Los asesinos de Schrödinger
El extraño matrimonio de ocasión entre King y Price ha salido sorprendentemente bien, por lo que 'The outsider' es de visión obligada para los lectores de ambos
22 febrero, 2020 00:00Como todos sabemos, el don de la ubicuidad es exclusivo de Dios y del periodista canario Juan Cruz (chiste legendario en la redacción de El País: “Dos aviones se cruzan en el espacio y en ambos va Juan Cruz”). En el reino animal, solo el célebre gato de Schrödinger disfruta de ese privilegio, pues puede estar en dos sitios a la vez y llevar a cabo una cosa y la contraria, que para algo es cuántico, como la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, quien, entre otros prodigios inexplicables, está a favor y en contra de la independencia de Cataluña. Faltaba la figura del asesino cuántico --del que puede haber imágenes en el lugar del crimen y también en otro lugar situado a kilómetros del primero--, así que alguien se la tuvo que inventar; concretamente, el prolífico Stephen King en su novela El visitante, que no ha tardado nada en convertirse en una absorbente serie de HBO cuyo título original es The outsider.
La adaptación ha corrido a cargo de alguien insólito, aunque se declare lector habitual del geniecillo de Maine, Richard Price, que aunque ha participado en algunas series de televisión como guionista --The Wire, The Deuce o la espléndida The night of, que se escribió él solito de cabo a rabo y que, pese a su calidad, no llegó a la segunda temporada--, ha cimentado su prestigio con una serie de novelas a medio camino entre el thriller y la crónica social de las que uno destacaría especialmente Clockers, llevada al cine de la peor manera posible por Spike Lee, que cedió el protagonismo de la trama a un personaje secundario, pero negro, porque el protagonista del libro era blanco. El extraño matrimonio de ocasión entre King y Price ha salido sorprendentemente bien, por lo que The outsider es de visión obligada para los lectores de ambos y para cualquier espectador interesado en las historias paranormales.
The outsider empieza como un thriller convencional: en un pueblo de los Estados Unidos, aparece el cadáver de un niño asesinado y todo apunta hacia un supuesto pilar de la comunidad, Terry Maitland (Jason Bateman, protagonista de la excelente serie Ozark, cuya tercera temporada espero con ansia); hay pruebas que lo sitúan cerca del lugar del crimen, pero también las hay que lo muestran a la misma hora a mucha distancia de allí. Tras cierta investigación, resulta que el caso del pobre Maitland no es único: ocultados a la opinión pública, otros han vivido la misma situación, lo cual resulta incomprensible para todo el mundo menos para una peculiar investigadora de fenómenos extraños que apunta hacia la existencia de una presencia malévola responsable de los crímenes y de la supuesta ubicuidad de los presuntos asesinos.
La incursión del thriller en el terror paranormal no siempre sale bien, pues la mezcla de géneros es, por definición, peligrosa, pero, a tenor de los cinco episodios vistos hasta ahora por un servidor, las cosas funcionan a la perfección en The outsider, esa brillante colaboración entre King y Price: no sé si la conclusión a la que se llegue en el séptimo y último episodio de esta mini serie estará a la altura de lo experimentado, pero les puedo asegurar que, por el momento, el recorrido hacia dicha conclusión no puede resultar más entretenido, sorprendente e inquietante