Matamala, empresario amigo de Puigdemont, pierde su mejor negocio
Fòrum Gastronòmic echa a Incatis, firma del directivo gerundense, por su ayuda al expresidente catalán huido y el daño reputacional que ello le causaba
17 marzo, 2019 00:00Revés al empresario amigo de Carles Puigdemont. Josep Maria Jami Matamala ha visto como su empresa, Iniciatives Catalanes i Serveis SL (Incatis), perdía su mayor negocio por la ayuda que éste está prestando al expresidente catalán prófugo de la justicia en Waterloo (Bélgica).
Según ha podido saber este medio de fuentes del sector turístico, el conglomerado Fòrum Gastronòmic SL, que monta las ferias gastronómicas homónimas en Barcelona, Girona y A Coruña, ha expulsado a Incatis por el daño de marca que les estaba ocasionando la cobertura de su socio al prófugo. "No les quieren, han roto, y no por voluntad de los Matamala", han indicado fuentes cercanas. Ello significa una carga de profundidad para las cuentas de Incatis, el grupo de Matamala, que facturó cerca de 900.000 euros en 2016 --la mayoría procedentes de los tres eventos--, ejercicio en el que se anotó un beneficio bruto de unos 70.000 euros, siempre según el Registro Mercantil.
Polémica en Galicia
Ni Fòrum Gastronòmic ni Incatis han contestado a los requerimientos informativos de este medio sobre los motivos de la ruptura. Tampoco han aclarado si ésta se debe a la polémica del año pasado, cuando el PSOE cuestionó que el gobierno municipal de Marea Atlántica, vinculado a Podemos, trajera el Foro Gastronómico 2019 a A Coruña cuando una de las empresas organizadoras es cercana al entramado de Puigdemont. El gobierno local respondió que el evento "había llegado a la ciudad en 2014, con el gobierno del PP", mientras que el conglomerado redujo el papel de Incatis a simple "proveedor", según recogió La Voz de Galicia.
Puigdemont (i), expresidente catalán prófugo, con Matamala (c) y el exconseller Comín, en un acto público / EFE
Lo cierto es que el rol de la empresa de Matamala, amigo del expresidente prófugo, es mayor que la de un simple socio circunstancial. Según la propia web de Fòrum Gastronòmic, Incatis se unió a la organización de la triple feria itinerante en 2007, ocho años después de que ésta fuera creada. En otras palabras, ha estado once años seguidos colaborando en el montaje del evento gastronómico --uno de los punteros en España, con más de 230 expositores-- junto a Pep Palau, von Arend & Associats --la mercantil fundadora-- y Trevisano, el tercer socio. Desde entonces, el triplete de sociedades ha agigantado el evento. En Barcelona, la feria complementa a Alimentaria y Hostelco. En Girona y A Coruña atrae a 25.000 visitantes en cada edición.
Causa reabierta
Además de perder el negocio del foro, que llegará a la Ciudad Condal en noviembre, el mecenas de Carles Puigdemont en el autodenominado exilio en Waterloo --donde permanece el expresident atrincherado porque pesa sobre él una orden de detención y si pisa territorio nacional-- se enfrenta a otro quebradero de cabeza. Tampoco él, Matamala, puede regresar a España con seguridad de permanecer en libertad porque la Audiencia Nacional reabrió en enero una causa contra el empresario por encubrimiento para cometer rebelión. El directivo ya no compareció en el tribunal especial en junio de 2018 y ahora lidiará con una nueva citación judicial.
Ello es así porque la Sección Tercera de la Audiencia estimó en enero la demanda de Fiscalía contra el sobreseimiento de la causa por el tipo delictivo contra Matamala, el exprofesor de la Universidad de Barcelona (UB) Josep Lluís Alay y dos agentes de los Mossos d'Esquadra. El cuarteto acompañaba a Puigdemont cuando el exjefe del Ejecutivo fue detenido en Alemania en marzo del año pasado. Entendió el Ministerio Fiscal que los dos policías, Matamala y Alay trataron de ayudar al expresident a regresar de incógnito desde Helsinki (Finlandia), donde pronunció una conferencia en una universidad. Meses después, el 30 de octubre de 2018, el juez Diego de Egea archivó el procedimiento pero la Sala Tercera lo reactivó en enero de este ejercicio al entender que los cuatro habían intentado "evitar la detención" del prófugo pese a que pendía sobre él una orden europea de detención y entrega (OEDE).