El restaurante favorito de Rosalía en Barcelona, Fonda de las Pirinaicas

El restaurante favorito de Rosalía en Barcelona, Fonda de las Pirinaicas CRÓNICA GLOBAL

Gastronomía

El restaurante favorito de Rosalía en Barcelona: tapas y platos típicos por menos de tres euros

La cantante catalana más internacional fue vista por varias personas en este local de Gràcia

Más información: Jordi Cruz, chef: "¡Catalanes, estamos cocinando mal la carne!"

Publicada
Actualizada

Noticias relacionadas

Rosalía no es solo la cantante catalana más internacional del momento. Tampoco se conforma en ser la nueva estrella de la serie Euphoria y ser una influencer y creadora de tendencia, viene de regalo con la fama, aquella a la que le cantó junto a The Weeknd.

Cantante y 'foodie'

La artista es una foodie de pro. Le gusta comer tanto en buenos restaurantes como cualquier producto industrial de lo más bizarro, sobre todo, si viene de Japón. Le gusta probar cosas nuevas y no se esconde, quitándose de complejos y rompiendo con el paradigma de las famosas que comen una hoja de lechuga para presumir. Rosalía es la famosa no curvy que puede lucir cuerpo sin necesidad de dejar de comer.

Uno de los rincones que ha descubierto hace poco y parece que se ha convertido en uno de sus favoritos en Barcelona es el restaurante Fonda de Pirenaicas. Se trata de un local derivado de las míticas Mantequerías Pirenaicas que abrió en el barrio barcelonés de Gràcia a finales de 2024 y que ya se ha hecho un hueco en el sector gastronómico.

Donde está

A diferencia de su hermana mayor, la Fonda deja a un lado las míticas tortillas de las Mantequerías para centrarse en tapas, platillos típicos de Cataluña que hacen las delicias de los comensales, entre ellos Rosalía. Algunos de estos platos, además, salen a menos de tres euros.

El nuevo restaurante se encuentra en un local ya conocido entre los foodies de Gràcia. Se ubica en la antigua taberna donde estaba La Llesca, otro polo gastronómico donde era muy común comer pan de payés con varios productos típicos catalanes.

Platos a menos de tres euros

El bar está ambientado como lo que promete, una fonda. Mesas de mármol con pies de hierro forjado, baldosas de cerámica en paredes y suelos y, sobre todo, un ambiente muy familiar son los ingredientes principales que le dan un atractivo de bar de toda la vida.

Más o menos lo es. Sólo hace falta echar un vistazo a la carta y a sus precios. Son completamente asequibles y razonables con platos a menos de tres euros. Es el caso de algunas de las tapas estrella. En el apartado de tapas, destacan elaboraciones como la croqueta de jamón ibérico y pollo asado y los buñuelos de bacalao que salen a 2,8€. Y el pan con tomate son justo 3€.

Y entre los tres y los cinco euros se encuentran otras tapas como la croqueta de pato Pekin, el fuet en taula y la Anchova 000 junto a la sabrosa bomba de Pirenaicas, una versión del clásico plato barcelonés con un toque propio. La única tapa superior a cinco euros es la ensaladilla rusa, que alcanza los 8,6€.

Platillos típicos

Si uno quiere un poco más, nada mejor que apostar por los platillos. Allí sí que aparece un clásico de la casa, la tortilla (individual), aunque tampoco falta el bikini o sandwich mixto de jamón y queso al que le añaden cebolla caramelizada. Y se quiere algo más catalán nada mejor que una buena esqueixada de bacalao o el trinxat de la Cerdanya, un plato de la cocina de alta montaña a base de patata y col.

Por poco más de diez euros se puede disfrutar de un platillo de arroz cremoso de calabaza, guanciale y parmesano. Y los más exquisitos siempre puede ir por el bacalao confitado con reducción de tomate, el steak tartar o el tataki de ternera.

Platos estofados

En cuanto a platos consistentes, Rosalía y cualquier comensal que entre por la puerta con mucha hambre puede disfrutar de buenos estofados. Uno de ellos es el de los clásicos y catalanes fideos a la cazuela ‘sense feina’, con todo deshuesado y sin concha, para que el comensal no se manche las manos. 

Tampoco pueden faltar unos ricos garbanzos con botifarra negra y huevo, las albóndigas y macarrones de las abuelas o el ya más sofisticado rabo de todo con parmentier de patata. Pero eso son solo algunos de los platos.

Un clásico con medio siglo de historia

La carta sin duda es para conquistar a Rosalía y a quien sea. Además, la Fonda cuenta con una marca que es sinónimo de garantía, Mantequerías Pirenaicas. Esta empresa, con más de medio siglo de historia, nació en 1957 de la mano de la familia de Ricardo Cortés. 

El barcelonés había sido el encargado del colmado Can Ravell, uno de los establecimientos más populares de la capital catalana. Pero la jubilación forzó su cierre en 2014 después de dos generaciones de legado. Los propietarios del inmueble, la familia de Miguel Puchol Garí, decidieron darle una segunda vida después de tantos años de servicio a Barcelona.

Gastronomía que enamora a Cataluña

La familia reformó el local dándole un toque clásico, pero actualizado, y durante mucho tiempo intentaron encontrar el inquilino perfecto. Las nuevas Mantequerías Pirenaicas tuvieron un gran recibimiento por parte del vecindario y los desayunos fueron bastante rodados desde el principio. 

Había tradición, pero la oferta de comidas fue conquistando a la clientela de forma paulatina, pero firme. Con los años, Mantequerías Pirenaicas se ha convertido, en el templo de las tortillas y los desayunos de la zona alta de Barcelona. Ahora, con su ampliación a las tapas, platillos y platos típicos catalanes de la Fonda han llegado a conquistar hasta a la estrella catalana de la música de los últimos años, Rosalía.