Visita guiada a la Fundació Vila Casas, cerca de Poble Nou de Barcelona

Visita guiada a la Fundació Vila Casas, cerca de Poble Nou de Barcelona

Artes

El estado de alarma y el urbanismo: "Una buena oportunidad para Barcelona"

El arquitecto vienés Lorenzo Kárász destaca las ventajas de abrir las ciudades a los peatones, pero recuerda que algunas, como Barcelona, viven del turismo y deben reactivar la industria

28 junio, 2020 00:00

El ayuntamiento de Barcelona anunció el pasado mayo que ampliaría aceras y carriles bici para asegurar un mayor distanciamiento entre los transeúntes y así reducir el riesgo de contagio de coronavirus. La medida incluía también el corte de diversas calles, como Consell de Cent, Girona, Rocafort y Via Laietana, todos los fines de semana durante el estado de alarma, regalando a los barceloneses la oportunidad de disfrutar de su ciudad sin coches, especialmente en arterias como Via Laietana, cuyas aceras estrechas ya eran un problema antes de la pandemia. Sin embargo, lo que algunos creían una medida encaminada a convertirse en la nueva normalidad, se ha esfumado después de que el consistorio anunciase hace pocos días el fin al corte de todos los fines de semana y la vuelta al cierre de algunas calles solo un día al mes, como se empezó a hacer antes de la pandemia. ¿Estamos ante una oportunidad perdida para hacer de Barcelona una ciudad más respetuosa con el peatón? 

Yo creo que en general el estado de alarma ha sido una buena oportunidad, porque nos ha permitido ver una ciudad con menos coches, aunque supiéramos que se trataba de una situación excepcional. Mucha gente ha tenido la posibilidad de imaginar o sentir lo que es una ciudad diferente. Pero a la hora de la verdad, peatonalizar una ciudad siembre es algo conflictivo, sobre todo para los comercios”, explica el arquitecto vienés Lorenzo Kárász, director en Barcelona de Guiding Architects, empresa que organiza visitas guiadas por distintas ciudades del mundo con un enfoque especial en urbanismo y arquitectura.

El arquitecto vienés Lorenzo Kárász, director en Barcelona de Guiding Architects, empresa que organiza visitas guiadas por distintas ciudades del mundo

El arquitecto vienés Lorenzo Kárász, director en Barcelona de Guiding Architects, empresa que organiza visitas guiadas por distintas ciudades del mundo

Kárász pone como ejemplo el caso de la Via Laietana, una avenida tomada por los coches desde hace años, donde los comerciantes se oponen al corte de circulación por el impacto negativo que sus tiene en negocios, al menos en el corto plazo. “Ha sido una medida innecesaria en un momento nefasto”, declaró la semana pasada a los medios de comunicación Juan Carlos Arriaga, presidente de la asociación local Born Comerç.  

“La peatonalización de una ciudad va más allá de la voluntad política, muchas veces son los propios vecinos los que están en contra”, constata Kárász, poniendo como otro ejemplo el enfado que provocó la apertura de la superilla del Poble Nou, “un proyecto que casi fracasa por la presión vecinal”, comenta el arquitecto barcelonés, favorable a las iniciativas de peatonalización de Barcelona, ciudad donde reside desde hace doce años. 

El parón de la industria turística

Sin embargo, entiende que transformaciones más radicales, como el corte del tráfico en diversas calles todos los fines de semana de un día para otro, no son viables económicamente en el corto plazo, y que primero hay que volver a una cierta normalidad. “Eso no significa que estemos ante una oportunidad perdida”, insiste. “Yo mismo necesito volver a trabajar para poder ganarme la vida”, bromea el arquitecto vienés, que ha visto como su negocio se paralizaba al frenarse la entrada de visitantes extranjeros.  

La desaparición de los turistas ha provocado “una situación ambigua”, opina Kárász, porque por un lado ha permitido al ciudadano disfrutar de espacios que habíamos perdido por culpa de la masificación –el Park Güell, la Ramblas, etc –“pero, por otro lado, ha comportado un parón en una industria de la que viven miles de barceloneses, entre ellos, yo mismo”, dice. Ante la imposibilidad de ofrecer los tours habituales por la ciudad, Guiding Architects ofrecerá a partir de julio visitas guiadas virtuales en varios idiomas, empezando por el pabellón Mies van der Rohe, en Montjuic.

