Un miembro de los Mossos d'Esquadra, un Guardia Civil y un Polícia Nacional / FOTOMONTAJE DE CG

Un miembro de los Mossos d'Esquadra, un Guardia Civil y un Polícia Nacional / FOTOMONTAJE DE CG

Vida

Los Mossos quieren ahora la equiparación con el CNP y la Guardia Civil

La policía autonómica reclama todos los beneficios de orden social de que disfrutan los cuerpos que dependen del Ministerio del Interior

16 mayo, 2018 00:00

El compromiso para la equiparación salarial de los agentes de la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía con los Mossos d'Esquadra suscrito por el ministro Juan Ignacio Zoido han despertado en los sindicatos de la policía autonómica una decidida reivindicación laboral: reclaman todas las prerrogativas y beneficios sociales de que disfrutan los agentes de los cuerpos policiales que dependen del Ministerio del Interior.

El sueldo base será equiparado entre los tres cuerpos, pero desde Cataluña, los Mossos reclaman algunas de las conquistas laborales de sus homónimos de la Guardia Civil y la Policía Nacional como la llamada segunda actividad, una jubilación anticipada que garantiza la practica totalidad de salario y el resto de beneficios laborales adquiridos. Los Mossos no disponen, por ejemplo, de beneficios en el acceso a instalaciones, servicios o al transporte público como sí disfrutan los guardias civiles o algunas policías locales.

Pabellones para todos

Históricamente, la Guardia Civil y la antigua Policía Armada (ambas de cariz militar), se caracterizaban por una extremas condiciones laborales y unos bajos salarios que eran compensados con el acceso a lo que se conoce como pabellones (pisos de distinto tamaño en la mayoría de los casos situados en casas cuarteles).

Esas viviendas militares rotaban y rotan como lo hacen sus inquilinos.

Guardias al límite

En la actualidad esos pabellones, en su inmensa mayoría, mantienen unos a estándares de calidad razonables, pero no hace demasiados años, y especialmente en zonas rurales, los agentes de la Guardia Civil vivían en en situaciones casi infrahumanas.

Por ejemplo, y sin ir mas lejos, durante la década de los setenta, la casa cuartel de Peralada, en Girona, alojaba a varios caballos en la planta baja de una casa donde también se encontraban los calabozos y un pozo ciego al que accedían los agentes para hacer sus necesidades. En todo el edificio no había ni una sola ducha.

Ahorro para todos

Con todo, y gracias a las mejoras provocadas por la construcción de nuevos pabellones y a raíz de las demandas, en este sentido, de las asociaciones de guardias, el parque de viviendas militares ha mejorado, al menos en las inmediaciones de las grandes ciudades. Eso supone un ahorro sustancial para los guardias que acceden a esos pabellones a cambio de un precio mensual muy bajo pero que les garantiza el agua, la luz y la calefacción.

La demanda de los Mossos afecta no sólo a las ayudas para el acceso a la vivienda sino a una equiparación en ámbitos como las bajas por accidente, las condiciones laborales más beneficiosas para agentes que superen los 50 años de edad y diversas mejoras en materia de antigüedad, trienios y asistencia sociosanitaria.