En el centro, centrados, por el centro. Es la característica que ha llevado a Crónica Global a ser el medio de referencia del constitucionalismo. En el centro, porque para muchos otros medios y a activistas de diferente signo, con especial virulencia del independentismo y de los movimientos antisistema, Crónica Global ha supuesto un incordio permanente y se ha pretendido anular al medio: con reproches y ataques infundados y otros directamente físicos, como el atentado contra su sede. Y centrados, porque la voluntad ha sido y será la de contribuir a las reformas necesarias, a no dejarse llevar ni por el griterío ni por modas populistas, con el objetivo de buscar grandes acuerdos en una corriente principal de la sociedad catalana, que ni cree que todo se ha hecho bien en los últimos años en el campo constitucional ni ve ningún futuro a opciones rupturistas que han puesto en peligro la convivencia entre catalanes.
Son cinco años de éxito, con un trabajo que demuestra determinación, fe y talento para ofrecer herramientas a los lectores en un mundo cada vez más complejo, con información empresarial, la más útil, la que habla del tejido económico que ha caracterizado a Cataluña. Con información política que ha buscado y pretende mostrar el patio trasero, lo que de verdad se esconde detrás de las frases y las promesas huecas y la pretendida ilusión de proyectos propios de otros tiempos, como es el independentismo. Y con información sobre tecnología y sobre todo lo que sucede en el campo sanitario y también cultural, con la reflexión y el análisis en Letra Global.
Lo principal ha sido, precisamente, la voluntad de fiscalizar a los gobiernos. La diferencia respecto a otros medios ha resultado abismal, porque se ha rechazado una identificación perversa. Veamos. Si durante la Transición los periodistas trabajaron codo con codo con los partidos y movimientos a favor de la democracia, por una cuestión básica, y es que a todos interesaba un país a favor de las libertades --imprescindibles para poder ofrecer información de calidad--, en los últimos años ha operado en Cataluña una extraña alianza entre profesionales jóvenes y no tan jóvenes con los dirigentes independentistas. Algunos medios han pensado que con ellos llegaría la república catalana, más democrática, más respetuosa con los derechos de todos, dejándose llevar por una ola populista. Sin embargo, lo que era necesario hacer, como profesionales de la información, era fiscalizar ese intento, que vulneraba las leyes democráticas, precisamente las que nos habíamos dotado desde la Transición. Crónica Global no cayó en esa práctica. Y ha sido firme en esa fiscalización.
Si se ha estado en la diana porque no gustaba lo que se defendía, se ha estado también en el centro a la hora de diferenciar entre cada una de las opciones políticas e ideológicas. Y se ha matizado cuando se ha tratado de mostrar que los proyectos políticos no son condenables. Lo son los que han pretendido imponerse por vías unilaterales, por encima de los derechos del conjunto de la sociedad.
Los medios necesitan defenderse y lo pueden hacer con solvencia si tienen una independencia económica que no los deje a expensas del poder político. Y en ese capítulo destaca con ventaja Crónica Global. Una independencia que permite responsabilizar, con nombres y apellidos, a los que se han saltado todas las líneas rojas y han amparado proyectos deshonestos. El papel de un medio es cada vez más difícil, frente a toda la propaganda que se genera en las redes sociales. Pero debe intentar, de nuevo, seguir en ese centro implacable ante intentos que dicen hablar en nombre del pueblo, sean políticos o sociales, pero que esconden personalismos y tergiversaciones sobre los propios conceptos básicos de la democracia.
Esa es la filosofía de un medio que cumple cinco años, que ha levantado Xavier Salvador y que tiene como directora a Cristina Farrés, con un grupo humano de extraordinario valor, que combina juventud y experiencia, y que está dispuesto a mantener esa llama del centro, y por el centro, sin desviarse del camino y con muchas propuestas para orientarnos, entre todos, y mejorar la sociedad catalana a través de buena información y análisis.