Jaume Collboni pasa de las palabras a la acción. El candidato del PSC a la alcaldía de Barcelona, que logró ocho electos en las elecciones municipales del 26 de mayo, lanzará esta semana negociaciones a dos con Barcelona en Comú (BComú). El cabeza de cartel de los progresistas ha anunciado hoy lunes el inicio de una mesa bilateral con los comunes, el partido de Ada Colau. ¿Con qué fin? "Para lograr un tándem progresista en el gobierno de la ciudad de Barcelona", ha avanzado.

De las reuniones, "ya formales", con BComú debería salir, en opinión de Collboni, un Ejecutivo a dos. Este gabinete (que sumaría 18 concejales, ocho socialistas y diez de BComú) pasaría el corte de la investidura del próximo 15 de junio con los votos de Barcelona pel Canvi-Ciutadans, plataforma amplia de Manuel Valls, que lo auparía el gobierno más allá del necesario umbral de los 21 electos con sus seis actas. ¿Quién sería pues alcalde? "No será un obstáculo quien vaya delante", ha dejado claro el candidato socialista, en una referencia velada a que Colau repita como primera edil en un segundo mandato.

Freno al independentismo

Collboni ha dado así el primer paso para formalizar lo que ha sido un rumor a voces --y materia de agrio debate-- durante la primera semana postelectoral: una posible entente entre Colau y Collboni que contara con el de Valls por un día, el 15J, y que cortara así el paso a Ernest Maragall, cabeza de lista de ERC y que se coronó como vencedor de los comicios locales del 26M, aunque por solo poco más de 4.800 votos. A este respecto, Collboni ha "agradecido" al también ex primer ministro francés su ofrecimiento de "apoyo puntual". En cualquier caso, no obstante, el gobierno municipal sería "un tándem", esto es a dos, entre BComú y PSC.

Bajo el punto de vista de Collboni, este Ejecutivo local de 18 concejales (la mayoría seguirán siendo 21) "sería fuerte y estable". Tampoco menor es que dicho gobierno municipal cumpliría los tres requisitos que fijaron los socialistas en campaña. "Que el gobierno de Barcelona sea progresista, que sea un buen gobierno y que sea gabinete no supeditado al procés independentista en Cataluña". Si en los días anteriores a las elecciones Collboni expresó "desconfianza" con Ada Colau, ¿qué ha cambiado? "Pues ha cambiado que tenemos unos resultados electorales. Y éstos dicen que un 60% de los electores de Barcelona han votado progresista. Y que otro 60% ha votado a partidos no independentistas", ha aclarado el candidato.

ERC, a la orilla

Precisamente y si cuajan las conversaciones formales entre PSC y BComú, que pilotará Laia Bonet, la número dos, el gran perjudicado sería el secesionismo. ERC vería como la apean de la carrera por la alcaldía de Barcelona tras imponerse por un escaso margen en las elecciones del 26 de mayo. ¿Sería extensiva esta triple entente del 15J a otras administraciones como la Diputación de Barcelona? "El Ayuntamiento de Barcelona tiene una lógica de pactos propia. No es comparable y, de hecho, entendemos como dijimos en campaña que la ciudad no debe subordinarse a otras esferas", ha aseverado Collboni, abriendo la puerta a la geometría variable --o acuerdos con ERC, por ejemplo-- en instancias supramunicipales.

La gran novedad del juego de pactos del lunes es pues que Collboni ofrece su renuncia a ser alcalde de Barcelona. Y tampoco pide la cabeza de Ada Colau, como se había especulado en algunos círculos, para facilitar una investidura no separatista. "Lo que pasó en la legislatura anterior puede gustar más o menos [en referencia a la expulsión del PSC del gobierno de Barcelona tras la aplicación del artículo 155 en Cataluña], pero hay que mirar al futuro", ha valorado el candidato. En paralelo a ello, la rama de olivo que tienden los socialistas a BComú no conlleva tampoco que éstos rompan negociaciones con ERC. "Respetamos lo que se negocie con otros partidos. Pero nuestra apuesta exclusiva es un tándem al frente del Ayuntamiento de Barcelona, un gobierno a dos", ha apostillado el edil.