Cataluña está lleno de rincones de agua que no siempre son fáciles de encontrar, pero que garantizan belleza, algo así como los castillos medievales. Es lo que conocemos, sobre todo en el territorio catalán, como gorgs.
Un gorg es un pequeño salto de agua en plena naturaleza. Literalmente, significa garganta. Es un agujero con agua de río estancada donde se puede nadar. Los ríos forman cascadas, y de la caída de estas se crean los gorgs, conocidos en castellano como pozas. Una experiencia única que merece la pena realizar alguna vez en la vida.
Son piscinas naturales en la montaña, un lugar diferente para refrescarse, rodeado de árboles y, sobre todo, menos concurrido que la playa, lo que lo convierte en una opción popular para los amantes de la montaña en verano.
Una piscina volcánica
Entre todos los gorgs, hay uno en un territorio volcánico como La Garrotxa. Es un paraíso verde, parecido a un cuadro; es el Gorg del Molí dels Murris, ubicado cerca de Les Planes d’Hostoles (Girona). Un rincón tropical, con cascadas, rocas y un espacio para refrescarse, que encanta a los aficionados al senderismo. Pero no te preocupes, es fácil llegar.
El lugar no puede ser más idílico. El salto de la riera de Cogolls forma una cascada impresionante que se une antes de tocar el suelo con las aguas subterráneas, ricas en bicarbonato cálcico disuelto. Así se forman travertinos que dan al lugar un aspecto antiguo mientras se observa la petrificación de las plantas. Abajo, está la poza donde se puede nadar e incluso pasar por debajo del salto y disfrutar de estas aguas. El exotismo es tal que se tiene la sensación de estar en un rincón del paraíso.
Indicaciones para llegar a la piscina
Acceder hasta allí implica caminar. No se llega en coche. No es mucho trayecto, menos de tres kilómetros. El recorrido empieza en el aparcamiento polivalente de Les Planes d’Hostoles. Desde allí, hay que seguir las señales. Se toma la ruta verde del Carrilet. Se pasa por la antigua estación de tren del municipio. En dirección a Olot, ya hay un gorg, el del Molino de Can Poeti. Se puede hacer una parada técnica y continuar por la carretera de Cogolls. A la izquierda de esta carretera, aparece una escalera de madera que conduce al Gorg del Molí dels Murris.
Desde allí, se emprende un camino de 2,76 km bastante sencillo, con una subida no superior a 83 metros. Tras unos 40-45 minutos de caminata, se llega al lugar soñado.
Espacio protegido en territorio catalán
La belleza del lugar es tal que se ha convertido en un espacio protegido. El fácil acceso ha convertido esta poza en uno de los sitios más visitados de esta área volcánica. Por eso, ahora, hay un límite de aforo. A aquellos que quieran ir en temporada alta se les recomienda reservar boleto en línea. Solo pueden acceder 200 personas. Nadie dijo que acceder al paraíso fuera fácil.