La iglesia catalana que todavía celebra misas en latín

La iglesia catalana que todavía celebra misas en latín SIMÓN SÁNCHEZ

Historia

La iglesia catalana que todavía celebra misas en latín: "Se respira comunión con el Santo Padre"

Desde el altar mayor, el cura pronuncia la liturgia de espaldas a los feligreses

Otras noticias: No lo sabías, la desconocida iglesia romántica perdida en un camino rural: fue usada como almacén agrícola

Publicada
Actualizada

Noticias relacionadas

¿Cuántas veces alguna madre o abuelo recuerda que, “en sus tiempos”, la misa se hacía en latín? Es una frase que se oye en muchas casas de España. Eran épocas en el que el país se teñía de blanco y negro, represión y dictadura. Pero, en realidad, estas cosas siguen pasando. 

Aunque poca gente lo sepa, en la zona alta de Barcelona, existe una pequeña iglesia que todavía celebra la misa a la vieja usanza (o como Dios manda), es decir, en latín.

Se trata de una pequeña capilla que se halla en Sant Gervasi, entre cafeterías modernas, bloques residenciales y tiendas de ropa cara. Está dedicada a la patrona de Barcelona y Sant Pere Apòstol. En cambio, pocos le prestan atención.

Es cierto que es una iglesia discreta, de pequeñas dimensiones, que parece no hacer ruido en el número 21 de la calle Laforja de Barcelona. De hecho, está entre dos edificios de viviendas.

Una iglesia discreta

Uno se ha de fijar mucho para ver su fachada estrecha y sencilla que se esconde entre edificios altos y balcones urbanos. Sin embargo, en su interior se mantiene vivo este particular ritual que en gran parte del mundo católico se considera casi desaparecido: la misa tridentina en latín.

Puede resultar anacrónico, pero para sus devotos y quienes la celebran, simplemente tratan de mantener viva una tradición. Así, no solo se celebra la liturgia en la lengua oficial del Vaticano, sino que además, el sacerdote celebra la misa de espaldas a los fieles, como se hacía antes del Concilio Vaticano II.

Exterior de la Capilla de Nuestra Señora de la Merced y San Pedro Apóstol

Exterior de la Capilla de Nuestra Señora de la Merced y San Pedro Apóstol SIMÓN SÁNCHEZ

Quién va

Desde el altar mayor, el cura pronuncia con una cadencia solemne y gestos codificados por siglos de liturgia en un perfecto latín. Lo hace elevado sobre gradas, en un presbiterio adornado con velas, dorados y retablos que evocan un tiempo pasado. Y presente.

Aunque no lo parezca, cada domingo, fieles, en su mayoría locales, pero también visitantes ocasionales atraídos por la rareza del rito, acuden para seguir la ceremonia. Eso sí, se ayudan con misales bilingües en la mano, algunos de rodillas, otros en profundo silencio.

Historia es la capilla

Lo curioso es que la iglesia tampoco es tan antigua como otras de la ciudad. Fue construida originalmente en 1795, según se lee en la fecha inscrita en su portal. Se erigió como oratorio privado de una antigua finca de la zona. 

Al principio, formaba parte de ese municipio que era Sarrià, hasta que a finales del siglo XIX, la ermita pasó a integrarse en la trama urbana creciente, como el resto del barrio. Sin embargo, pero siempre mantuvo su independencia. 

Detalle de la fachada de la Capilla de Nuestra Señora de la Merced y San Pedro Apóstol

Detalle de la fachada de la Capilla de Nuestra Señora de la Merced y San Pedro Apóstol SIMÓN SÁNCHEZ

Porqué una misa en latín

No fue hasta mediados del siglo XX que la capilla se asoció con movimientos católicos que buscaban conservar la liturgia tradicional anterior a 1965, especialmente después de la reforma litúrgica impulsada por el papa Pablo VI. 

Y desde entonces hasta ahora. A día de hoy, es uno de los escasísimos templos en Barcelona donde se oficia únicamente según el rito tridentino, también conocido como misa “de siempre”. De hecho, algunos usuarios afirman que aquí "se respira comunión con el Santo Padre".

Cómo es la misa

La celebración en latín sigue los cánones establecidos por el papa Pío V en 1570, tras el Concilio de Trento. En este modelo, el silencio tiene un papel protagonista: muchas partes de la misa se pronuncian en voz baja, casi inaudible, y los gestos litúrgicos se realizan con precisión coreográfica. 

No hay homilías improvisadas ni ofrendas espontáneas. En cambio, sí hay incienso, cánticos gregorianos, y una conexión explícita con siglos de tradición litúrgica. El rito no ha cambiado prácticamente en más de 400 años.

Cartel de la Capilla de Nuestra Señora de la Merced y San Pedro Apóstol

Cartel de la Capilla de Nuestra Señora de la Merced y San Pedro Apóstol SIMÓN SÁNCHEZ

Dos sesiones distintas

Eso es los domingos. Los miércoles por la tarde se celebra una misa rezada, también en latín, precedida por el rezo del Santo Rosario. Ya el domingo, a las 12:30, tiene lugar la misa cantada, el momento de mayor asistencia. 

La música litúrgica corre a cargo de un pequeño coro, y es habitual escuchar piezas del repertorio clásico sacro. Las fiestas litúrgicas mayores, como la Semana Santa, Pentecostés o la Inmaculada, se celebran con mayor despliegue y asistencia, a menudo con procesiones internas o bendiciones especiales.

Actos para la Mercè

Por último, destacar la festividad la Mercè, virgen a la que honran y patrona de Barcelona. Ese día, el 24 de septiembre, la iglesia organiza celebraciones especiales, y en ocasiones realiza breves procesiones por la calle Laforja, en coordinación con vecinos y fieles. 

La capilla, de un tamaño reducido, está gestionada por la comunidad vinculada a la Fundación Una Voce, que desde hace décadas promueve la celebración del rito tridentino en España y otros países. Todas ellas, en cualquier caso, son dignas de mención. Y es que en pleno siglo XXI no son muchas las iglesias que celebren la misa en latín.