J.C. Forest

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Artes

J.C. Forest: De Barbarella a Arthur Même

El dibujante dio lo mejor de sí mismo con 'Aquí Meme', una ingeniosa fabula sobre el absurdo de la existencia, que ha reeditado Norma Editorial

8 enero, 2024 17:49

Para casi todo el mundo (incluidos muchos aficionados al comic), el francés Jean-Claude Forest (París, 1930 – 1998) es, simplemente, el autor de Barbarella, la historieta erótico--fantástica que empezó a publicar por entregas en la revista V Magazine en 1962 y que unos años después sería recogida en uno de sus lujosos (y erráticos) álbumes el inefable editor Eric Losfeld, en un esfuerzo, intuyo, por demostrar que no solo publicaba basurillas en ediciones de lujo. Previamente, el señor Forest se había ganado la vida dibujando portadas para cabeceras como France Soir, Les Nouvelles Literarires o Fiction, ilustraciones para la colección de libros de ciencia ficción de Hachette Le rayon fantastique y hasta elaborando unos comics protagonizados por Charlot (o sea, Charles Chaplin). No es que se tomara el oficio a chufla (fundó, a medias con Alain Resnais, el Club de la Historieta de Francia), sino que estaba esperando su gran momento, que tuvo lugar con las aventuras de la aventurera sexual futurista Barbarella, que lo hizo famoso, principalmente, por el contenido erótico de la propuesta, ya que el resto era una space opera resultona, pero un poco de andar por casa, a la que le dio la puntilla el productor italiano Dino de Laurentiis (1919--2010) con su adaptación, digamos, cinematográfica de 1968, dirigida por el inútil de Roger Vadim, eficacísimo seductor, pero cineasta penoso, que, en principio, parecía tenerlo todo de su parte.

El gran Dino venía de adaptar Diabolik, fumetto de consumo local, y aspiraba a algo con lo que petarlo. Y lo logró. El reparto era de campanillas: Jane Fonda (Vadim le ofreció el papel de Barbarella a Virna Lisi, Brigitte Bardot y Sofía Loren antes de endilgárselo a Fonda, que en esa época estaba casada con él y debió aceptarlo por amor, ya que no se me ocurre otro motivo razonable), John Philip Law, Ugo Tognazzi, Anita Pallenberg (la entonces novia de Keith Richards) y hasta Marcel Marceau, maestro de mimos. El guion lo redactó Vadim a medias con Terry Southern, creador, según Tom Wolfe, del nuevo periodismo y responsable del contenido de largometrajes tan dignos como Dr. Strangelove, de Stanley Kubrick, o Easy rider, de Dennis Hopper. ¿Qué podía salir mal? Como pudo verse cuando se estrenó en España tras años de censura franquista, todo (Dino volvería a meter la pata a lo grande a principios de los 80 con su adaptación de Flash Gordon, pese a la presencia señorial de Max Von Sydow como Ming, el cruel, fabricando una película ridículamente kitsch empeorada por una banda sonora ominosa y repetitiva a cargo del grupo Queen: nuestro hombre se hizo célebre en Hollywood por insistir en rodar una película con William Robbins, que nadie sabía quién era hasta que se descubrió que se refería a Robin Williams).

Portada de un álbum de 'Barbarella'

Portada de un álbum de 'Barbarella'

Jean-Claude Forest sobrevivió a Barbarella y a su adaptación cinematográfica. Siguió dibujando nuevas historias: Hypocrite, La planete mysterieuse…Y empezó a ejercer como guionista de Paul Gillon en la aclamada serie Les naufragés du temps (que el dibujante retomaría en solitario en los años 70 en la revista Metal Hurlant), logrando la que me parece su mejor obra en 1978, Ici Même (aquí traducida como Aquí Meme, inevitablemente, aunque se perdía el juego de palabras original, pues Meme, el apellido del protagonista, significa mismo), dibujada por el gran Jacques Tardi, que se convirtió en la principal carta de presentación de la revista A Suivre, a la que volveremos en el siguiente capítulo.

Portada de 'Ici Même'

Portada de 'Ici Même'

Ici Même era una ingeniosa fabula sobre el absurdo de la existencia protagonizada por un peculiar antihéroe, Arthur Même, quien se había vendido las tierras de su herencia y solo poseía las barreras entre las viviendas construidas, sobre una de las cuales vivía en precario equilibrio, papando moscas, hasta que se fijaba en una chica que se materializaba de una manera harto especial que no voy a revelar por temor al spoiler. Aquí Meme tenía doscientas páginas y era una genuina novela dibujada (ésa fue la especialidad de A Suivre, que luego recogimos voluntariosamente en Cairo). Ici Même era una ingeniosa fabula sobre el absurdo de la existencia es también, la obra maestra del señor Forest, para la que parecía haberse preparado durante toda su vida profesional y por la que ganó, principalmente, el gran premio en el Salón del Comic de Angulema (que también encontrará su lugar en estas páginas). Pese a ello, nuestro hombre siempre será recordado por su Barbarella. Tal vez porque, en cierta medida, supo recoger el espíritu libertario y pop de la época (el álbum se publicó en 1968, año del célebre mayo francés, esa muestra de bienintencionado infantilismo, según el lúcido y sarcástico Gerard Lauzier), ofreciendo erotismo, aventuras espaciales y experiencias lúdico-festivas a cascoporro.

Barbarella fue editado finalmente en España en el 2023 (Dolmen Editorial) y lo releí no hace mucho. Sigue siendo una lectura entretenida, aunque le pesa el paso del tiempo y tiene un punto muy naïf. Quien no conozca la obra del señor Forest se la puede saltar (o dejar para más adelante) e ir directamente a por Aquí Meme era una ingeniosa fabula sobre el absurdo de la existencia , recientemente reeditada por Norma Editorial: ahí es donde nuestro hombre dio lo mejor de sí mismo.