Empresarios austríacos abandonarían Cataluña en caso de secesión

Empresarios austríacos abandonarían Cataluña en caso de secesión

Política

Empresarios austríacos advierten de que, en caso de secesión, abandonarían Cataluña

Directivos y empresarios austríacos descartan la independencia de Cataluña por las desventajas económicas, por las incertidumbres que genera y porque la UE no lo permitiría. En todo caso, si esta se produjese, aseguran que trasladarían la sede de sus empresas a otro lugar de España para seguir en la zona euro. "Las empresas internacionales quieren invertir en un mercado que abarca toda España, con sus 45 millones de habitantes, y no en una Cataluña que no llega ni a ocho millones", apuntan.

11 diciembre, 2014 14:03

Las empresas austríacas descartan la secesión de Cataluña pero advierten de que, en el poco probable caso de que se produjera, la mayoría de ellas trasladarían su sede a otro lugar de España para poder seguir en la zona euro.

Así lo afirman diversos empresarios y directivos austríacos en una noticia publicada el pasado 7 de noviembre por el diario WirtschaftsBlatt, titulada "La independencia provocaría un colapso económico en Cataluña", y en la que se analizan las consecuencias de la tensión generada a causa de la consulta secesionista del 9N que organizó la Generalidad.

"La mayoría de empresas austríacas trasladarían su sede a otro lugar en España"

El diario recoge las posición del delegado comercial de Austria en Barcelona, Robert Punkenhofer, quien descarta la separación de Cataluña por los altos costes y riesgos que lleva asociados.

"En caso de una declaración de independencia unilateral y la automática salida de la UE, la mayoría de empresas austríacas en Cataluña tendrían que trasladar su sede a otro lugar en España, para quedarse en la zona euro", advierte, y recuerda que, hasta ahora, Cataluña ha sido la puerta a la península ibérica para las empresas austríacas.

"No habrá separación de Cataluña a corto o medio plazo"

De igual forma se pronuncia Arno Trabesinger, gerente para España de Weirather-Wenzel & Partner, una agencia de marketing deportivo con sedes en Barcelona y Madrid: "No habrá separación de Cataluña a corto o medio plazo, esto está absolutamente excluido".

En su opinión, la incertidumbre sobre la permanencia en el euro, las reacciones potencialmente negativas de los mercados financieros internacionales y la salida automática de la UE llevaría a los separatistas catalanes a abstenerse de provocar la independencia en contra de la voluntad de Madrid.

"Las empresas quieren invertir en un mercado que abarca toda España"

Por su parte, Alexander Ruckensteiner, gerente y fundador de la empresa austríaca de alquiler de trasteros y almacenes Bluespace, considera que, desde el punto de vista económico, una separación de Cataluña sería tan negativa para España, Cataluña y el resto de Europa, que la UE no permitiría una independencia de Cataluña.

Ruckensteiner asegura que, en ese caso, el capital internacional se retiraría de Cataluña, a pesar de ser la región economicamente más fuerte de España: "Las empresas internacionales quieren invertir en un mercado que abarca toda España, con sus 45 millones de habitantes, y no en una Cataluña que no llega ni a ocho millones".

"En caso de independencia dividiríamos nuestra empresa en varias partes"

Aunque Ruckensteiner también admite que una Cataluña independiente podría, a largo plazo, ser económicamente viable por su situación geográfica, su alta productividad y su alto grado de industrialización, el empresario austríaco señala que pesarían más las desventajas económicas, logísticas y administrativas causadas por aduanas con los estados de la UE, impuestos y problemas monetarios.

"En este caso tendríamos que dividir nuestra empresa en varias partes", añade el empresario austríaco, cuya firma tiene su sede principal en Barcelona, pero también opera en Madrid y Valencia, y que además tiene socios distribuidores y clientes en otras 16 ciudades españolas.

Presión de los empresarios a la Generalidad para abandonar la deriva secesionista

WirtschaftsBlatt destaca que, de las 180 empresas austríacas en la península ibérica, la mitad se encuentra en Cataluña. Además, una cuarta parte de los casi 2.000 millones de euros en exportaciones austríacas a España va a Cataluña.

El diario concluye alertando de que la evolución futura de estas relaciones comerciales también dependerá del éxito de la presión de las empresas sobre la Generalidad para que esta se distancie de sus planes independentistas.