Ninguna especulación política podría considerar imposible ahora mismo que en unas nuevas elecciones autonómicas una parte del voto independentista se vaya a Vox. Para quien habite en una zona que está más allá del umbral de saturación inmigratoria, pudiera llegar a tener preferencia el voto antiinmigración por encima de la república catalana independiente y la no-España. Sería un giro enorme, fruto del efecto acción-reacción ante la conducta de los sin papeles, el descontrol de los menas o el malestar en los barrios que subsisten ya del todo fuera de las formas de cohesión social.

Peculiar problema para los analistas propensos al determinismo independentista: ¿cómo explicar, si así ocurre, que una porción del voto de la Cataluña profunda se desplace de la pasión secesionista a adherirse a un partido que reclama la ilegalización de los partidos independentistas y el desmantelamiento del Estado de las autonomías?  La cuestión no es si esos votos mutantes se producirán sino si alcanzarán una dimensión significativa. De hecho es más probable que ese voto independentista del nuevo descontento vaya a Vox antes que a partidos cuya prioridad es el constitucionalismo. La votación no se hará en un paisaje electoral de matices o de argumentos, sino de reacciones y rechazos.

Nada está escrito como versión posible del porvenir. Nadie tenía previsto que algo como el coronavirus obligase a la cancelación del Mobile World Congress en Barcelona y tal vez generase inestabilidad económica y social en China. Y hace unos años todos creíamos que Angela Merkel, de una forma o de otra, sería la mejor timonel para Europa. Tampoco, especialmente desde el centroizquierda, parecía posible que Trump llegase a la Casa Blanca. Y ahora, cuando estábamos en plena especulación sobre en qué modo un candidato demócrata y socialista como Bernie Sanders garantizaba un segundo mandato para Trump, el magnate Michael Bloomberg impacta como candidato demócrata en la que puede ser una de las campañas más high-tech y novedosas de estos tiempos.

Bloomberg ya ha desafiado muy expresivamente a Trump y el encontronazo entre los dos magnates puede ser un show memorable. Como informa The Times, el equipo de Bloomberg trabaja con una startup llamada Hawkfish y con una red de influencers en Instagram. Esa startup, fundada por el propio Bloomberg, aparece avalada por varias victorias en elecciones estatales. Aunque Bloomberg parecía haberse ausentado de la campaña de hecho va por delante en las primarias de Arkansas. De nuevo, nada está escrito. Es la garantía de una sociedad abierta.

¿En qué medida entrará Vox en Cataluña? En este momento, las encuestas oscilan mucho. Tripartito, ¿sí o no? Mientras tanto, en el campo constitucionalista, las incógnitas son excesivas. Aquí lo único seguro es que noche tras noche se repite una incalificable dejación de autoridad en la Meridiana.