Queda mucho tiempo y en política un minuto lo cambia todo. Queda mucho tiempo y todavía no hay ninguna encuesta fiable. Caso de que sean fiables las encuestas. Pero sí hay opiniones, muy en privado y algunas socialistas, que dicen que el Plan Sánchez no va a salir. Que le va a salir más cuadrado que Redondo. También porque Iván Redondo se ha ganado a pulso muchos enemigos en Moncloa, sede del Gobierno, y en Ferraz, sede del PSOE. No le sale Redondo el plan a Sánchez. Una prueba ha sido la reunión ejecutiva del PSOE, donde hubo bronca y fuerte. José Luis Ábalos gritó y amenazó con dimitir si Redondo seguía mangoneando la campaña electoral. No lo quiere a su lado. Ábalos quiere dirigir la campaña, por algo es el secretario de organización de los socialistas. Al final una tregua para compartir la dirección de campaña. Pero los nervios ya salieron a brillar. A Redondo no lo quieren. Sólo Pedro lo mantiene. Pero como el plan le salga cuadrado...

No se han publicado las encuestas fiables. Pero las hay sin publicar. Y preocupan. Sobre todo en el PSOE. Alguna dice que el PSOE no subirá en número de escaños o su subida será mínima. Y que el Partido Popular (PP) se acercará a los 100 diputados. ¡Peligro! No puede ser, dicen agentes del PSOE. Ya sabemos todos que las urnas las carga el diablo. Por lo tanto hay que esperar a contar. Abrir las urnas y contar las papeletas. Ahí se terminan las dudas. Y se contará rápido, porque la abstención se puede convertir en el partido mayoritario. Y sin representación. Pero con la papeleta de advertencia. Hay incluso quien comenta que puede ser bueno ese resultado. ¿Por qué? Porque obligaría a los dos partidos, PSOE y PP, a conversar y llegar a un pacto de gobierno entre ellos. ¡Halaaaa! Cosas veredes, ya se cantaba en el romance del Mío Cid. Cosas veremos. En Alemania pactaron los dos partidos mayoritarios, CDU-SPD, y no pasó nada. Pasó que hicieron frente a la gran depresión mejor que en el resto de países europeos. ¿Por qué no en España?

Según esa encuesta privada, muy a tener en cuenta, y visto que nacionalistas e independentistas se mantendrían como en primavera, la única solución de gobernabilidad estable sería el pacto PSOE-PP. Pacto de investidura, o Gobierno de coalición, o acuerdo de legislatura para hacer frente de una vez a las reformas que el Estado necesita. Se terminó el ciclo de los 40 años. Paso a una nueva generación. Pero hay que reformar. La Constitución, por antigua. La Ley electoral, por antigua e injusta. No puede ser que con 300.000 votos el PNV tenga seis diputados e Izquierda Unida, con un millón de votos, tenga dos. Que todos los votos tengan el mismo valor. Hora es ya de ello. Reformen algo, hagan alguna nueva ley desde el Congreso, que llevan cinco años mirando al techo. Ya, los agujeros se han contado muchas veces. Reforma de ley de Pensiones, otro tema candente y con necesidad de actualizarlo. Las leyes de este país llamado España están muy anticuadas. Y, además, están hechas mirando sólo a los políticos, para sí mismo. A los ciudadanos... que les den, debieron pensar entonces, allá por el año 1977-78, y así permanecen. Ya es hora y tiempo de cambiar. Sin mencionar el Congreso, el Senado y todas las instituciones del Estado. Incluso la monarquía. Estamos en el siglo XXI, pero los políticos no han querido enterarse.

¿Es una locura el pacto señalado? Posiblemente. Y provocará más de una sonrisa. Pero seamos serios. España necesita un Gobierno fuerte y estable. Cuatro años seguidos y en serio. Porque llevamos otros cuatro, casi cinco, sin Gobierno y sin apoyos. Se necesita un Gobierno fuerte, en eso estamos todos o casi todos los ciudadanos de acuerdo. Que no dependa de ningún nacionalismo, ni independentismo. Porque se va a hacer pública la sentencia del proceso del 1-O de los líderes catalanes y estamos viendo cómo se preparan los grupos radicales para montar el follón. Toquemos madera que no haya ningún muerto. Da lo mismo el color. Da lo mismo si pasaba por allí y le tocó. Toquemos madera, como se dice por León. No quiero ni pensar las consecuencias. Hay que señalar que también el PNV quiere iniciar un proceso soberanista. Éramos pocos... Además tenemos que la economía, aunque no lo dicen por eso de la campaña, se está cayendo en picado. No tenemos Presupuestos, y los que están en ejercicio son de Rajoy y diseñados para crecer un 3%. Fin a los populismos económicos. Para sacar adelante unos Presupuestos nuevos y acordes a las necesidades económicas, el Gobierno necesitará una mayoría sólida en el Congreso. Con una red fuerte. No queda otra.

Queda claro que lo anterior raya la utopía. Puede ser un sueño. Pero otros pactos, por ahora, no suman. Y el país y los ciudadanos necesitan con urgencia un Gobierno fuerte y reformas serias. Pedro Sánchez y Redondo querían desde el principio nuevas elecciones. Tal vez aconsejados por su amigo Tezanos. Ábalos y otro grupo del PSOE querían pacto de Gobierno. De momento ganaron Redondo y Sánchez. Voces autorizadas comentan que el plan de Sánchez dirigido por Iván no le va a salir Redondo. Saldrá cuadrado. Sin contar que sume el trifachito, o sea PP, C’s y Vox. Dicen que no. Habrá que contar primero las papeletas y luego... matemáticas.