Meritxell Batet, ministra de Política Territorial y Función Pública, dirige las relaciones con las autonomías / EFE

Meritxell Batet, ministra de Política Territorial y Función Pública, dirige las relaciones con las autonomías / EFE

Política

El diálogo con los independentistas que propone la ministra Batet

La dirigente socialista sitúa una barrera con el independentismo, con el reproche de que si se quiere reventar unas conversaciones "lo que se hace es pedir lo imposible", en alusión a Torra

26 febrero, 2019 00:00

El Gobierno de Pedro Sánchez tiene una convicción: “sólo se puede buscar una solución al problema territorial en España de dos maneras, o con diálogo, o con diálogo”. La expresión es de la ministra de Política Territorial, Meritxell Batet, que ha ejercido en los ocho meses del Ejecutivo de Sánchez como la “negociadora” con el Gobierno de Quim Torra. Pero ese diálogo tiene limitaciones y líneas rojas que en ningún momento ha traspasado Sánchez, aunque los partidos de la derecha consideran todo lo contrario, y harán de ello el motivo principal de la campaña electoral de las elecciones del 28 de abril. Batet tiene claro que el independentismo ha sido el responsable de que se quiebre ese acercamiento entre los dos gobiernos. “Si quieres reventar un proceso de diálogo, lo que haces es pedir lo imposible, lo que sabes que la otra parte no puede aceptar”.

Ese es el esquema en el que se moverá el Gobierno socialista, y el candidato, cuando firme el decreto de convocatoria de las elecciones, Pedro Sánchez. La ministra Batet, pendiente de ser ratificada por el consejo nacional del PSC como cabeza de lista por Barcelona, aunque con la posibilidad de que Josep Borrell le acompañe en esa candidatura, señaló este lunes en el foro Tribuna Barcelona que las líneas de actuación serán claras de cara a una posible negociación futura con los partidos independentistas. Algo que se ve, por parte del PP, Ciudadanos y Vox, como una especie de sacrilegio patrio.

La consejera de Presidencia, Elsa Artadi (i) y la ministra de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet / CG

La consejera de Presidencia, Elsa Artadi (i) y la ministra de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet / CG

La consejera Elsa Artadi y la ministra Meritxell Batet

La Constitución como límite

Ese diálogo debería partir, a su juicio, de algunas cuestiones “prepolíticas”, al entender que el clima de crispación y de polarización política obliga a partir de esa situación. La primera condición es el respeto al otro y el reconocimiento de su legitimidad; la segunda el respeto a las reglas del juego y al marco legal; y la tercera es la voluntad real de lograr un acuerdo y alcanzar un consenso. Con ello, Batet aludía a la Constitución, pero admitiendo que “hay respuestas dentro de la Constitución, amplias, posibles”, lejos, a su juicio, de la lectura restrictiva que de ella realiza el PP y Ciudadanos.

¿Es todo un nuevo ropaje político del PSOE para buscar el apoyo de los partidos independentistas? Para los socialistas no se trata de ninguna maniobra política, sino de dejar las cosas claras ante una nueva legislatura, en la que, tras el veto de Ciudadanos a un acuerdo con el PSOE y con Pedro Sánchez, se deberá buscar complicidades con los partidos independentistas y con Podemos.

La autodeterminación como excusa

El diálogo, ahora, de hecho, se mantiene con el Gobierno de Torra, con tres encuentros celebrados la pasada semana. Hay reuniones bilaterales, sectoriales, que muestran que los dos gobiernos siguen colaborando, como lo hace el Ejecutivo español con los gobiernos autonómicos de otras Comunidades. Sin embargo, Batet sigue siendo el objeto de las pullas de los partidos de la oposición, que han decidido centrar toda la campaña electoral en el pacto de Sánchez “con los separatistas”. El mal de Batet es el “relator”, la figura que se llegó a pactar para que ejerciera de fedatario y organizador de unos encuentros entre partidos que no se han llegado a organizar, fuera ella o no la responsable. Tanto el PP como Ciudadanos ven en esa figura una muestra de que se quiso pactar “con los separatistas”.

Ernest Maragall y Meritxell Batet en la comisión bilateral entre el Gobierno y la Generalitat / EFE

Ernest Maragall y Meritxell Batet en la comisión bilateral entre el Gobierno y la Generalitat / EFE

Batet, en una de las reuniones bilaterales con el Gobierno catalán

¿Es Batet la opción de Sánchez para mantener ese camino? Es el único camino, a juicio del PSC, aunque con un esquema más cerrado de cara a la próxima legislatura, si se dan las circunstancias. Para la ministra, que ha compartido ese papel de mediadora con la vicepresidenta Carmen Calvo, el hecho de que el presidente Torra insistiera con el derecho a la autodeterminación, con el señuelo de los 21 puntos, un documento que entró Torra a Pedro Sánchez en la cumbre de Pedralbes, pero que no se negoció ni se acordó en ningún momento, muestra que “no se quería ningún diálogo”.

 'No' a un referéndum

Pero la aproximación para alcanzar alguna vía política, “porque es un problema político”, a juicio de la ministra, se deberá producir en algún momento. “Se puede decir que no es el momento, que se demora, pero el momento deberá llegar”, insistió la titular de Política Territorial.

Batet expresó la voluntad del PSC, que influye de forma notoria en el Ejecutivo de Sánchez, y es que el acuerdo no debe llegar únicamente entre gobiernos, sino entre los colectivos sociales, y con los “dos millones de ciudadanos catalanes que votan a partidos independentistas”. Eso indica que el objetivo es que una parte de ese independentismo admita que puede haber otras opciones distintas a un referéndum de independencia. “¿Qué se gana contándose una sociedad, ganar o perder, con un 51% o un 49%?, eso sólo divide todavía más, y lo que se debe alcanzar es un acuerdo previo”.

¿Cuál? Eso es lo que se podría dirimir en la próxima legislatura, si el PSOE gana las elecciones y acaba negociando acuerdos, de nuevo, con el independentismo.