Carles Puigdemont no podrá presentar su candidatura para reeditar el cargo de presidente de la Generalitat a distancia. Así lo ha decidido el pleno del Tribunal Constitucional (TC) en la reunión extraordinaria que ha mantenido este sábado, 27 de enero, y que ha devuelto al Parlament la 'patata caliente' de la investidura del expresidente catalán.
El TC impedirá la investidura telemática del expresident con una decisión cautelar. Asimismo, traslada a las partes su resolución antes de decidir sobre la admisión a trámite del recurso contra la sesión parlamentaria presentado por el Gobierno.
El Tribunal permitirá la sesión convocada para el martes, pero la suspenderá si el candidato a presidir el Ejecutivo autonómico no regresa a España. Lo debe hacer, además, con permiso del juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, que le investiga por cinco delitos.
Con esta decisión, tomada por unanimidad, el TC traslada la constitucionalidad del pleno a la Mesa del Parlament. Este órgano decidirá si Puigdemont puede hacer su discurso a distancia. Si lo intenta, el Constitucional intervendrá y anulará la sesión.
Debate intenso
Los magistrados han mantenido una debate muy intenso, de más de seis horas, tras el escrito presentado por el Gobierno. Han explorado varias opciones para dar acomodo a la petición del Ejecutivo.
Juan Antonio Xiol Ríos, un magistrado catalán considerado del sector progresista, ha presidido la sesión, cuya conclusión unánime es que el pleno del Parlament que el presidente Roger Torrent ha convocado para el próximo martes a las 15:00 horas se celebrará.
Durante el transcurso del mismo, Carles Puigdemont, huido de la justicia en Bruselas (Bélgica), no podrá optar a la reelección como jefe del Ejecutivo autonómico si no se presenta físicamente al hemiciclo con permiso del juez Llarena, que instruye su caso.
Si el exalcalde de Girona intenta delegar el voto, ser investido telemáticamente o cualquier otra forma a distancia, la sesión saldrá de los cauces de la Constitución y será suspendida.
Debe estar
Si bien el debate del pleno del TC ha sido agitado, sí ha habido unanimidad en que la presencia de Puigdemont en la sesión de investidura es necesaria para ser proclamado presidente de la Generalitat.
Así lo habían dictaminado tanto los letrados de la cámara catalana como los del Consejo de Estado.
Habían advertido que la investidura telemática con la que se había especulado supone saltarse el artículo 23 de la Constitución.
Consideran probado que no se podría mantener un debate con el resto de diputados del hemiciclo catalán. La discusión política, habían razonado, es una de las cuestiones básicas de la democracia.
Consejo de Estado
La decisión del pleno de la corte que vela por el cumplimento constitucional de las leyes en España avala la opinión formulada por el Consejo de Estado el jueves.
El órgano supremo consultivo redactó un informe --no vinculante-- a petición del Gobierno. En el documento desaconsejaba impugnar la convocatoria de la sesión de investidura firmada por Roger Torrent, presidente del Parlament, al verla prematura.
No obstante, sí rechazaba toda posibilidad de investidura telemática.
Con ese parecer sobre la mesa, el Ejecutivo de Mariano Rajoy entró su escrito al Constitucional. Hoy sábado, el pleno del Tribunal ha dado al Gobierno una respuesta similar a la que recibió del Consejo de Estado.