Ramon Torra: “Tenemos que preservar el colegio de arquitectos de debates partidistas”

Los arquitectos catalanes están llamados a unas elecciones el próximo 10 de mayo. Unos comicios con tres candidaturas enfrentadas y en los que la política catalana ha irrumpido como un elemento más en la carrera al decanato. La candidatura encabezada por Ramon Torra Xicoy, actual gerente en el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), se ha presentado este lunes con un mensaje claro: “Tenemos que preservar el colegio de debates partidistas”.

Torra afirma que no se pueden inhibir ante los “debates genéricos que están en la calle”, como es el proceso independentista catalán. Pero con una aproximación transversal que evite una posición clara a favor o en contra de las iniciativas de un determinado partido político. “Es lo peor que le puede pasar a un colegio profesional”, indica.

Separación entre lo personal y la institución

Señala, asimismo, que en su candidatura se aúnan perfiles político en todos los sentidos y que tienen claro que su opción personal no puede ser nunca el motor de políticas del Colegio de Arquitectos de Cataluña (COAC). Una separación entre opciones individuales y la institución que, tal y como critican otras fuentes de la organización, no se ha dado en el último mandato, el de Lluís Comerón.

Tal y como avanzó Crónica Global, su sucesora será Assumpció Puig, antigua vicedecana y actualmente decana en funciones cuya proximidad con el PDeCAT es de público conocimiento en la institución; y Enric Mir, un profesional con despacho propio que hasta ahora ejercía de vocal. Además de las exigencias de un grupo de profesionales encabezado por Ricardo Gómez Val, que exigen que la organización mantenga su neutralidad política.

Candidatura transversal

Torra asegura esta máxima. Los miembros que le acompañan en su candidatura afirman que tras unos años en lo que el colegio se ha encerrado en si mismo debido al envite de la crisis entre los profesionales del sector y por la politización de la cúpula, son los únicos que pueden enarbolar la bandera de la renovación. Sin ninguna mochila a sus espaldas de los últimos ocho años en el COAC.

Presentan un plan disruptivo que implica reivindicar la profesión y la figura del arquitecto como elemento central para definir las poblaciones del presente y del futuro y con un plan concreto para la entidad. Un colegio que no es precisamente menor, ya que gestiona un presupuesto de 12 millones de euros y da empleo a 150 personas.

Más patrocinios

En su momento álgido, en pleno boom de la burbuja inmobiliaria, se llegó a los 30 millones de presupuestos y a las 350 personas en plantilla. Pero el cambio de normativa europea sobre los visados por actividad lastró sus ingresos. De los 12 millones actuales, el 70% provienen de las cuotas y el 30% restante de patrocinios, subvenciones y esponsorizaciones, una partida que Torra promete amplificar.

Así como intentar captar a más jóvenes colegiados con una carencia de dos años en el pago de cuotas y la creación de la Oficina de Atención al Arquitecto, desde done se deberá ofrecer apoyo al colectivo profesional ante retos tan importantes como la colaboración entre despachos o el impulso de su internacionalización, una asignatura pendiente en la profesión catalana, además de otros servicios.

Alianzas y plan cultural

También habla de buscar alianzas con otros colectivos profesionales antes cuestiones concretas y de poner en marcha un programa cultural a cuatro años vista.

Una iniciativa con la que pretende ganar presencia tanto en estos debates sobre la conformación de los municipios, el concepto de la gran Barcelona que actualmente está en plena revisión por parte de la sociedad civil, como el Círculo de Economía o Barcelona Global, como en la promoción de exposiciones de todo tipo. Una de las señas de identidad históricas del COAC que la candidatura de Torra lamenta que se haya perdido en los últimos años.