentencia del Supremo en la mano, y con la más que posible inhabilitación de Junqueras, el partido deberá decidir el candidato a la Generalitat, con dos nombres por ahora: Aragonès o Torrent.

Sin embargo, los republicanos han aprendido a gestionar el tiempo. Cuando eso llegue, ya lo decidirán. El problema ahora es intentar manejar el caballo, el destino propio, sin depender de los otros, y esos “otros” son Puigdemont y Torra.