Versión del boceto de Joaquín Sorolla para el diario ‘El Pueblo’, con el añadido del lema “¡Republicanos! ¡Antifascistas!” (1937).

Versión del boceto de Joaquín Sorolla para el diario ‘El Pueblo’, con el añadido del lema “¡Republicanos! ¡Antifascistas!” (1937).

Artes

Exageración de lo popular

El IVAM reúne en una exposición comisariada por el artista Pedro G. Romero mil quinientas piezas que permiten indagar en las claves políticas e implicaciones históricas del arte popular  

5 noviembre, 2023 19:00

Desprende el arte popular un relente de mercancía y un espíritu de inmediatez que, en realidad, no le hace justicia. Porque lo suyo asoma como un hojaldre frívolo, pero está lleno de verdades. No hay en él grandes intuiciones estéticas y, en cambio, despacha una dialéctica que nos enseña algo que está más allá del juego, de la cercanía y de la frivolidad. Que las cosas no tienen un único significado. Ni un sentido solo. Es más, que si las miras detenidamente albergan posibilidades insólitas. Realidades asombrosas. 

Por ahí se estira la última propuesta del Institut València d’Art Modern (IVAM): la exposición popular (sí, en minúsculas), con mil quinientas obras de trescientos artistas, entre ellos, muchos de los canónicos del siglo XX: Miró, Man Ray, Pablo Picasso, y Duchamp. Desde esa multitud, la cita plantea una tesis cargada con nitroglicerina: los colectivos que no tienen representación política desarrollan intensamente sus formas de representación. Las periferias están en el centro del imaginario simbólico.

'Tatto II', de la artista austríaca Valerie Export.

'Tatto II', de la artista austríaca Valerie Export. COLECCIÓN DEL IVAM

La cita está en manos del artista andaluz y comisario Pedro G. Romero, quien suele concebir las exposiciones a su cargo como el laboratorio de una obra en marcha. O como una obra en sí misma. Algo así como una instalación que tiene sentido como pieza y no como una secuencia de artefactos aislados, y esa apuesta se nota en la relectura (abrumadora, casi inabarcable) que propone aquí de los fondos del museo valenciano y de los préstamos de instituciones nacionales e internacionales.

Como consecuencia, la exposición del IVAM es una interpretación de cosas que están ahí, dispuestas a ser repensadas. La acumulación de carteles, pinturas, esculturas, vídeos, instalaciones, juguetes, libros, fotografías, papeles y archivos propone una historia de las artes a contrapelo, como escrita desde un costado. En este aluvión de materiales más o menos artísticos caben las palabras pueblo, populacho, popularidad e, incluso, populismo, que es una de las marcas comerciales de la política. 

En esta muestra se atiende a los márgenes, a lo que de allí ha salido, y se detiene en los territorios en conflicto, los puntos de fricción entre la cultura hegemónica y las expresiones subterráneas, pero evidencia una especial predilección por los excluidos: el proletariado, los homosexuales, las mujeres, los locos… “Lo popular tiene una naturaleza performativa, plástica, móvil, en continua metamorfosis, más cerca del ritual que del monumento, una liturgia sin teología alguna”, afirma Pedro G. Romero. 

‘Propuesta para la formación de una iconografía popular’, de Alberto Corazón (1973).

‘Propuesta para la formación de una iconografía popular’, de Alberto Corazón (1973). COLECCIÓN DEL IVAM, DONACIÓN DEL ARTISTA

“En popular están los que apenas hablan y los mudos, los que no tienen voz. Pensemos, por ejemplo, en los migrantes latinoamericanos, que son sujetos desposeídos de sus derechos, y construyen el imaginario cultural del que surge el trap, que todo el mundo identifica como lo popular”, explica el comisario. “Ocurre lo mismo con los gitanos que, excluidos de cualquier representación política en España, aglutinan el imaginario de lo español en el mundo: Carmen, los toros, el flamenco…”, recalca. 

La exposición del IVAM –abierta hasta el 14 de abril de 2024– sitúa el inicio de la idea de pueblo en los días de la Revolución francesa cuando la soberanía, hasta entonces legitimada directamente desde lo alto, por el mismísimo Dios, iba a ser sustituida por una fuente que manaba desde abajo, la ambigua idea de pueblo. Y, junto a ella, la noción de populacho, ya que si en el primero descansa la representación política de la nación, el segundo sería el pueblo que no es pueblo y que cultiva de forma intensiva los símbolos. 

Enciende la mecha de popular una obra de Joaquín Sorolla o, más exactamente, la versión que una mano anónima realizó del boceto –en el que aparece una mujer ataviada con el traje típico valenciano y el gorro frigio– que el pintor valenciano concibió para el diario El Pueblo de Vicente Blasco Ibáñez añadiéndole en 1937 el lema “¡Republicanos! ¡Antifascistas! Leed y propagad…”. Le siguen en esta onda algunos de los carteles de Josep Renau y los trabajos constructivistas de Alexander Rodchenko.

Una de las salas de ‘popular’, con la pieza ‘Red Seesaw (Balancín rojo)’ de Öyvind Fahlström.

Una de las salas de ‘popular’, con la pieza ‘Red Seesaw (Balancín rojo)’ de Öyvind Fahlström. MIGUEL LORENZO ( IVAM)

La selección de piezas presta especial atención al periodo de las vanguardias de los años veinte y treinta, del que hay una gran presencia de autores en la colección del IVAM, así como al ciclo del arte pop de los años sesenta y setenta con ejemplos tan relevantes como Richard Hamilton, sumo pontífice del movimiento en Europa, quien investigó las malformaciones de la sociedad de consumo, la idea burguesa del confort y los nuevos paraísos que ofrecían la televisión y los electrodomésticos.

En la sala dedicada a las claves de género, un collage de Alberto Corazón con imágenes de calendarios, en las que predominan las chicas en bikini, retuerce la tesis del proyecto. “Desde antes de la emancipación de las clases populares, en un mundo masculino, la preminencia simbólica de la mujer como musa ocultaba la desposesión total de cualquier derecho político”, explica Romero, quien aglutina aquí los trabajos de Varvara Stepanova, Sonia Delaunay, Sophie Tauber-Arp, Grete Stern y Ana Peters. 

Retrato de Christopher Makos de Pedro Almodóvar.

Retrato de Christopher Makos de Pedro Almodóvar. MIGUEL LORENZO (IVAM)

El recorrido continúa con un retrato de Pedro Almodóvar de Christopher Makos o una pieza de Juan Hidalgo en el espacio consagrado a mostrar la disidencia de género, en la que también se exhibe la visita de Ocaña al festival de San Sebastián de 1980 disfrazado de fallera. Otro apartado da cuenta de las experiencias de Henri Michaux bajo los efectos de la mescalina y del trabajo de las valencianas María Jesús González y Patricia Gómez en un antiguo hospital psiquiátrico.

No faltan los imaginarios del mundo árabe en piezas como las de Anna Boghiguian o Marta Sentis; de los afrodescendientes con ejemplos de Kara Walker, Zanele Muholi o Yinka Essi Graves & Miguel Ángel Rosales, entre otros; o del mundo gitano que representan artistas como Helios Gómez o Moholy-Nagy. “Lo popular es siempre una categoría flotante que aparece con distintas intensidades. Lo popular es siempre lo moderno, pero se hace con lo antiguo, con lo que se pierde. Lo popular también nos salva”, remata el comisario.