Món Sant Benet | MÓN SANT BENET

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Gastronomía

Así es el monasterio medieval más exquisito de Cataluña: menú de proximidad por menos de 20 euros

Esta visita obligada ofrece una visita a uno de los monasterios románicos mejor conservados de España y además esconde un restaurante de primer nivel

14 junio, 2024 11:28
Las visitas a monumentos son un tipo de excursión que a veces puede darnos pereza, pero casi siempre vale la pena. Especialmente en Cataluña, donde el amor por el patrimonio es tal que tenemos edificios conservados (y algunos, en uso) desde la época romana.
Nos encanta comer en sitios bonitos porque la experiencia gastronómica va más allá del simple acto de alimentarse; se trata de disfrutar con todos los sentidos. Los lugares con una decoración cuidada, un ambiente agradable y unas vistas espectaculares elevan la experiencia de la comida a otro nivel. La estética del entorno, la iluminación suave, la disposición de las mesas y la música ambiental contribuyen a crear un ambiente acogedor y relajante donde podemos desconectar del ajetreo diario.

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Por ejemplo, comer en un monasterio es una experiencia única que combina historia, espiritualidad y gastronomía en un entorno incomparable. Estos lugares, muchas veces, situados en paisajes tranquilos y pintorescos, ofrecen una atmósfera de serenidad y contemplación que enriquece la experiencia culinaria. 

El monasterio medieval más bonito

El monasterio medieval mejor conservado de Cataluña es el Monasterio de Sant Benet, en San Fruitós de Bages, a una hora de Barcelona. Se construyó en el siglo X y fue historiografiado y restaurado, a principios del siglo XX, por el arquitecto Josep Puig i Cadafalch. Está declarado Bien de Interés Cultural y es Patrimonio Histórico de España.

Este monasterio combina la belleza de la arquitectura románica con la tranquilidad de los paisajes circundantes. Al pasear por sus claustros, salas y jardines, los visitantes pueden apreciar la armonía y el equilibrio que caracteriza a este lugar. Las paredes de piedra, los arcos antiguos y los frescos bien conservados transportan a quienes lo visitan a un tiempo de contemplación y devoción.

Món Sant Benet / MÓN SANT BENET

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En el 1594 se anexionó a la Abadía de Montserrat y, desde el siglo XVIII, albergó a los monjes ancianos de la Abadía. Además, funcionó como Escuela de artes y oficios.

Hacia 1835 el monasterio fue abandonado cuando los monjes huyeron del mismo por la 'Desamortización de Mendizábal' hasta que, en 1907, Elisa Carbó -dueña de diversas fábricas textiles de la zona- compró el Monasterio para regalárselo a su hijo, el pintor Ramón Casas.

Un menú por 20 euros

En el mismo recinto del monasterio podrás comer en el Restaurante La Fonda del Hotel Món Sant Benet. El menú está inspirado en la típica comida catalana, pero reinventada y aconsejan probar las albóndigas de jabalí.