15 horas. Esto es lo que ha durado el bloqueo de la AP-7 por parte de los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR). Los radicales han decidido desconvocar la protesta en la vía rápida a la altura de L'Ampolla (Tarragona) tras largas horas provocando un tapón de tráfico en la mayor autopista de Cataluña. La arteria seguirá cortada durante unas horas más, no obstante, por tareas de desescombro.
La decisión de los antisistema ha llegado después de las advertencias del equipo de mediación de los Mossos d'Esquadra, que les habían conminado a dispersarse antes de medianoche. La policía catalana había advertido de que usaría la fuerza para reabrir la vía si los independentistas radicales no se marchaban a casa, llevándose consigo las ramas de árbol, neumáticos rociados con gasolina, cadenas y otros objetos contundentes usados para interrumpir el tráfico.
Tensión
Finalmente, los radicales han acatado y han resuelto levantar el bloqueo. Lo han hecho después de haberse enfrentado a los conductores y camioneros que utilizaban esta vía, y que han intentado despejar la barricada ellos mismos ante la inacción de los Mossos d'Esquadra. Entre otros perjudicados por el bloqueo, figuraban un camión de mercancías peligrosas, que se ha saltado el control policial y se ha empotrado contra el guardarraíles arrancado por los CDR, o un autobús de niños del Villarreal C.F., que iban a jugar un partido de fútbol solidario, pero a quien los radicales no han dejado pasar.
Corte de la autopista AP-7 por parte de los CDR / EFE
Los antisistema han entrado sobre las siete horas de la mañana en la autopista para exigir la dimisión de Miquel Buch, consejero catalán de Interior, además de para mostrar su solidaridad con los independentistas en prisión preventiva por organizar el procés. Lo han hecho de imprevisto, lo que ha provocado largas colas de vehículos, a quien los Mossos han tenido que desviar por la N-340 para evitar un gran tapón de tráfico.
Semana negra
Pese al esfuerzo de la policía catalana, la circulación por la llamada Autopista del Mediterráneo a su paso por Cataluña ha sido una auténtica pesadilla el sábado. Además del bloqueo de los CDR en Tarragona, los conductores se han topado con hasta 21 kilómetros de retenciones en la zona de Figueres (Girona) y la vía cortada. La causa eran cortes similares en la AP-9 en Le Perthus (Francia) que han realizado los llamados chalecos amarillos, en una nueva jornada de protestas. Los agentes han desviado el tráfico por la N-II, han restringido el paso de camiones y han cerrado las salidas 1 y 2, pero no han podido evitar el colapso.
Cualquiera que hayan sido las algaradas protagonizadas por los CDR hoy, llegan después de una semana de virulenta violencia callejera en Cataluña. El jueves, Día de la Constitución, radicales independentistas asediaron una concentración a favor de la Carta Magna en Girona y un acto de presentación de Vox en Terrassa. La jornada acabó con tres detenidos, tres heridos y doce agentes lesionados. Tras ello, el presidente catalán, Quim Torra, pidió a su consejero de Interior, Miquel Buch, "cambios" en la Consejería, provocando una crisis en el Govern.