Jardí Botànic de Barcelona

Jardí Botànic de Barcelona

 “La pandemia ha acelerado el uso de otros formatos que estaban allí, pero que no utilizábamos”, comenta el arquitecto, satisfecho con el interés que generó su primer tour virtual por el pabellón, realizado en mayo. “No creo que cuando la situación se normalice las visitas virtuales desaparezcan, convivirán las dos maneras, se complementan, especialmente en temporada baja”, opina Kárász, convencido de que la no-presencia de turistas, “no solo en Barcelona, sino también en París, Roma o Viena, ha permitido además que muchas personas redescubran su ciudad y revaloren su patrimonio urbanístico”, dice.

Barcelona, una ciudad "muy compacta"

Cuando a Kárász le preguntan por su ciudad natal, Viena, o le piden que compare el urbanismo de las ciudades del norte de Europa con Barcelona, responde siempre que eso una pregunta trampa: “No es acertado comparar dos ciudades directamente, siempre hay que tener en cuenta el contexto particular de cada una. Hay soluciones de una ciudad que no valen para otra”, dice. En el caso de Barcelona, por ejemplo, hay que tener en cuenta que se trata de una ciudad “muy compacta” (con 16.000 habitantes por km2 es una de las ciudades con mayor densidad de población de Europa), “lo que implica mucha gente compartiendo un mismo espacio y eso siempre es potencial de conflicto”, dice Kárász. Sin embargo, el arquitecto destaca que Barcelona tiene un centro bastante peatonalizado, si se compara con otras ciudades europeas. Una asignatura pendiente sería el Eixample, una zona con elevada densidad de población y tráfico, “que podría benefeciarse mucho de las superilles”, opina. 

Detalle del tejado de la Casa Batlló

Detalle del tejado de la Casa Batlló

“Yo creo que en general en Barcelona hay una gran voluntad de dar prioridad al peatón, tanto por parte del ayuntamiento como de sus habitantes, que en su mayoría se desplazan a pie, en bici o transporte público. El problema es que ahora hay mucha gente viviendo fuera de la ciudad que cada día tiene que llegar a la ciudad de una forma u otra”, alerta. Y este problema tiene que ver con otros factores, como la subida del precio de la vivienda o una red de transporte público de cercanías insuficiente. “En este aspecto sí podemos aprender de otras ciudades”, dice Kárász.  Según el arquitecto austríaco, la pandemia de Covid y el bache económico que ésta desencadenará en los próximos meses no serán suficientes para detener fenómenos como la gentrificación y la subida de precios de la vivienda en el centro de las ciudades. “El mercado no entiende de virus”, bromea Kárász, aunque sí confía en que haya servido “para generar una mayor consciencia individual y un cambio de actitud hacia la vivienda”.

Kárász también cree que la Covid también afectará algunos modelos urbanísticos en auge hasta el momento, como las oficinas compartidas y los espacios de coworking. “Habrá que pensar nuevas soluciones más compatibles con las condiciones higiénicas y de distanciamiento social que exige la nueva situación”, dice Kárász, deseoso que volver a ofrecer visitas guiadas especializadas por su querida Barcelona.

Entrada al CCCB

Entrada al CCCB

 “Uno de los aspectos que más atrae a mis clientes es el hecho de estar en una ciudad mediterránea, con todo el encanto que eso comporta –las callejuelas del centro, el barrio marítimo, el Modernismo-- con las ventajas de una ciudad centroeuropea, donde el transporte público funciona bien, hay una buena urbanización. Barcelona combina lo mejor de cada  modelo ”, dice Kárász.

Otro de los aspectos que más llama la atención de los participantes de sus tours, en su mayoría del norte de Europa, es la elevada capacidad de transformación de Barcelona: “los JJOO, el frente marítimo, el 22@… Barcelona tiene una gran capacidad de reinventarse y tener múltiples identidades, es mucho más heterogénea que otras ciudades europeas”, dice Kárász. Esta capacidad de transformación, sin embargo, tiene su lado negativo, “pues implica erradicar una identidad para introducir una nueva, y siempre hay alguien que sale perdiendo”, añade el arquitecto vienés, poniendo como ejemplo la erradicación del barrio industrial (Barceloneta, Poble Nou…) que tuvo lugar para levantar un nuevo frente marítimo. 

Parque del Forum

Parque del Forum

Precisamente, uno de los barrios que ha sufrido más transformaciones “positivas” en los últimos años es el barrio de Sant Antoni, donde vive actualmente, después de haber pasado por el Raval, Eixample y Gràcia. “Como padre de una niña pequeña, valoro mucho todos los espacios ganados a los coches, pero supongo que en cada etapa de tu vida valoras algo diferente”, concluye.