Alicia Tomás, en archivo
Este domingo, en plena fiesta mayor de Terrassa y durante el tradicional Ball de Plaça, Alicia Tomás, portavoz de Vox, ha protagonizado una polémica merecedora del reproche del resto de grupos municipales, incluido del PP. Tomás y sus compañeros han desplegado una pancarta con el lema “Vox no baila con totalitarios”. Una acción recibida con malestar por parte del resto del consistorio.
El gesto ha tensionado un acto festivo, con asistentes de todas las edades. El alcalde Jordi Ballart y concejales del gobierno local ha afeado a los de Tomás públicamente su actitud, lo que ha generado entre unos y otros un espectáculo totalmente fuera de lugar. Incluso, han estado a punto de llegar a las manos.
Como resultado del esperpento, PSC, ERC y PP han difundido un comunicado conjunto afeando el comportamiento del grupo ultraconservador. Por su parte, Vox ha tachado lo ocurrido de agresión física contra su portavoz e intento de censura, y ha anunciado que emprenderán acciones legales contra el gobierno municipal.
Las entidades culturales que estaban leyendo un manifiesto por la diversidad y la convivencia se mostraron firmes en su rechazo a cualquier forma de discriminación, recordando que la fiesta mayor es, sobre todo, un espacio para la comunidad.
Esta controversia deja en evidencia la dificultad para encontrar espacios compartidos en los que la política no altere la convivencia. Y recuerda la importancia de preservar los espacios públicos y festivos como lugares de respeto y encuentro, evitando que los intereses partidistas rompan la armonía que debe caracterizar estas celebraciones.
