El Gobierno resta importancia a los ataques de terrorismo callejero de Arran. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha señalado hoy que "la seguridad [de jueces y funcionarios del Estado] está garantizada" tras la agresión con pintura amarilla al juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, en Sant Cugat del Vallès (Barcelona).

El titular de Interior, durante la rueda de prensa semanal tras el Consejo de Ministros, ha agregado que la tarea de los Mossos d'Esquadra en el campo de la violencia independentista es "ejemplar". Asimismo, Grande-Marlaska ha indicado que la coordinación con la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) es "absolutamente correcta y adecuada". Preguntado sobre si hay preocupación en el seno del Ejecutivo sobre los actos de intimidación contra servidores del Estado en Cataluña, el ministro ha admitido que "no hay una intranquilidad importante" por este asunto. Ello no es óbice, ha precisado, para que el Gobierno esté comprometido en "garantizar un espacio en el que todos ejerzan sus derechos y libertades".

"Medidas en marcha"

Grande-Marlaska ha explicado que las medidas de "prevención y persecución" de hechos como el ataque con pintura amarilla contra la puerta del apartamento del magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo el miércoles "están puestas en marcha". Ello garantiza, según el ministro, que "se puede generar la necesaria confianza". Bajo su punto de vista,  "prueba de ello es que esta semana fueron detenidas dos de las personas a las que se imputa esta agresión", ha dicho, en referencia a los detenidos por las agresiones a manifestantes de la marcha de Jusapol en Barcelona el 29 de septiembre.

El también juez de la Audiencia Nacional ha pedido que no se dé un "altavoz excesivo" a estas conductas, lo que para él no significa que se caiga en el "ocultamiento". Así, "todo debe estar en su justo medio", ha argumentado tras los dos ataques en dos días a la residencia de Llarena en Sant Cugat y a la comisaría de la Policía Nacional de Terrassa, ambas poblaciones de la provincia de Barcelona. 

Ataques a Llarena y al CNP

La valoración del titular de Interior llega después de que los llamados cachorros de la CUP atacaran el apartamento del juez Pablo Llarena en Sant Cugat el miércoles y la comisaría de Policía Nacional de Terrassa la madrugada del viernes. En ambos casos, el método de agresión fue el mismo: individuos enmascarados armados con botes de pintura arremeten contra un edificio de madrugada, para luego divulgarlo en las redes sociales con un vídeo que ha grabado uno de los participantes al día siguiente.

En el caso de la sede policial, que ha sufrido cuatro ataques vandálicos en menos de un año, los antisistema han justificado su acción por la detención de tres miembros de la organización de jóvenes vinculada a la CUP, a la sazón enrolados en los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR), por las agresiones que tuvieron lugar tras la manifestación del sindicato Jusapol en Barcelona el pasado 29 de septiembre.