CDC se aleja de ERC, Podemos se acerca al PSOE

La alianza entre CDC y ERC que alumbró la lista de Junts pel Sí empieza a mostrar fisuras graves. La ruptura en Girona no puede considerarse una anécdota local, pero más graves son las discrepancias estratégicas entre ambos partidos. Mientras CDC, por boca de Artur Mas, ha anunciado una vuelta al soberanismo, olvidando toda veleidad de independencia unilateral y haciendo un llamamiento para reintegrar a sus filas a no independentistas, ERC continúa fiel a que el único referéndum necesario es el de aprobación de la 'Constitución catalana'.

Mas ha tenido tiempo, tras ser apartado de la presidencia de la Generalitat, de digerir una evidencia: la dinámica política iniciada en 2012 lleva a CDC a perder su centralidad y convertirse en un partido secundario en Cataluña.

CDC necesita marcar perfil propio. Dejar de diluirse en el magma independentista. La vuelta al soberanismo es la fórmula elegida

El discurso de Homs durante la fallida investidura de Sánchez estuvo en las antípodas del de Rufián. Y no es que Homs no se sea un artista del engaño político --sus ruedas de prensa como portavoz del Govern son pruebas de cargo--, pero mientras Rufián dejaba constancia de su estulticia política, Homs hizo un discurso posibilista que recordaba a la Convergència de siempre.

Las ultimas encuestas muestran que, de celebrarse ahora elecciones generales, CDC continuaría perdiendo diputados y la distancia con ERC se ampliaría. Y, por muy "patriotas" que se autodefinan, los políticos se deben a su empresa, es decir, a su partido.

CDC necesita marcar perfil propio. Dejar de diluirse en el magma independentista. La vuelta al soberanismo es la fórmula elegida. No se abandona el programa de máximos --la independencia-- pero permite hacer política propia mientras tanto. Volvemos al paciencia, paciencia hasta la independencia.

Su problema es que nadie debería fiarse de ellos. Y, por tanto, cualquier pacto debe tener en cuenta que se trata de un interlocutor desleal.

Podemos se acerca al PSOE

Podemos ha pasado en pocos meses de ser un partido en crecimiento exponencial, a entrar en crisis organizativa y electoral. Las últimas encuestas son un auténtico fiasco para los de Iglesias. No sólo no se consuma el deseado sorpasso al PSOE, sino que pierde diputados respecto al 20D y, lo que sería más grave para muchos de sus votantes, su negativa a apoyar a Sánchez y forzar nuevas elecciones puede dar la mayoría absoluta a una coalición de centro–derecha.

Este debilitamiento de Podemos hace más verosímil que finalmente acabe facilitando, de uno u otro modo, la investidura de Sánchez.

Como he escrito en numerosas ocasiones, las encuestas decidirán si hay o no nuevas elecciones y, en su caso, quién cederá para evitarlas. A dia de hoy, el eslabón más débil es Podemos. Pero la situación es muy fluida y todo puede cambiar en las próximas semanas.