Siguiendo las huellas de los cátaros en Cataluña
Tras su huída del Languedoc francés, muchos de ellos se trasladaron a tierras catalanas escapando de las represalias
15 octubre, 2020 14:44La cercanía del Midi (o Mediodía) francés, así como de Occitania (o región del Languedoc) es la causa de que en Cataluña se pueda seguir el rastro que los cátaros dejaron cuando huyeron de su área de influencia al ser perseguidos por la Iglesia.
Durante la Edad Media su influencia --debido a nuevas ideas religiosas en torno al cristianismo-- en las regiones anteriormente citadas fue tan grande, que la Iglesia comenzó a vislumbrar un peligro que sería necesario cortar de raíz. Así que con ayuda del Reino de Francia, extirparon del Languedoc cualquier vestigio de esta corriente.
Desde Montségur…
Allá por 1244, la fortaleza de Montségur, situada en el Pirineo francés claudicó al sitio al que se había visto expuesta durante más de un año. Caía así el último bastión cátaro, concluyendo con la muerte en la hoguera de más de 200 personas frente al castillo.
Esto provocó que muchos simpatizantes de la causa huyeran hacia el sur por miedo a ser castigados --el Papa había decretado fieros castigos hacia cualquier que mostrara su simpatía hacia los cátaros--. Y en su camino llegaron a Cataluña, donde muchos de ellos decidieron quedarse debido al carácter más abierto de sus habitantes.
Labrándose un futuro
En estas tierras se emplearon como artesanos y comerciantes. Por supuesto ayudaba mucho la similitud del idioma y el afán por prosperar. Claro que, quizás por el peligro de ser detectados por la Iglesia, no se tienen demasiadas noticias de su paso por Cataluña.
Esto no quiere decir que cualquier persona no se pueda empapar de la historia de este movimiento religioso y de sus seguidores para recorrer las poblaciones en las que seguramente se aposentaron. Es más, en ellas aún hay monumentos medievales que aportarán un especial interés a la visita.
Colonias de los cátaros en Cataluña
Entre las colonias más importantes que hubo en la Cataluña medieval, la cual formaba parte por entonces del Reino de Aragón, hay que destacar las siguientes: Siurana (Girona), Tortosa (Tarragona), Prades (Tarragona), Cornudella del Montsant (Tarragona), Arbolí (Tarragona), la Seu d'Urgell (Lleida), Gósol (Lleida), Bagà (Barcelona) o Josá del Cadí (Lleida).
En todas ellas se crearon pequeñas comunidades de Bons Homes, que es como se solía conocer a los cátaros al considerarse puros (de hecho, la palabra cátaro en griego proviene de puro). Y es que para ellos el mundo en el que vivían lo había creado el Diablo, mientras que la obra de Dios era el Cielo al que irían una vez muertos.
Senderismo cátaro
Una de las mejores opciones para recorrer las zonas en las que se aposentaron la propone la propia web de turismo de Cataluña. Denominada Camí dels Bons Homes, en ella se dan cita el arte, la cultura y la naturaleza.
El recorrido comienza en el castillo de Montségur, de tan funesto pasado, hasta el Santuari de Queralt, pudiendo hacerlo a pie, a caballo o en bicicleta. A continuación, se parte de los 1.200 metros en los que está situado el citado santuario y se recorren los Rasos de Peguera hasta comenzar el ascenso de la Sierra del Cadí.
Gósol y Bagà
Allí se puede visitar Gósol (y su Torre del Castillo), que se encuentra a los pies del famoso pico Pedraforca, para comenzar el ascenso a los puertos de la Balma y de la Bena. Una vez realizados sendos pasos, el camino sigue descendiendo hasta Bagà. En este pueblo medieval se halla el Centro Medieval y del Catarismo, en cuyas cinco salas se cuenta la historia de Guillem de Berguedà, los Mataplana o los Castellbó.
Después de pasar por el puerto de Pendís, la ruta se dirige hacia Bellver de Cerdanya (con un destacado barrio antiguo) y Prullans.
Más visitas
Además de esta ruta, es posible realizar visitas a otras poblaciones con presencia cátara. En ese periplo resulta atractivo el recorrido que lleva por localidades como Solsona y su bella catedral; Ripoll y su Monasterio de Santa María de Ripoll o el centro histórico de Berga y su iglesia de Sant Quirze de Pedret.
Igualmente puede aportar más información al recorrido por las huellas de los cátaros acercarse a la cercana Morella en Castellón, de indudable belleza y con un claro pasado medieval que se puede observar a primera vista.