El restaurante japonés que enamora a los fans de 'Bola de drac': un viaje a la infancia a través del paladar

Bola de drac cumple 40 años y los eventos alrededor suyo no dejan de sucederse. La famosa serie creada por Akira Toriyama marcó a varias generaciones de catalanes desde que en 1990 TV3 decidiera emitirla año tras año.

Se cuentan por millones los espectadores de este anime que hizo jugar a muchos a ser superguerrers, lanzar kame hames o esperar a que viniera el núvol Kingdom. Y ahora todos ellos están de enhorabuena. Antes de morir, su creador dejó lista otra decena de capítulos bajo el nombre Dragon Ball Daima, que verá la luz en otoño de 2024.

Para los que no pueden con la espera hay dos soluciones. Por un lado, TV3 ha prometido a los fans de la serie que, coincidiendo con el 40 aniversario, va a volver a emitir 575 capítulos de Bola de drac, Bola de drac Z y la aquí inédita Bola de drac Súper. Claro que, de momento, la televisión pública catalana no ha puesto fecha para el regreso.

Pero, para aquellos que no pueden esperar, hay un restaurante en Barcelona que puede hacerles pasar mejor la espera. Se trata de un restaurante de comida japonesa que, aprovechando la fama de la serie, ofrece una experiencia inmersiva total en el universo Dragon Ball.

El original

Muchos pueden conocer ya de qué estamos hablando. Se trata del ya famoso Mutenroshi Ramen. El nombre en sí mismos ya da pistas. Para los no iniciados, el follet Tortuga en su versión japonesa se llamaba así Mutenroshi y el concepto ramen da una idea de qué cocina ofrece. 

Más allá de eso, incluso si uno desconoce el universo Bola de drac puede sentirse atraido por este local. Cuando uno pasa por delante del número 10 de la Calle San Agustí de Barcelona, a través de los cristales puede ver un local con mucho color y alguien disfrazado de manera curiosa.

La comida

En el Mutenroshi ramen uno puede ser atendido por el mismo Monstre Boo que sirve la carta con su mejor rostro. Mientras, uno se siente muy bien acompañado. En las paredes de este local están incrustados algunos personajes de la mítica serie y hay bebidas que se sirven en tazas con el rostro de algunos de los dibujos animados.

Todo está hecho para los fans de Dragon Ball, sí, pero eso no quita que los que quieran degustar un buen plato de comida japonesa no puedan hacerlo. Sí, los nombres llevan nombres de la serie, pero el contenido es tradicional y muy rico.

El postre más especial

En la carta uno se puede encontrar las Muten bravas, que van con wasabi o kimchi, o los ramen que llevan el nombre de los personajes de la serie, de Bulma a Vegeta, entre otros. Claro que su plato estrella llega al postre. Uno puede comerse la mismísima bola de drac.

Sí, esta famosa bola con aspecto de tocinillo de cielo sin serlo tiene las cuatro estrellas, la favorita de Goku y el plato estrella del restaurante. Aunque para aquellos que sean más de los noodles, los arroces o los bao van a poder disfrutar de una gran variedad.

Nuevo local

El éxito de este local es tal, que sus responsables tienen otros dos restaurantes en el área metropolitana de Barcelona. En Badalona se encuentra el Muten town, un local de estilo similar en el que el mismo Boo hace guardia en la puerta y en el interior las paredes están decoradas al estilo japonés.

Las diferencias siguen en la carta. Si en el de Barcelona hay un menú (entrante y principal) de unos diez euros y ramen con nombres curiosos, aquí la carta es más tradicional, pero igual de japonesa. El espectáculo y la temática están en la decoración y lo mejor llega a la hora de los postres. Uno puede tomarse, directamente, un Monstre Boo. No el personaje que anda por el local, no, un granizado (de mojito, fresa o piña colada) que se sirve en un recipiente con la mismísima cara de este mítico amigo/enemigo de Goku y compañía. Y sí, hablamos del Boo bueno.

Otra modalidad

Por último, destacar la Kame House Kitchen. En este caso se encuentra en una de las capitales del Vallés Occidental, Sabadell, y la decoración es más neutra. Los toques orientales, como la comida, son lo que predomina. Pero aquí no hay monstruos ni muchos platos especializados.

Se puede decir que es local para la iniciación a este tipo de restaurantes. Existe el Monstre Boo de limón, la bola de drac de postre y poco más. Eso no quita que la experiencia no sea digna, la barra para comer y ver cómo se cocinan sus platos es digna de foodies.