Por qué los latinoamericanos ‘sesean’ y en Sevilla lo saben bien
- La lengua española que se impuso en el Nuevo Mundo debe mucho a la variedad andaluza y de los sevillanos, que fueron los primeros pobladores
‘Sesear’. ¿Por qué y cómo se llegó a no distinguir entre la ‘s’ y la ‘z’? Las diferencias entre diferentes fonemas se habían borrado años antes, aunque se mantenían peculiaridades en el español hablado en la península ibérica. Pero cuando la lengua viajó al Nuevo Mundo, a lo que hoy es Latinoamérica, se exportó una variedad muy concreta. El español que se impuso debe mucho a la variedad andaluza y, en particular, a la sevillana. Sevilla, la ciudad más poblada en aquel momento, fue la capital del comercio español con las Indias entre los siglos XVI y XVIII. Y muchos de los primeros pobladores de América fueron andaluces, que ya ‘seseaban’ con total naturalidad.
En la colonización de América intervinieron gentes de distintas regiones españolas. Pero muchos de los soldados y colonos, y la mayoría de las tripulaciones, procedían de Andalucía, más del 35% en el siglo XVI. Con ellos llevaron el habla, un español singular que hoy es el más representativo, porque la mayoría de los hablantes del español ‘sesea’, y es la minoría la que conserva los distintos fonemas.
El español de América, de hecho, tiene rasgos comunes. Principalmente, fonéticos, que se deben a esa impronta de la variante meridional del español peninsular, como se señala en el libro Nunca lo hubiera dicho (Taurus). Los más significativos son la aspiración de la ‘j’ que se pronuncia como hache aspirada. Y, sobre todo, se produce la falta de distinción entre la ‘s’ y la ‘z’.
En esa pronunciación seseante, no hay diferencia aparente, por tanto, entre ‘losa’ y ‘loza’, ni entre ‘sima’ y ‘cima’. Es lo que ocurre en el español de Andalucía y Canarias, porque las islas afortunadas también fueron colonizadas por los andaluces occidentales, a finales del siglo XV. Es el español que se habla en Ciudad de México o en Buenos Aires, o en la mayoría de ciudades latinoamericanas, con variantes locales.
Otra de las características de ese español de América que enlaza con Andalucía es el rasgo morfosintáctico del uso de ‘ustedes’, como forma única para el plural de la segunda persona. ¿Ustedes vienen? En la mayor parte de España se emplea ‘vosotros’ como forma de confianza y se reserva ‘ustedes’ para el trato de respeto, “diferencia que no se establece de forma general en el occidente de Andalucía y en algunas áreas de Canarias”, como apunta el libro Nunca lo hubiera dicho, que tiene un prólogo de la escritora Soledad Puértolas, y una presentación de Santiago Muñoz Machado, director de la Real Academia Española.