Tòfol Soler: de dirigente del PP balear a líder independentista
Hace siete meses aun pertenecía al partido, por el que llegó a ser presidente autonómico.
20 abril, 2015 16:45Los observadores de la política balear suelen señalar que el PP de esta comunidad tiene rasgos diferenciales propios, y que incorpora a ciertos elementos del nacionalismo balear moderado, en un papel que guarda cierta similitud al que jugaba en Cataluña la CiU previa al giro secesionista de Artur Mas. Pero aun así es sorprendente es caso de Cristòfol Soler, que ha pasado de destacado dirigente del PP balear al independentismo más explícito.
Soler es desde este fin de semana el nuevo presidente de la recientemente creada Assemblea Sobiranista de Mallorca (ASM), una asociación impulsada por ERC e inspirada en la Assemblea Nacional Catalana, la entidad que ha promovido -junto con Òmnium Cultural- las principales manifestaciones secesionistas de los últimos años en Cataluña.
"Estado propio" dentro de los "Países Catalanes"
La entidad aboga por un "estado propio" para las Baleares, dentro de unos hipotéticos "Países Catalanes" separados del resto de España, y, como su modelo catalán de la ANC, también pretende actuar al margen de "partidismos". ASM también ha aprobado una "hoja de ruta", aunque más modesta que la de los independentistas catalanes: se conforma con lograr al menos "un diputado" en el Congreso "que se de ningún partido estatal", y con cambiar la "correlación de fuerzas" de las Baleares.
El viaje hacia el independentismo de Soler se inició el pasado mes de septiembre, cuando abandonó el PP, entre críticas al actual presidente autonómico, José Ramón Bauza, de estar llevando a cabo una "españolización" de las Baleares, especialmente los ámbitos cultural y lingüístico. Soler ha opinado que el PP balear actual de Bauzá "no tiene nada que ver con el PP que yo conocí".
Soler no había sido un dirigente menor en el PP balear. Entre 1991 y 1995 fue presidente del Parlamento Autonómico, y de 1995 a 1996 incluso llegó a presidir provisionalmente el Ejecutivo autonómico, vacío tras la dimisión de Gabriel Cañellas por el escándalo del Túnel de Sóller.