
Casa Lleó i Morera
No es de Gaudí: la casa modernista de Barcelona imposible de visitar
Un problema burocrático impide descubrir el interior de una de las mayores joyas de la arquitectura catalana
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Los conocedores de Barcelona, y mucho más los de arquitectura, saben que el modernismo no se acaba en Gaudí. Sagnier, Puig i Cadafalch, Jujol o Domènech i Montaner son sólo algunos ejemplos.
El único problema de algunas de estas obras es que nunca fueron concebidos para las nuevas normativas. Eso ha generado alguna modificación de estos edificios, otros, en cambio, se han visto obligados a cerrar.
La casa que no se puede visitar
Este es el caso de una joya modernista de Barcelona que ha sido noticia recientemente. La Casa Lleó i Morera, de Domènech i Montaner, no admite visitas.
Ni turistas ni barceloneses pueden disfrutar de una de las casas más espectaculares del modernismo. Una joya centenaria que ahora sólo se puede admirar desde fuera, aunque su interior también es espectacular.
Dónde está
Todos los detalles están cuidados al milímetro tanto dentro como fuera. Tanto es así que su estructura se adapta a la irregularidad del solar, situado en un chaflán que vincula el Passeig de Gràcia con la calle Consell de Cent.
Para solucionar este desafío, Domènech i Montaner diseñó una tribuna en la esquina y dotó al edificio de balcones circulares, rematando el eje vertical con un templete de piedra y una cúpula de mosaico.
Una obra de arte por fuera y por dentro
La fachada es una de las más elaboradas del modernismo catalán, con relieves esculpidos, balcones ornamentados y figuras femeninas de Eusebi Arnau en el primer piso, que representan alegorías de la modernidad, como la fotografía, la electricidad, el fonógrafo y el teléfono. Las cresterías de piedra decoran los remates del edificio, completando un conjunto de gran valor estético.
En el interior, tanto el vestíbulo como el recibidor del piso principal fueron diseñados para impresionar. Los arcos y puertas presentan relieves esculpidos que narran historias, como el cuento de La nodriza del niño rey, un homenaje al hijo fallecido de los propietarios.

Casa Lleó i Morera, en el número 35 de paseo de Gràcia
Mosaicos, vidrieras y salones
El refinamiento del artesonado, los mosaicos y las vidrieras está presente en todas las plantas del edificio, asegurando un equilibrio estético incluso en las viviendas de alquiler.
Los dos grandes salones de la casa concentran buena parte del trabajo artesanal del equipo de Domènech i Montaner. Destacan las vidrieras, con ocho paneles de mosaico y relieves de porcelana que describen escenas campestres con personajes de la familia.
Cómo es la Casa Lleó i Morera
El vestíbulo es un espacio de gran elegancia, con suelos de mosaico y marquetería de alta calidad. La escalera principal, decorada con barandillas de hierro forjado y elementos florales, conecta los diferentes pisos con armonía y sofisticación.
En el piso noble, donde residía la familia propietaria, se pueden encontrar techos decorados con molduras doradas, chimeneas de mármol y paredes revestidas con frescos artísticos.
Sin muebles
Cada una de las plantas del edificio cuenta con detalles meticulosos, desde las molduras de las puertas hasta los mosaicos de los pasillos. La luz natural juega un papel crucial en el diseño, filtrándose a través de las vidrieras y los amplios ventanales arqueados de la planta baja.
Todo estaba pensado al milímetro hasta el mobiliario, aunque ni pudiendo entrar se puede ver. Los muebles y barandillas que decoraban estas salas originales se conservan hoy en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC).

Las escaleras de la discordia en la Casa Lleó i Morera en paseo de Gràcia
Nuevo problema
El problema es que esta finca tiene más de 100 años y no está adaptada a la nueva normativa. En 1902, Francesca Morera encargó a Domènech i Montaner la remodelación de un edificio que había heredado. Tras su muerte, su hijo Albert Lleó i Morera continuó las obras, dando su nombre al edificio.
Desde su construcción, la casa pasó por varias manos hasta que en 2003 fue adquirida por la sociedad inmobiliaria Nuñez i Navarro, que inició un plan de restauración. Sin embargo, la visita pública a la casa ha sido obstaculizada por la Administración.
Cierre provisional
En 2016, el Ayuntamiento de Barcelona denegó su apertura al no cumplir con las normativas de accesibilidad, al contar con ocho escalones en su entrada sin posibilidad de instalar una rampa sin afectar al patrimonio histórico.
El plan de reapertura presentado recientemente por Nuñez i Navarro ha sido rechazado nuevamente por el consistorio, aunque la empresa tiene tres meses para presentar alegaciones. Mientras tanto, la Casa Lleó i Morera sigue siendo una joya modernista oculta, inaccesible para aquellos que desean admirarla por dentro.