Gaudí en Nueva York

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Gaudí en Nueva York: este es el proyecto de hotel que el arquitecto modernista diseñó para la ciudad de los rascacielos

La propuesta estuvo a punto de realizarse a principios de los años 2000

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Cada año que pasa supone un nuevo descubrimiento sobre Gaudí. El último nos lleva hasta Estados Unidos.

El genio modernista, al parecer, realizó un diseño pionero para un empresario que quería construir un hotel, y el catalán le ofreció lo que habría sido el edificio más grande del mundo.

Eran comienzos del siglo XX. Nueva York empezaba a forjar su identidad como capital mundial de los rascacielos. Dos empresarios estadounidenses viajaron a Barcelona para mantener una reunión clave.

Venían con una propuesta tan ambiciosa como improbable: querían que Antoni Gaudí, en plena efervescencia creativa y volcado en obras que hoy son iconos del modernismo catalán, diseñara un gran hotel para Manhattan.

Un hotel de Gaudí

Aquel proyecto, bautizado con el sugerente nombre de Hotel Attraction, estaba llamado a convertirse en el edificio más alto del mundo. Sin embargo, jamás llegó a construirse.

Su historia es un episodio fascinante y poco conocido de la relación entre Gaudí y la arquitectura estadounidense que, por fin, ha salido a la luz.

Un proyecto centenario

El proyecto situaba a Gaudí en un terreno inédito: la arquitectura vertical extrema. El arquitecto concibió una torre de 360 metros de altura, una cifra que superaba ampliamente la de cualquier edificio construido en la época.

Corría el año 1908. La propuesta no solo era monumental, sino claramente visionaria: anticipaba el futuro skyline neoyorquino décadas antes de que el Empire State Building viera la luz. ¿Estaba el mundo preparado para algo así?

El diseño del Hotel Attraction incluía un cuerpo central ascendente, orgánico y ondulante, flanqueado por ocho torres menores. Una especie de Sagrada Familia laica.

Dentro no habría espacio para la religiosidad, sino para el arte y la vida mundana: estaba pensado para albergar museos, galerías de arte, restaurantes, viviendas y otros equipamientos culturales.

Cómo era el rascacielos

La estructura principal ocuparía una base de 115x140 metros, concebida para alojar un programa tan monumental como simbólico. Gaudí imaginó incluso cinco grandes salones interiores dedicados a cada uno de los continentes, rodeando una Estatua de la Libertad de diez metros.

Aun así, una serie de circunstancias impidieron que este hotel llegara a edificarse. Cuando recibió el encargo, el catalán trabajaba simultáneamente en la Sagrada Familia, la Pedrera, el Park Güell, la Cripta de la Colònia Güell y la restauración de la Catedral de Mallorca.

Los estudios de Gaudí

El arquitecto no tenía intención de viajar a Nueva York; su vida estaba plenamente vinculada a sus obras en Barcelona. Aun así, aceptó el reto y elaboró un conjunto de planos y maquetas conceptuales siguiendo su método habitual.

Más que dibujos detallados, Gaudí produjo grandes estudios volumétricos que guiaban su pensamiento estructural. Unos papeles que ahora, por fin, han visto la luz.

Se desconoce si los empresarios estadounidenses llegaron a rechazar el proyecto, si su escala era demasiado adelantada a su tiempo o si simplemente la iniciativa quedó suspendida por razones económicas y técnicas.

Lo que sí está claro es que Gaudí dejó de trabajar en él hacia 1911, absorbido por completo por la Sagrada Familia. Desde entonces nunca más se supo. Casi.

Quién lo descubrió

El proyecto permaneció prácticamente desconocido durante décadas. Fue Joan Matamala, escultor y ayudante de Gaudí, quien empezó a hablar de él en 1956. Ese año publicó los bocetos originales que el arquitecto había realizado entre 1908 y 1911.

No fue fácil: la mayoría de los dibujos se perdieron en el incendio que afectó a la Sagrada Familia en 1936, aunque siete croquis de la mano del propio Gaudí sobrevivieron gracias a la familia Matamala.

Propuesta para el siglo XXI

A ellos se suman diez dibujos adicionales elaborados por ese discípulo del genio modernista entre 1952 y 1956, que ayudaron a reconstruir visualmente el proyecto. Pese a todo, el Hotel Attraction nunca se construyó.

Aunque en 2003 hubo un intento de recuperarlo: ese año se empezaron a barajar proyectos para la Zona Cero del World Trade Center tras los atentados del 11-S. Un grupo de arquitectos propuso rescatar el diseño de Gaudí como homenaje visionario y gesto simbólico, pero la idea fue descartada y terminó levantándose el actual Memorial.

El proyecto sigue en un cajón. Es una de esas grandes obras no construidas del modernismo europeo y la única que Gaudí diseñó para fuera de España.

Pese a todo, y gracias a Matamala, hoy sí se puede ver cómo habría sido. El espacio Gaudí Experiència, ubicado junto al Park Güell de Barcelona, cuenta con una maqueta del edificio que recrea en 4D cómo habría sido aquel rascacielos imposible.