Imagen de la serie 'El caso de Ruth Ellis'

Imagen de la serie 'El caso de Ruth Ellis' FILMIN

Cine & Teatro

La ejecución de Ruth Ellis

La serie 'El caso de Ruth Ellis' narra la apaleada existencia de una moza de Gales que, tras sufrir los abusos sexuales de su padre, se convirtió en una chica de alterne en Londres

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Ruth Ellis (1926 – 1955) fue la última mujer ajusticiada en Inglaterra. Corría el año del señor de 1955, reinaba una joven Isabel II y el cargo de primer ministro lo ocupaba Anthony Eden. Ruth había asesinado a tiros a su novio, un señorito ocioso mantenido por mamá y conductor de coches de carreras, sujeto de conducta errática que la maltrataba y engañaba con la primera mujer que se le ponía a tiro (mientras le ocultaba que tenía una novia oficial, bendecida por mamá, con la que debería casarse si aspiraba a seguir viviendo sin dar golpe).

Aunque sus abogados intentaron que se esforzara en darles motivos para el crimen -que no escaseaban, precisamente), Ruth se cerró en banda, aseguró merecer la pena de muerte por ahorcamiento y sostuvo que debía pagar por lo que había hecho.

La triste historia de Ruth Ellis se ha convertido en una serie de cuatro capítulos colgada en la parrilla de Filmin, El caso de Ruth Ellis (A cruel love: the Ruth Ellis story), escrita por Kelly Jones y dirigida por Lee Haven Jones, dos nombres habituales de la más reciente producción televisiva británica.

Chica de alterne

La protagonista es Lucy Boynton (a la que pudimos ver en la prometedora, aunque fallida, película Last night in Soho), muy bien complementada por el gran Toby Jones (un señor bajito que se crece enormemente ante la cámara: recordemos cuando le tocó interpretar a Truman Capote el mismo año que el difunto Philip Seymour Hofman).

Imagen de la serie 'El caso de Ruth Ellis'

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Excelentemente ambientada, A cruel love nos narra la apaleada existencia de una moza de Gales que, tras sufrir los abusos sexuales de su padre, se convirtió en una chica de alterne en Londres, donde acabó regentando un club nocturno, actividad perfectamente compatible con la prostitución de alto standing.

Así la encontramos al principio de la serie, cuando Lucy se debate entre la pasión que le provoca el inútil de David Blakeley (Lance Davidson) y la estabilidad que le promete Desmond Cussen (Mark Stanley), héroe de la aviación británica durante la Segunda Guerra Mundial y persona más o menos decente, así como melancólico y dado a la ingesta solitaria de alcohol.

Ruth, que siempre ha tenido un ojo espantoso para sus novios, se mantiene sentimentalmente entre Pinto y Valdemoro (o entre Londres y Brighton, si lo prefieren), aunque la atracción salvaje que siente por el frívolo ricachón (que llega a provocarle un aborto de un fuerte puñetazo en el estómago) se acabe imponiendo.

En la puerta del bar

Blakeley miente más que habla: nos casaremos, tendremos hijos, seremos una familia, seremos felices…Cuando ya no puede más de trolas, Ruth le pide una pistola a Desmond (que se ofrece amablemente a enseñarla a disparar), espera a David en la puerta del bar en el que se embriaga con un amigote y, cuando lo ve salir, le vacía encima todo el tambor del revólver.

Imagen de 'El caso de Ruth Ellis'

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Esta historia propia de las páginas de sucesos de The Daily Mail amplía su foco con la entrada en la trama del abogado John Bickford (Jones), quien se da cuenta enseguida de por qué no prosperarán las peticiones de clemencia: Ruth es un perfecto chivo expiatorio para una sociedad aún victoriana que no aprueba su modo de vida: divorcios, prostitución, cebo para tugurios con pretensiones, dos hijos de los que nadie sabe muy bien quién se ocupa…Hay que castigarla por lo que es, no por lo que ha hecho. Es un mal ejemplo para la sociedad, el peor role model jamás diseñado, una mujer de vida airada, una madre desnaturalizada, una furcia…

Tranquilidad moral

Entre las propias ganas de morir para expiar sus pecados y las peticiones de clemencia ignoradas por el poder, Ruth Ellis fue colgada en una prisión londinense, para tranquilidad moral de las buenas gentes de Inglaterra, como propone convincentemente esta miniserie.

Los interesados en profundizar un poco más en la historia de Ruth, pueden recurrir al largometraje de Mike Newell Bailar con un extraño (1985), protagonizado por Miranda Richardson. Asimismo, Ruth Ellis aparece como personaje secundario en Pierrepoint, el último verdugo (2005), biopic del hombre que ahorcó a Ruth y que fue, efectivamente, el último verdugo en la historia de Gran Bretaña (Timothy Spall hizo aquí un gran papel).

El último ejecutado del sexo masculino lo fue en 1964. La abolición no tardó en llegar. Aunque un poco tarde para la desdichada Ruth, de la que nadie se compadeció en el Londres de mediados de los 50, donde los valores victorianos se resistían a desaparecer. Caiga quien caiga.