Carles Puigdemont
Noticias relacionadas
El expresident catalán dos veces prófugo, Carles Puigdemont, volvió ayer a tratar de marcar la agenda política con un victimista artículo en Politico en el que aseguró que no se escapó de España por segunda vez en el maletero de un coche, sino en el asiento trasero.
El exjefe del Ejecutivo regional aseguró que fue víctima de un "golpe de estado híbrido" y alegó que no entró en el Parlament porque quiere "ejercer sus derechos políticos".
Eso sí, el huido no dice nada de comparecer ante la justicia española, ante la que tiene una causa abierta por presunta malversación durante el procés independentista en Cataluña. Ni de su compromiso de dejar la política si los catalanes no le votaban como president, como ha pasado.
De nuevo, Puigdemont trata de mantenerse en primera línea de la conversación política, y lo hace con la vista puesta en el cónclave de Junts en otoño, cuando intentará, de nuevo, imponer su línea y orillar a los sectores más moderados del partido.
Eso sí, dimitiendo de su función como jefe de la oposición y centrándose en lo que mejor se le da: causar inestabilidad y disenso.
Y el fugado lo hace cuando los catalanes han votado a otro candidato, Salvador Illa (PSC), que, además, se ha convertido en presidente autonómico con suficiente apoyo político, pues le han respaldado ERC y Sumar Comuns.
Pese a que el territorio ha pasado página, Puigdemont se enroca en su posición tóxica y continúa tratando de condicionar el debate público. Sin que, además, tenga nada que aportar.